En el museo
El Malba se transforma en tienda de diseño con piezas de Diana Cabeza, Alejandro Sarmiento, Marcelo Mazza y Pedro Reissig.
› Por Luján Cambariere
Como en los grandes museos del mundo (el Moma creó su departamento de curaduría dedicado a arquitectura y diseño en 1932), la tienda del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires ya ofrece obra de industriales, textiles, artistas plásticos y arquitectos argentinos. Para la presentación oficial, convocaron a cuatro nombres reconocidos del diseño local que sumaron sus abordajes en el empleo de distintos materiales.
“En pelotas”
Así decidió llamar a su proyecto el diseñador industrial Alejandro Sarmiento. No sólo por tratarse de productos realizados en base a esferas inflables –ver fotos– sino porque una vez más, con sus ideas que escapan a las convenciones, él también se expone. Mediante uno de sus materiales aliados, las estructuras poliédricas (en PET) y otros como diferentes textiles o hasta un cilindro neumático, Sarmiento crea piezas que sirven para sentarse hasta otras que pueden usarse como paredes divisorias o módulos de juegos. Las Ready Made (de forma cilíndrica) ofician de puf y las Mar del Plata (donde las distintas estrangulaciones o deformaciones van dando lugar a formas de pechos o colas) seducen y hacen cómplices a quienes se animen al contenido que siempre hay detrás de sus objetos. “Sobre todo son productos amigables donde también jugué con la idea de sacarle la dinámica a la pelota, herramienta de casi todos los deportes. Y así, estabilizándola o redireccionándola, se logra un mayor contacto y roce.”
Bendita tú eres
La única dama de esta presentación oficial, Diana Cabeza, arquitecta especializada en equipamiento urbano e institucional, presentó la silla multipropósito Lina en homenaje a la brasilera Lina Bo Bardi. Plegable, colgable y transportable, su forma desaparece hasta convertirse en un “no objeto”. “Esta silla nace de bucear en los hábitos humanos. Cerca de la naturaleza, del uso espontáneo y de la actualización de la tradición”, dirá su autora. Para interiores llega en madera removible y tiras de tiento crudo. Para exteriores, en aluminio y tiras plásticas.
Aluminio y cuero
Por último, Marcelo Mazza, quien estudió ingeniería aeronáutica pero hace años se especializa en el desarrollo de luminaria, escenografía y objetos, trabajó con aluminio y Corian creando un juego de tazas semitérmicas de pared doble sin asa. Y Pedro Reissig optó desde su proyecto Vacavaliente por “revolucionar o evolucionar al cuero como material centrándose en sus propiedades estructurales como textil. El regreso inteligente de la vaca a la cultura urbana contemporánea”, sostiene Reissig.
La tienda ofrece además productos de otros autores, como las piezas de cuentas de acrílico facetadas e hilvanadas del rosarino Román Vitali. O los textiles de Martín Churba, de Tramando. Y la vajilla de la línea Plast de Leo Battistelli, una colección hecha en arcilla extraída de los desprendimientos naturales de las islas del río Paraná, con el interior esmaltado con vidriados artesanales, basada en envases plásticos descartables.
También hay alfombras de diseños de Pablo Siquier, Pedro De Volder o Ernesto Ballesteros, entre otros, producidas por Vanina Mizrahi. Y las originales cámaras y accesorios fotográficos Lomo, que en vez de captar la realidad abrevan de distintos sistemas para distorsionarla.
Tienda Malba: Figueroa Alcorta 3415, www.malba.org.ar