Ya está en marcha el debate del Plan Urbano Ambiental, el postergado master plan para darle algunas soluciones de porte a la ciudad. Esta semana se publicaron las convocatorias públicas para inscribirse en el Foro Participativo Permanente y constituir la Comisión Asesora permanente honoraria, que busca entidades académicas, profesionales y comunitarias con trayectoria y representatividad. En www.buenosaires.gov.ar/copua hay más información.

Uno de los temas que se van a debatir, y probablemente mucho, es el entorno del Aeroparque, que reúne proyectos particularmente grandes y que tiene sus ambiciones. Como para ir entrando en tema, pensemos en el bosque de jurisdicciones, que requieren varios acuerdos entre la Nación, dueña de lugares y físicos, y la Ciudad, autoridad local. Ni hablar de los conflictos entre leyes de nivel local y nacional. Es que en el tema participan, por la Ciudad, la Secretaría de Infraestructura y Planeamiento, las subsecretarías de Planeamiento y Transporte, Autopistas Urbanas y el Plan Proyecto Protección de Inundaciones; y por la Nación la Secretaría de Transporte, las subsecretarías de transportes Aerocomercial y Ferroviario, la Fuerza Aérea y Orsna. Es que el ordenamiento urbanístico del Area Aeroparque –nombre oficial del proyecto– implica a la red de autopistas y vías interconectadas, el plan hídrico y el ordenamiento del entorno del aeropuerto, del antepuerto y de Retiro, nada menos. Todos estos actores trabajan coordinados en la Comisión Mixta de Estudio y Enlace.

Los objetivos son la recuperación de la costa porteña, ampliando la costanera y sacando la infinidad de camiones que la recorren como parte de la red de tránsito pesado de la ciudad. Básicamente, se planean nuevos parques en ambas “puntas” del aeroparque, correr los camiones tierra adentro, mejorar el acceso al área y compatibilizar los cambios para que no generen un desastre en las zonas cercanas.

La nueva costanera resultante, se propone, va a ser casi el triple de la existente ya que se agrega la costa de la Ciudad Universitaria y la del antepuerto, que es ese sector de containers entre Retiro y el Aeroparque. Toda esta obra se coordina además con el proyecto de protección de inundaciones, que el sector incluye la desembocadura del Maldonado, que tantos dolores de cabeza la ha dado a tanto intendente y jefe de Gobierno.

El aeropuerto va a tener una pista cinco metros más ancha, de 40 a 45 metros, y más larga, con nuevo instrumental y áreas de seguridad más grandes en las cabeceras.

En total son seis sectores de obras que van de Pampa al entronque con la Costanera Sur, antes de Retiro y que generan nuevos espacios verdes en tres lados del aeropuerto e incluyen viaductos y la terminación de la autopista. El llamado a concurso de la obra abarca un área de casi 200.000 metros cuadrados.

Como se ve, el tema del traslado del Aeroparque fuera de la ciudad o a una isla artificial ni siquiera figura en el repertorio que se maneja.