Entre Shh (2000) y Miedo (2003) pasaron algo más que dos años en la pequeña historia de Adicta: la partida de Fabio Rey (ver al lado) y un nuevo tratamiento de las canciones, aunque el eje medular sigue siendo el mismo. Glam y una testaruda admiración por Virus. “Hay un cierto romanticismo en el armado de las canciones que nos conecta directamente con Virus, unas letras que apuntaban a tu corazón y a tu cabeza, y una música que apuntaba a tus pies. Creo que recreamos ese espíritu”, admite Rudie Martínez. “No nos jode que nos comparen con ellos... diría que es un orgullo”, piensa en voz alta. ¿Y la partida de Fabio? “El se fue en una época de transición. Esta nueva banda no tiene nada que ver. No hubo un reemplazo, más bien fue un renacimiento.”
–¿Te gusta Fanfarrón, la banda que formó Fabio?
–Sinceramente no la escuché.
Pasemos a otro tema, entonces.
–¿Reivindican la estética y sonido de los años ‘80?
–Crecimos en los ‘80, éramos adolescentes, y es ahí cuando la música se te incrusta en la memoria, nunca la olvidás. Nos gusta ese espíritu
caprichoso, no condescendiente. Los grupos hacían lo que querían, cuanto más raro mejor, sin preocupaciones aparentes por vender discos. Había como algo decadente y optimista a la vez, muy interesante.
C.V.


Adicta toca este sábado a las 23, en el Teatro ND Ateneo (Paraguay 918).