Sáb 27.08.2016
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Diseño en Nueva York

Ignacio Ciocchini es el argentino que recreó Bryant Park y ahora está interviniendo en el Meat Packing District, Arlington y otras zonas urbanas. Una charla sobre ideas y equipamientos.

› Por Luján Cambariere

Desde Nueva York

El diseño urbano de buena parte de Nueva York es obra de un argentino, el diseñador industrial Ignacio Ciocchini. Su proyecto más famoso es el Bryant Park, atrás de la Biblioteca, una de las zonas más bellas, dinámicas y concurridas de la ciudad. El éxito de su intervención le sumó cada vez más proyectos como el del muy de moda Meat Packing District, otro que interviene en barrios periféricos y varios start-ups para los cuales está desarrollando mobiliario urbano inteligente como una estación de carga movible por energía solar para smart phones y tabletas para espacios públicos y hasta un cargador eléctrico que se instalara en las veredas para abastecer las ambulancias del departamento de bomberos.

–¿Qué estas diseñando ahora para Bryant Park y la 34?

–Estamos diseñando una entrada para el parque en la 6ta Avenida y la Calle 40, ya que aumento el tráfico de peatones de ese lado al haberse construido más edificios alrededor. Un reloj urbano inspirado en uno de madera tallada que está dentro de la Biblioteca de Nueva York, al cual vamos a escanear en 3D para usar ciertas partes. También estamos rediseñando el interior de los baños públicos que van a incluir una sala de espera y una rampa de acceso para gente con discapacidad y carritos de bebes. El proyecto más grande que tenemos ahora es el rediseño completo de lo que llamamos el “Winter Village”. El evento dura cuatro meses por año e incluye una pista de patinaje sobre hielo, un restaurante, una sala para eventos, un árbol de Navidad gigante y 200 quioscos de navidad desde los cuales se venden artesanías, productos y comidas típicas. El patinaje sobre hielo es gratis gracias a un sponsorship. En el distrito de la Calle 34, estamos diseñando todas las plazas urbanas que el Departamento de Transporte creó en Herald Square en forma temporaria como prueba piloto en 2008. Estas plazas ahora se van a convertir en espacios públicos permanentes. Es un proyecto muy grande que será costeado de una forma parecida a la que se maneja Bryant Park y también incluye todo el mobiliario urbano. La idea es crear espacios públicos mucho más grandes para una zona que tiene unos de los flujos de peatones más altos de Nueva York.

–¿Cuáles son las claves para crear espacios urbanos hoy?

–Lo que está pasando en Nueva York y muchas ciudades de Estados Unidos, es que la generación de los Millennials está decidiendo primero en que ciudad o barrio vivir y después dónde trabajar. No les interesa tener auto y prefieren usar el transporte público. Ya no funciona la idea de que una empresa se puede localizar en cualquier lado y que los empleados van a llegar sin importar como, menos si tienen que manejar y no hay transporte público. El ideal es vivir cerca de donde se trabaja, se va a la escuela, se hacen las compras. Las empresas tienen que mudarse a los lugares donde vive el talento joven que necesitan y tienen que tener edificios con prestaciones que los atraigan. El barrio donde están estos edificios es todavía más importante y sobre todo los espacios públicos que hay alrededor. En este sentido es muy importante entender que los espacios públicos no son sólo las plazas y los parques, las veredas son muy importantes ya que comunican los edificios con los parques y el transporte. Las veredas son espacio público y deben ser tratadas como tal. Lo que los norteamericanos llaman “Streetscape” empieza con la calidad de los frentes de los negocios, continua con tener suficiente espacio para mirar vidrieras, amplio lugar para caminar, una zona de equipamiento urbano con funciones como la sombra, asientos cómodos para poder descansar y seguir caminando, protección contra la lluvia, árboles, plantas, estaciones de transporte confortables, iluminación para los peatones y no solo para los autos. También bici sendas con estacionamiento de bicicletas y Bike-Share incorporadas a las calles que ya no pueden ser sólo para los automóviles. Ya no hay espacio para tantos autos en las ciudades y está probado que agregar o ensanchar calles lo único que logra es aumentar más el tráfico. Un diez por ciento del incremento en capacidad desaparece en 6 años o menos. Una de las formas más eficientes para reducir el tráfico es eliminar calles para convertirlas en espacios públicos o sistema de transporte alternativo. Esta son estrategias que ya están funcionando muy bien en varias ciudades del mundo. El proyecto en el que trabaje en el Meat Packing District y otro en el que estoy trabajando ahora en Arlington tiene que ver con esto. Estos barrios sólo eran comerciales o industriales y ahora son también residenciales. Los edificios nuevos mezclan funciones residenciales, de esparcimiento, educativas, y comerciales, entonces las veredas no están preparadas para recibir a la gente que ahora vive en el barrio además de trabajar. La infraestructura urbana necesaria no está presente. Para los dos proyectos diseñé las estrategias para el mejoramiento urbano que incluyen modificaciones a las veredas y colecciones de mobiliario urbano que dan soluciones a problemas específicos que tenían estos barrios. Hay que pensar en la ciudad como un producto que tiene que atraer a los residentes, los negocios y a las empresas que la urbe necesita para poder sobrevivir. Los espacios públicos juegan un papel importantísimo en atraer inversiones a su alrededor que no se manifestarían de otra manera. Los ejemplos de Bryant Park y el High Line en New York prueban sin lugar a dudas que la inversión en espacios públicos tiene una influencia mucho más grande del que se creía, tanto en el retorno económico como en la salud de los habitantes que viven cerca del parque. Este proceso beneficia a los residentes que ven como aumenta su calidad de vida en el barrio.

–¿En qué otros proyectos que involucran la vida en la ciudad estás trabajando?

–Soy consultor independientemente de diseño urbano y diseño de productos. Diseñé un banco urbano para el Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York, el CityBench. Ahora el proyecto ya está terminado y patentado, se instalaron 1500 y la ciudad acaba de ordenar 700 más. El producto está vendiendo muy bien y ya se a extendido su uso a otras ciudades como Chicago y San Francisco. Ahora estoy trabajando con varias start-ups con las cuales estoy desarrollando mobiliario urbano inteligente. Con una de ellas estoy diseñando una estación de carga movible por energía solar para smart phones y tabletas que se usa en espacios públicos. Ya estamos testeando prototipos en parques de New York y el producto recibió un Green DOT Design Award. Con otra start-up estoy desarrollando un cargador eléctrico que se instalara en las veredas para abastecer las ambulancias que usa el departamento de Bomberos. Son más de 200 ambulancias que tienen el motor prendido todo el día para que puedan funcionar los sistemas de comunicación y de refrigeración de medicamentos mientras esperan por una emergencia. Al usar energía eléctrica para mantener estas funciones, se reducen el ruido y 45 toneladas de dióxido de carbono por ambulancia, por año. El producto percibe al usuario cuando se acerca y se activa solo, tiene indicadores LEDs que comunican si está funcionando bien o no, y el cable de carga se retrae automáticamente cuando el operario enciende el motor de la ambulancia. La Comisión de Diseño Público de la Ciudad de Nueva York, que tiene que aprobar todo lo que se diseña para la ciudad, me acaba de dar un premio por este producto. Otro proyecto muy interesante es uno que tiene que ver con los barrios periféricos y las estructuras de trenes elevados que todavía existen en Nueva York. La mayoría de estas estructuras desaparecieron de Manhattan cuando estos trenes se convirtieron en subtes, pero en Queens, Bronx, Staten Island, y Brooklyn todavía existen más de 1125 kilómetros de estructuras elevadas que pasan por barrios residenciales y arruinan muchas avenidas comerciales y espacios públicos. Los trenes son ruidosos, las estructuras son feas, están mal mantenidas y crean sombras oscuras sobre las veredas y la calle. Para solucionar este problema estoy desarrollando un sistema modular de mobiliario urbano inteligente con funciones de carga de dispositivos inteligentes, asientos, iluminación para peatones, reproducción de audio, wi-fi, y conexión eléctrica para eventos públicos. Este sistema será utilizado por el Departamento de Transporte para activar espacios debajo de estas estructuras hasta que se consigan los presupuestos para hacer mejoras permanentes o proyectos existentes se terminen. El Departamento de Transporte planea mover los productos de un barrio a otro para crear un programa rotativo que pueda tener un impacto en diferentes zonas.

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