Jue 07.04.2005
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EL OTRO YO PREPARA UN OBRAS

La era de la madurez

Antes los criticaban por cierto infantilismo, pero aparecieron con un disco ¿adulto? como para desterrar malas lenguas. Con Espejismos, Cristian, María Fernanda y Ray llegaron a un grado de elaboración que se refleja también en sus actitudes cotidianas. “A medida que crecemos, descubrimos que muchas cosas no eran como nos dijeron”, reflexiona Cristian Aldana.

› Por Roque Casciero

Cristian Aldana no parece ser de esas personas que pueden esconder sus estados de ánimo: si está enojado, se nota; si está triste, se nota; si está feliz, se nota. Y ahora se nota que está feliz, precisamente, porque El Otro Yo pasa por una “etapa de renacimiento total”, dice. “Con María (Fernanda Aldana, bajista y cantante) y Ray (Fajardo, baterista) estamos como si hubiéramos sacado nuestro primer disco y tenemos un montón de proyectos. Y vemos que la gente está descubriendo Espejismos, que es el disco que queríamos hacer y el que la gente quería escuchar. Todo combinó en un lugar que está buenísimo.” El cantante y guitarrista de EOY sonríe cuando habla de los preparativos del show en Obras (el 16), de un tour de un mes por México (en mayo) y de un nueva “gira interminable” por todo el país. Un año atrás, en una nota para este suplemento, el gesto era más serio. ¿Qué pasó? “Cuando una cosa se da naturalmente y se afianza una idea, la energía fluye sola. Todo encaja para ir hacia donde queremos ir. Por eso es como un renacimiento: porque estamos todos entusiasmados.”
–Colmena, el disco anterior, ¿coincidió con un bajón espiritual del grupo?
–No creo que haya sido depresión o algo por el estilo. Tuvo más que ver con encontrar a las personas indicadas para poder desarrollar una idea. A medida que uno avanza, naturalmente hay gente que queda en el camino porque no se identifica totalmente con la idea a llevar hacia adelante. Mientras el grupo siga unido, esa idea seguirá estando. Y cuando alguno de los que están alrededor no entiende la idea o no está de acuerdo, se produce el chispazo. Recién ahora tenemos un grupo de gente armado como para lanzar bien un disco. En Colmena había gente que estaba acomodándose y eso hizo que el disco no saliera bien trabajado. Para mí, en lo artístico el disco está buenísimo y es un clásico del grupo.
–De todos modos, no costaba mucho bajonearse en la Argentina del 2002, ¿no?
–Claro. La realidad influye y eso está clarísimo en Espejismos. Me considero una persona sensible y si cuando voy por la calle tengo que saltar por encima de una familia que está durmiendo en la calle, no puedo hacer canciones pensando en el cielo. Si esa realidad no te toca, no sos una persona sensible.
–Sin embargo, Espejismos arranca con los pies en la tierra y termina en otra galaxia, en Orión.
–Claro, porque también es importante que, como banda, mantengamos intacta la parte artística “voladora”. Pero, al mismo tiempo, debemos tener los pies sobre la tierra. Eso es una cuestión de compromiso. En un momento en el que nadie se compromete con nada, poder hacer un disco que diga pensamientos que tienen que ver con nuestra verdad me parece importante y auténtico para nosotros. Aparte, me dan más ganas de defender lo que hacemos, porque cuando tenés un espacio para decir cosas... Está bueno que Tu ángel suene en todos lados, porque tiene un mensaje que sirve, que da algo. Y en las otras canciones también hay ideas que pueden despertar cosas en la gente. De todos modos, no podríamos ser un grupo exclusivamente contestatario, sería muy aburrido. De hecho, me aburren los grupos que son una sola cosa. El Otro Yo es muy variado, la búsqueda pasa por otro lugar, por entregar algo más, que no tiene un nombre claro, es como algo mágico que cuando escuchás una canción te pega o no, te llega o no. Los chicos a los que les gusta mucho el grupo encuentran eso, pero capaz que tienen que descubrirlo, no está tan a mano. Y eso es lo interesante, porque si no sería un rock convencional, no estaría la diferencia de la personalidad de la banda.
–El sonido de este disco es más fuerte, por momentos hasta heavy.
–En realidad es como el camino que hubiera venido naturalmente después de Mundo. Pero después del disco triple nos salió Abrecaminos, con un concepto sonoro que continuó en Colmena. Igual, vaya a saber para dónde vamos, porque para este disco teníamos como treinta canciones y quedaron afuera algunas que están buenísimas. Además, siempre hay material nuevo... Nos encantaría hacer otro disco ya mismo, pero sabemos que no vamos a poder. Hay que esperar cada momento, balancear las cosas que nos gustan con las que no nos gustan tanto para poder lograr lo más importante, que es tocar arriba de un escenario. ¡Si eso es lo más lindo que hay...! Grabar está bueno y componer también, pero no sé si hay algo más lindo que viajar y tocar en vivo.
–Las letras de Espejismos reflejan la madurez de la banda, cuando justamente antes los criticaban por inmaduros.
–Uno se divierte con la música tratando de reflejar lo que le pasa en el momento. Para mí, Colmena es un disco bastante jugado porque apunta hacia un lugar que tiene que ver con el amor. A veces suena cursi hablar de amor, aunque sea algo tan importante. En esta época a veces parece que fuera más importante el dinero y otras cosas, y cuando uno pone en primer lugar a las cosas más simples, lo tratan de inmaduro. No estoy de acuerdo con la idea de madurez que tienen algunos. Con respecto a Espejismos, el título refleja que, a medida que crecemos, descubrimos que muchas cosas no eran como nos dijeron. Y que desde chicos nos forman para que seamos obedientes y que podamos funcionar dentro del sistema. Y eso hace que en un punto tengas que aceptar mentiras para sobrevivir. El espejismo tiene que ver con la religión, con la televisión, con la droga, con tantas cosas... Cada uno se mete con lo que quiere, pero muchas veces terminás dándote cuenta de que todo era una mentira, porque te hace mierda y no te da nada.

El otro...

Los motivos de la salida de Ezequiel Araujo de El Otro Yo parecían haber quedado claros en la carta con la que el tecladista se despidió de los fans. Pero luego, en una nota, habló de no soportar que hubiera un “jefe”, en alusión a Cristian. Y éste responde: “Lo que puedo decir sobre Ezequiel es que lo quiero mucho y que creo que tiene un montón de talento. No sé cómo tomar lo que salió publicado, porque tampoco termino de creer tanto en lo que se escribe. Pero si tengo que meterme profundamente en el tema, digo que siempre quiero lo mejor para mi grupo, igual que María y que Ray. Si Ezequiel sintió en algún momento que no todos queríamos lo mismo, tal vez haya sido parte de sus motivos para dejar la banda. Nosotros seguimos a full. Pero, igualmente, lo que más rescato es todo lo que Ezequiel le dio a la banda y, más íntimamente, todo lo que le dio a mi hermana. Lo demás son cosas de las relaciones humanas que cuando pasa el tiempo se ven desde otro lugar. Ultimamente no estoy en contacto con él, pero sé que está haciendo cosas y creo que le va a ir muy bien. Ojalá que encuentre su camino y que sea feliz. Qué más puedo desearle que lo que deseo para mí”.

 

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