Hasta mañana se puede ver un seleccionado de diseñadores originales, varios llegados del interior a esta ciudad, dedicados a varios rubros de indumentaria, ornamento, ecología y juegos. Dentro de la categoría sustentable, desde lo social y ambiental, se destaca el trabajo de Modesta, el emprendimiento que confecciona todo tipo de accesorios de buena factura -bolsas, gorros, sobres y billeteras- fabricados reciclando bolsas plásticas. “Entre 50 a 100 para una cartera”, como hacen saber.

También en ese segmento vale destacar las propuestas nuevas y sobre todo contemporanizada, si cabe el término, de la Asociación de Mujeres Wichí Siwan’i, quienes a partir de las hojas de una bromelia del monte del norte más conocida como chaguar, extraen una fibra ultraecológica que transforman en hilos para armar diferentes tejidos teñidos naturalmente con otros frutos. ¿Una perlita? Los nuevos bolsos/carteras monocolor.

De más cerca, la plaza Serrano y pasando por el Malba, llega el joyero Juan Altamirano con su marca Entrelineas y collares, anillos y brazaletes en tejidos industriales. Un ejemplo es la Cooper, en cobre esmaltado, y otro es la Air, en PVC. Bello y sutil trabajo, que demuestra una vez más que en la órbita de los joyeros contemporáneos argentinos, la exaltación de materiales ordinarios es un distinguidos sellos particulares.

Estas piezas de joyería se presentan en un espacio curado por la diseñadora industrial Marina Massone, que además presenta su producción personal. como la colección Templo inspirada en la morfología y construcción de un panal de abejas, y sus recientes cerámicas de la línea Bosque. Entre las cosas a ver está la instalación “Elijo diseñar una Joya…”, formada por doce piezas creadas por doce joyeros: Caudal Joyas, Clara & Yema, Homini Studio, Laura Ro Joyas, Paula Pizani, RZ Studio, Sol González Joyas, Tali Wasserman, Entrelineas, Juan Vellavsky y Fernanda Oliva. Las piezas se inspiran en conceptos como la fragilidad de la belleza, los fósiles, la percepción, el encuentro, los pequeños mundos y el tao, entre otros.

Entre los productos para chicos, que es un sector de gran creatividad entre nosotros, se puede ver la novel etiqueta Hilo sin Fin, formada por la licenciada en letras Mariela Rivas y la psicóloga Marisol Mirabel. Inspiradas en el juego de los más chicos, desarrollaron una colección de piezas textiles que abarca desde mantas que se convierten en capas, hasta almohadones que ofician de compañía, títeres en tela o mini-gimnasios para bebés. Lo interesante además es que para cada línea trabajan codo a codo con ilustradores y artistas. La manta de juego va al juego de caballeros y princesas, e incluye la corona de tela, una espada de goma-eva y una hoja de actividades ilustrada por Angela Corti. Tintas al agua, fibras de algodón y un estampado estrictamente artesanal y manual, junto a las ilustraciones de otras artistas como Cecilia Alfonso Esteves, Celeste Aries, Nini Malamud y Mundo Bu, completan la apuesta.

De larga e impecable trayectoria, Casa Florece, una de las más lindas propuestas en indumentaria infantil a pura estampa de la diseñadora y artista Flor Cacciabue, se une con proyecto Chivo de Luciana Godoy para presentar un proyecto conjunto -Tipi, una lúdica tienda de tela que brinda a los más chicos la posibilidad del espacio propio y la manta Sharpei, suaves, mullidas, confeccionadas con frisa y gabardina 100% algodón que se transforman en bolsa de dormir.

Entre los juegos de diseño se destacan las cartas para truco ilustradas por Jo Rivadulla, diseñador gráfico cordobés que combina dibujo tradicional e ilustración digital con diversos personajes e íconos locales en una propuesta de maso renovado y argento. Otros objetos lúdicos incluyen los glamorosos y originales escobillones del estilista Cristian Blaseti para su marca Blasdesign, el afiche con raspadita para seguir los meses de embarazo y el tangrimán de Diseño Crudo. Además de las piezas en cerámica como la Paltita, una especie de dispositivo para mantener a flote el brote de la palta (en reemplazo de los clásicos escarbadientes) y el miniregador de cactus de Papaya.

Y en temas de moda, se destaca la nueva colección Equilibrio de la diseñadora Poty Hernández, que en esta oportunidad invito al artista Julián Chu Manzelli para jugar con su siempre virtuoso manejo de la estampa al servicio de la indumentaria. Tambien hay que hablar de las prendas de Vivi Uchitel, en algodones y sedas, muchos de ellos estampados con la técnica japonesa shibori, aplicada exquisitamente como ella sabe.

El escenario de este encuentro es la Feria Puro Diseño, en La Rural, que armó sectores especiales para destacar a los jóvenes diseñadores.