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Por Matías Gigli

La arquitectura vinculada con las funciones judiciales tuvo esta semana sus jornadas de reflexión y encuentro. Fue el Primer Congreso Nacional de Arquitectura Judicial y Seguridad en los Edificios Judiciales y las Segundas Jornadas de Arquitectos y Responsables del Area de Infraestructura de los Poderes Judiciales. Organizado por la Asociación Argentina de Arquitectura para la Justicia, presidida por el arquitecto Carlos Firvida, y por Jufejus en el Centro Cultural San Martín.
Dado el constante crecimiento de la actividad judicial, junto con la escasez de edificios y la obsolescencia de los existentes, Arquijus está trabajando en programas de investigación para avanzar sobre la elaboración de estándares para el dimensionamiento de los espacios de la administración de Justicia, sobre las pautas para el diseño, el equipamiento y tecnología para las salas de audiencias, sobre las pautas generales de iluminación para los distintos lugares de trabajo, sobre el espacio de la mediación como un nuevo espacio judicial, además de la integración de unidades del Servicio Penitenciario –Alcaldías– a los espacios judiciales, el análisis y propuestas de futuro de la arquitectura penitenciaria, y el análisis y diseño de las tipologías espaciales de los institutos de menores.
La idea es nuclear en torno al debate y a la reflexión a todos aquellos arquitectos que están vinculados con la materia, ampliando la convocatoria a abogados, ingenieros y demás profesionales que complementen con otras miradas el intercambio.

La nueva arquitectura para los tribunales
El Complejo Edilicio Judicial y Parque Público en Comodoro Rivadavia es un ejemplo de la nueva arquitectura vinculada con la Justicia. El proyecto ganador del Concurso Nacional de Anteproyectos realizado en junio del 2001, cuyos autores son los estudios Baudizzone-Lestard y Kelly-Lestard-Maldonado-Donozo, ahora está en etapa de construcción.
Es un ejemplo no sólo de una arquitectura vinculada con un parque natural sino, además, de que los proyectos elegidos a través de un llamado a concursos se construyen. Este edificio es un emblema de la nueva arquitectura para la Justicia y lo es por su interés por rescatar el valor del edificio de Justicia por su presencia urbana, sin necesidad de recurrir al monumentalismo, pero sí constituyéndose en un hito urbano.
El edificio está vinculado con un parque y valora el desplazamiento en dos plantas, lo que minimiza las circulaciones verticales. El lugar está pensado para tener flexibilidad de usos y lo compacto de la propuesta arquitectónica les da una mínima exposición a los vientos y aprovecha el asoleamiento del lugar.