Esta semana se conoció el trabajo ganador de la nueva sede del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires, distrito IV, sede San Martín.

El concurso se convocó para proyectar la nueva sede en la esquina de las calles Virrey Liniers y Moreno, inserto en un tranquilo sector barrial de San Martín. El programa de necesidades pedía un edificio de cuatrocientos metros cuadrados en los cuales se desarrollaran un espacio para auditorio de doscientos metros, una biblioteca, un archivo, un sector administrativo y un espacio para las asesorías, además de un lugar para cinco cocheras. Con el proyecto ganador ya definido, la idea es demoler el edificio existente y materializar el nuevo con un programa de necesidades más amplio que convoque a la participación de los arquitectos del colegio.

Los jurados de los veinticinco trabajos presentados fueron los arquitectos Jorge Moscato por los participantes, Félix Casiraghi y Marisa Giorno por el Capba. Ramón Rojo fue el asesor del concurso.

El ganador fue Joaquín Ignacio Sánchez, el segundo premio lo obtuvo Alejandra Bianchi y el tercero Jorge Epelman y Gabriel Galván. Se otorgaron tres menciones sin orden de mérito, una para Matías Gigli, otra para Ernesto Lacalle y la tercera nuevamente para otro trabajo de Joaquín Ignacio Sánchez.

El proyecto ganador volcó el edificio sobre la calle Liniers, generando un patio posterior que podrá ser usado tanto como estacionamiento como para un patio de esculturas al aire libre. Esto le otorga al interior del edificio una buena iluminación, ya que tiene dos fachadas vidriadas. En la planta baja y en el subsuelo se ubicaron las áreas pasibles de ser usadas fuera del horario de funcionamiento del Colegio. Al SUM se lo ubicó en el subsuelo y, como el edificio cuenta con un patio inglés, existe un consiguiente aporte de iluminación y ventilación natural, así como un pequeño lugar de expansión en el SUM.

El proyecto cuenta con una doble altura y dos núcleos de escaleras, lo que independiza las actividades administrativas internas con la circulación de los matriculados. Otro elemento destacable del proyecto ganador es el alto grado de flexibilidad del edificio y el uso de parasoles en ambas fachadas.