TRIBUTO A LOS BEATLES
Quince bandas reggaes –¡133 músicos!– versionaron temas de los cuatro gigantes del rock que en su vida viva, que se sepa, nunca curtieron esa música.
› Por Cristian Vitale
En Gerli son las cuatro de la mañana. Hay silencio, oscuridad, pero no se puede dormir. Es el momento. O te clavás una pastilla o escuchás ese disco que te tienta y, a su vez, te provoca cosa. ¿Cómo es eso de trasvasar a reggae temas de Los Beatles? Podría ser un sacrilegio, un híbrido, un despropósito. ¿Y si lo escuchara John? Cosas que uno piensa de noche. El nombre que le eligieron es inmejorable: El Album Verde. Buen arranque. La tapa es re loca. John, Paul, George y Ringo convertidos en animales de la selva –George es un caballo tocando el mandolín– y en la parte interna hay una montaña rusa cuyo trencito es ¡un pene! que termina dentro de la cola de alguien que parece ser Lennon, pero que está de espaldas. También garpa. Y ni hablar de ciertos nombres: Fidel Nadal, Resistencia Suburbana, Riddim, Dancing Mood, Mimi Maura, Nonpalidece, Alika, por repasar los argentinos.
En fin, no debe haber mejor hora –y contexto– para escuchar de qué va este disquito; 61 minutos después, ya con el sol a punto, no hay desencanto. Pero tampoco gran entusiasmo. El exótico Album Verde tiene versiones muy buenas, se recomiendan las dos de Eleanor Rigby (Antidoping de México y Nonpalidece) y Come Together por Pushin de Costa Rica, y otras maso... Después de todo, ¿quién hubiese pensado que el grupo más “inglés” del mundo se hubiese dejado violar por el reggae? No puede hablarse, en términos globales, de un disco estupendo... sí de una intención –y concreción– manifiesta. En el norte rasta no sólo está derribar fronteras geográficas sino también musicales. A partir del Album Verde –y no tiene retorno– será más difícil hablar de gueto. De los covers, mejor que hablen los músicos.
“No fue fácil para mí hacer esta versión. La verdad es que me costó más que a los músicos, porque no conocía mucho de Los Beatles. Una amiga beatlemaníaca me prestó una montaña de discos de ellos y fui escuchando a la banda por primera vez. Lo que había escuchado era sólo de haber visto algún documental en televisión. Elegí la canción más hip hopera. La versión salió en un ensayo que hicimos a las nueve de la mañana y tiene la energía de esa hora, cuando das gracias y pedís fuerza para enfrentar el día. Después, la fuimos puliendo, poniéndole efectitos. La música es para que la gente se junte, y ése es para mí el mensaje de la canción.”
“Cuando nos convocaron para participar, nos entusiasmó. Además de encontrarnos en un aprieto, empezamos a investigar acerca de qué temas podríamos versionar. Y nos encontramos con que muchos de los temas que teníamos ganas de versionar ya lo estaban. Seguimos investigando y probamos con Revolution, pero sentimos que no rodaba. Lo abandonamos y apareció Eleanor Rigby, canción triste, pero bonita, cuya particularidad es no tener los clásicos instrumentos rockeros sino un gran arreglo para cuerdas... ¡Genial! Comenzamos a ensayarla y la canción rodaba, como decimos nosotros. Creemos que quedó una versión con fuerza y que logramos adaptarla al roots de Nonpalidece. Para la mayoría de la banda fue un descubrimiento de Los Beatles y para otros volver a escucharlos, sacarse el sombrero ante semejante banda. Sin duda, de las mejores de la historia de la música. ¡Máximo respeto a los Beatles!”
“Cambiar de género un tema conocido es siempre una especie de ejercicio de estilo. En este caso la operación fue doble, porque elegimos Because, que es un tema casi coral y lo transformamos en otro casi instrumental, apenas con una cita de la letra fraseada, totalmente distinta a la original. Eso implicó un trabajo bien interesante. De hecho, creo que esa versión es nuestro mejor laburo de arreglos. La grabación fue otro momento interesante, porque la produjo Flavio Cianciarulo, que después terminó produciendo nuestro nuevo disco y tocando en varios de nuestros shows. Fue amor a primer oído.”
“Por iniciativa mía y de Fernando (guitarra) elegimos Here Comes the Sun. Me sentí atraído por el estribillo –’Ahí sale el sol, está todo bien’–, porque sonaba a mensaje rastafari. Y Fernando tenía Abbey Road como uno de sus discos preferidos fuera del reggae. La particularidad es que son dostemas en uno: la base rítmica es el tema Break Down the Walls de Mikey Dread. Nos quedó con la melodía del tema original más la línea de bajo de Mikey y un mix de batería acústica ejecutada por mí, más una programada por Fernando Pérez, operador en vivo de la banda. No se le dio toques rebuscados. Es una versión simple, realizada con mucho respeto hacia Los Beatles.”
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