Este jueves, los vecinos del lindo barrio tan castigado por ciertos comerciantes tuvieron una alegría de las grandes. La Legislatura porteña aprobó la segunda lectura de un proyectazo que cataloga 45 edificios dentro del Area de Protección Histórica y 14 por fuera, más dos objetos urbanos particulares. Es un paso enorme en cualquier parte de esta ciudad, pero en Floresta más, por la amenaza que sufre la zona. Quien visite el lugar, arrancando por ejemplo en Argerich y Bacacay, verá cuadras enteras picadas y carcomidas por comercios mayoristas o minoristas que se inventaron un paseo de compras textil. No sólo el tránsito explotó en un barrio construido como residencial y sin lugar físico para tanto auto, camioneta y ómnibus de turistas-compradores, sino que los comerciantes son del tipo más vandálico. Como se sabe, hay quienes piensan que si toman una casa de época y gastan muchos miles en destrozarla, ponerle dicroicas, reventar muros y poner vidrieras, va a vender más. La experiencia demuestra que no es así, que el vandalismo no paga y que el local va a cerrar, dejando una tapera arruinda detrás. Pero ni en esta ciudad de plantas bajas arruinadas se entiende que, aunque sea, no vale la pena gastar ese dineral en romper el patrimonio.

Proteger estas piezas individuales ayuda a los vecinos, a los de Salvar Floresta y a tantos otros, a dar la buena pelea por lo suyo. Es que tienen más armas legales y más peso para frenar un tipo de vándalo que no tiene problemas en coimear y alquilar patotas para intimidar. La lista contiene además verdaderas bellezas a preservar, como el quintón de Mercedes 288. Es una tipología casi perdida en nuestra ciudad, pero ésta en particular es la sede original de Radio Mitre, una de las primeras instalaciones de esa tecnología en las Américas y ahora preservada en grado estructural. El mismo grado cubre la casa Salarreguy, de Bogotá 3900, una hermosa residencia de dos pisos en impecable estilo original. Sigue la lista con piezas especiales como la de Yerbal 3606, que fue del guitarrista Juan Falú. Resulta que el hombre amaba tanto esta bella esquina que, cuando sus hijos crecieron, se tomó el tiempo de venderla “con cargo”, a alguien que aceptara por escrito nunca demolerla...

Y para terminar de festejar, se agregaron al APH el mástil de la plaza Vélez Sarsfield sobre la avenida Avellaneda y la escultura Columna de Vida, creada por el vecino de Floresta Antonio Pujía para la misma plaza. Y dos curiosidades: la chimenea de Gaona 4150 y la casa y la chimenea de Mercedes 430.