LA EPICA DE LOS JOVENES ARGENTINOS CREADORES DE VIDEOJUEGOS
Cosas imposibles
Quienes fueron parte de una generación de adictos a la Commodore 64 y sus derivados, ahora son líderes en el desarrollo de una incipiente industria argentina de videojuegos. Los más optimistas aventuran un boom para el 2006. Mientras, crean y sueñan jugando.
PRODUCCION Y TEXTOS: EUGENIA GUEVARA
Hernán Moraldo tiene 21 años, es socio de The Moraldo Company, un grupo de tres empresas de tecnología, y también encargado de Moraldo Games. Hernán comenzó su experiencia como desarrollador de videojuegos hace diez años. “Estaba fascinado por la literatura y el comic como forma de expresar historias. Una computadora llegó a mis manos y rápidamente aprendí a programar. De ahí a los videojuegos fue sólo un paso y años de dedicación. Hoy los veo como un medio para expresar ideas que resultan imposibles, o imprácticas, de presentar en otros medios conocidos (pintura, escritura, cine, etc.)”, cuenta. Además de su “costado artístico”, Hernán desarrolló el comercial y fusionó su emprendimiento H. Hernán Moraldo Productions con dos empresas familiares dando origen a The Moraldo Company. Hoy trabaja en una nueva versión de Concepto Randomedia, su juego bizarro publicado, que consiste en liberar personas y ovejas atrapadas por extraterrestres.
Como él, muchos jóvenes que pasaban horas jugando delante de la Commodore 64 cuando niños fundaron en los últimos dos años sus propias empresas de desarrollo de videojuegos. Apuntan no sólo al mercado argentino sino también al internacional. Ante la falta de inversores, llegan a solventar por sí mismos el desarrollo de sus juegos, que tienen características bien autóctonas. Todos tienen una historia para contar. Aunque Sebastián Uribe (25) puso reparos para brindar detalles de sus inicios como desarrollador: “Lo que queremos mostrar desde ADVA (ver recuadro) es que hay una industria que intenta crecer, que estamos dejando de ser individuos trabajando en solitario”. Sus primeros juegos datan de 1992, y el año pasado consiguió la inversión inicial para comenzar con Inmune Games, una empresa con juegos desarrollados por publicar, y Asado, un juego para preparar un asado que puede jugarse online o bajarse de la red. “¿Por qué hacemos juegos? Algunos escriben libros, otros componen música, nosotros creamos juegos: todos son actos creativos cuya satisfacción está en la creación misma. Crear juegos no es simplemente sentarnos a programar. Creamos universos, historias, personajes y conflictos, e intentamos que los jugadores se sumerjan en ellos.”
Gerardo Ratto formó el grupo de desarrollo Cinco Abejas, que en agosto del año pasado finalizó su primer videojuego en CD: San Martín - El Juego (consta de preguntas y respuestas sobre San Martín y dos juegos de niveles, “Batalla de San Lorenzo” y “Campamento Plumerillo”). “Buscamos dinero externo para editarlo, pero no apareció. Entonces decidí reproducir yo 500 copias del juego, que actualmente está a la venta. No es un proyecto comercial, es un producto que les dice a los niños argentinos: ¡Argentina tiene héroes! La historia de San Martín es tan épica como la de Aníbal, Alejandro o Napoleón. Queremos poner en sus computadoras su propia historia y evitar ser avasallados por las ajenas”, sostiene. Gerardo informa además que desde Cinco Abejas están desarrollando Patagonia Adventures con tecnología 3D, un juego donde se guía al personaje en Bariloche, enfrentándose con monstruos tomados de leyendas aborígenes como Nahuelito, megaterios y jabalíes.
Pero hay más. La empresa Evoluxion, fundada en el 2002, se abocó desde el comienzo a desarrollar Fútbol Deluxe, un juego para asumir el siempre difícil (pero tentador) rol de Director Técnico, que se publicará próximamente. “Porque un juego de fútbol hecho en este país está obligado a ser el mejor en su género”, según explicó Santiago Siri (24); entre las peculiaridades de Fútbol Deluxe se debe lidiar con elementos típicos del folklore argentino: la presión de la hinchada, los egos de los jugadores y los dirigentes, lo que convierte al juego en algo “menos estructurado, más psicológico y humano”. Platico Games, empresa dedicada al entretenimiento online, fundada en el 2002 por Nicolás Massi y Alejandro Quarto (23), ya desarrolló gran variedad de juegos para empresas. Actualmente trabajan enuna serie de videojuegos educativos para escuelas de Estados Unidos: uno de simulación donde se concientiza sobre los aspectos económicos, sociales y políticos de un país, y sobre las decisiones que se toman en un gobierno y cómo afectan a la sociedad. También para Estados Unidos, Neuronal Ray, la empresa de Mario Santillán y sus sobrinos, José María y Omar Visockas, trabaja en el desarrollo de un juego de ajedrez. Angry Machine realiza juegos móviles (celulares) apuntando al mercado internacional y hoy son finalistas del primer concurso internacional de juegos 3D para celulares con Demolition, un juego de simulación. Sus fundadores Daniel Benmergui y Marco Mustapic (26 y 27) ganaron antes un concurso local con Arcane, un juego de cartas de fantasía que está por publicarse en Estados Unidos y China.
Inferis Interactive, un grupo de desarrolladores de videojuegos de la provincia de Buenos Aires que tienen entre 20 y 24 años, dirigido por Edgar Almeida, trabaja en un juego de ROL (con características de la estrategia y la aventura gráfica) llamado Origen que ocurre en la Argentina, en una época “gauchesca” (tiempo ficticio) con enemigos conocidos en las diferentes regiones (leyendas del norte y sur, como el toro Zupay, la luz mala, el pombero, etc.), que incluirá música folklórica y sonidos campestres. Agustín Cordes (24) y Alejandro Graziani (23), desde Nucleosys, la empresa que fundaron el año pasado, lanzarán para esta Navidad su primer juego, Rasguños, una aventura gráfica que tiene lugar en Inglaterra: allí, un escritor de novelas de horror compra una antigua casa victoriana para encontrarse con todo tipo de sucesos extraños y un crimen sin resolver. Pablo Márquez, desde La Plata, fue uno de los creadores de Argentum Online, el primer juego gratuito online argentino, y hoy se encuentra trabajando con un grupo de desarrolladores en Argentum Online 2, que pronto estará en la red.
Andrés Arau, de la empresa Austral Interactive, está a cargo del proyecto Federación 2073, al que en los próximos días tendrán acceso los primeros 200 testers. “Nuestro juego pertenece a la categoría de Juego Masivo Multiplayer Online (los usuarios se conectan mediante una aplicación a un servidor central y crean desde su máquina un personaje) y se plantea en un escenario post-nuclear en Buenos Aires. Los personajes que podrá elegir el usuario responden a estereotipos urbanos locales: Rolingas, Metaleros, Tumberos, Hardcores, y otros. Dos bandos se disputan el control de la ciudad, barrio por barrio, y a su vez intentan eliminar vehículos invasores de la Federación, el centro de poder mundial que pretende apoderarse de las fuentes de recursos”, describe. Guillermo Averbuj (25), desde su empresa (LatDev), avanza con Gabriel Frymer sobre Crazy God Engine, un proyecto de juegos. Pero lo más importante: pronostica un futuro esplendoroso para todos los jóvenes desarrolladores de videojuegos argentinos que, solitariamente o desde sus flamantes empresas, trabajan de manera independiente. “Hay muchos grupos dedicándose a la creación de esta industria en nuestro país. Va a ser difícil, pero lo vamos a lograr. Las empresas nacionales que utilizan juegos para publicitar sus productos casi no existen, pero estoy seguro de que pronto esto va a cambiar de forma radical. Es cuestión de esperar al 2006, donde habrá juegos argentinos de calidad internacional publicados, que les harán brillar los ojos a los inversores nacionales.”
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