TOMMY LEE, GILBY CLARKE Y JASON NEWSTED BUSCAN CANTANTE PARA SUPERNOVA POR TELEVISION
Viaje al corazón de Hollywood, donde la maquinaria del espectáculo se devela brutalmente, y se descubre, por cierto, aquel mito de que el rocanrol recorría caminos distintos del resto del “entertainment”. Rockstars –el programa que el año pasado le encontró cantante a INXS y se verá por People & Arts– es la muestra de que la la televisión llegó al rocanrol para cruzar géneros de manera contundente.
› Por POR MARIANO BLEJMAN, desde Los Angeles
Darth Vader se levantó temprano. El Hombre Araña anda por ahí, tratando de no apoyarse demasiado en ningún lado, porque corre el riesgo de rasgar su vestidura –parece comprada en el Once– si se pone contra alguna pared. Si uno escucha con atención al stormtroopers (esa versión blanca, plástica y rompible de Darth Vader) notará que habla perfectamente español, ya que se trata de un hispano ilegal. La ciudad de Los Angeles se levanta y el chofer que lleva al NO hasta el corazón de la industria del espectáculo señala el lugar donde Marilyn Monroe hizo la escuela secundaria, muestra la alfombra roja donde se entregan los Oscar, y señala Whisky A Go Go, esa disco donde hizo culto Jim Morrison. Así es: cada lugar es una historia, mediáticamente explotada hasta el hartazgo.
Hollywood ha sabido concebirse como un lugar de exportación. Como una ciudad-escenario capaz de extrapolar sensaciones que no pueden vivirse en carne propia si no son en celuloide. Es el escenario de todas las películas, pero sin guión. Un set inmenso, plagado de avenidas andando en un eterno loop. Una ciudad-fetiche, plástica y distante. Una ciudad global, para un show global. Es uno de los pocos lugares de Estados Unidos que muestran algo de historia: la del mundo del espectáculo que es casi la misma que la de este país.
Porque si el cine es un negocio de productores y guionistas, y el resto va detrás intentando convencerse a sí mismo de que no vive de fábula; el lugar que ha ocupado el rock en Los Angeles (en la cultura joven y popular del mundo) es tan grande y pretendidamente influyente como los autos que recorren sus calles. Por eso resulta por un lado sumamente extraño la génesis de este proyecto conformado por tres verdaderas estrellas del rock-metal, subidos a un programa de televisión que servirá de escenario para buscarles cantante: la celebridad de Tommy Lee (ex Mötley Crüe), el bajista Jason Newsted (ex Metallica, actualmente con Voivod) y el ex Guns N’ Roses Gilby Clarke harán un show de televisión (por People & Arts desde el 5 de julio) para elegir el ¿frontman? de una banda que se llamará Supernova (el nombre se lo puso Newsted y se podrá votar en tupeople.com además de por teléfono). Serán conducidos por Dave Navarro (ex Red Hot Chili Peppers y Jane’s Addiction) y la prominente Brooke Burke, mucho más sostenida en la pantalla que en la vida real. El ganador participará de la banda y serán producidos por Butch Walter (Avril Lavigne, Pink) y la producción general es de Mark Burnett.
Los tres andan juntitos, ahora, enfrentando a la prensa del mundo (son capaces de muchas cosas bastante más bravas, por cierto) sobre los “pros” que han encontrado en el proyecto. Ahora, Gilby está a la izquierda de Jason (en el medio) y del otro lado se sienta Tommy Lee (¡es Tommy!, el jocosamente célebre esposo de la Anderson). A pesar de la escena, un ambiente provinciano envuelve el grupo de periodistas latinos (dos mexicanos, dos colombianos, dos brasileños, un chileno y el NO) que llegaron hasta Los Angeles. Casi todos tienen a bien considerar que la programación propuesta tiene, al menos, dos lógicas opuestas que –se podría pensar a priori– no cuajan. Porque si en algo coinciden las bandas de las que alguna vez estos personajes fueron partícipes (Mötley Crüe, GNR y Metallica) es que se hicieron hiperpopulares –siempre dentro de los límites del jevi de los ‘80–, explotaron mundialmente a comienzos de los ‘90 como personificación de lo que el rock más visceral podía ofrecer. Y ahora amenazan con ser un espectáculo verdaderamente popular.
Empieza el NO: ¿cómo se combinan las leyes del rocanrol, con las de un reality show? “Por empezar, esto no es un reality, es un show de televisión”, sacude Tommy Lee. ¿Ok, cómo se combinan? Toma la posta Newsted, quien no dejará de hablar casi en ningún momento: “No nos preocupamos sobre la televisión. Somos ex músicos de bandas muy grandes, y tenemos el medio más grande que se haya conocido, a través de un programa de televisión para encontrar al mejor cantante del mundo para nuestrabanda, a través de una cadena nacional, y no tenemos que pagar un solo peso para hacerlo. Es la primera vez que gente como nosotros tiene una oportunidad como ésta”, se sincericidia Newsted. Porque lo de “gente como nosotros” envuelve dentro de una misma bolsa a lo que alguna vez se podría haber concebido como lo más radicalmente conservador que pueda haber dado el rock (en su sentido amplísimo de la palabra).
Pero todo es un poco cínico y contradictorio en Los Angeles. Por empezar, algo anda mal en una ciudad donde las avenidas tienen un carril especial para los autos que van con dos personas en su interior (para fomentar que la gente no use un solo auto por persona). La Paramour Mansion –donde se filma el programa– queda en Silver Lake, una de esas montañitas que normalmente parecen inaccesibles cuando se anda de turista: es una mansión con un espacio preferencial para su pileta. Allí crecen hoteles cinco estrellas regados por piletas de dinero.
Tommy Lee nació en Grecia, fue baterista de Mötley Crüe, banda que consiguió un fanatismo casi absurdo con su álbum debut Too Fast for Love. Con Theater of Pain, Girls, Girls, Girls y Dr. Feelgood se convirtieron en una de las bandas más famosas de rock/metal de los ‘80. Pero después de su matrimonio con Heather Locklear en los ‘80 y Pamela Anderson en los ‘90 (que incluyó el famoso video porno entre ambos que se “escapó” por Internet), Lee se convirtió en una celebridad, a pesar de su paso por la cárcel debido a algunos golpes que dijo Pamela había recibido de su parte. El año pasado, Mötley Crüe editó The Red, White & Crüe que incluyó gira, y catapultó a Tommy a un reality show llamado Tommy Lee Goes to College. Newsted no fue un miembro original de Metallica, pero participó de la época en que la banda llevó al heavy a los primeros rankings del mundo. Entró al grupo después de la muerte de Cliff Burton, y dio vida al emblemático álbum And Justice for All. Clarke, en tanto, fue guitarrista de los Guns N’ Roses a comienzos de los ‘90, hasta que Axl Rose pensó que era momento de alejarse de su sonido duro. Para los tres, llegar a la tele es una especie de redención.
Dice Clarke sobre Rockstar: “Todo el mundo pudo haber ingresado a participar, pero los chicos postulantes son reales, la gente es real, son grandes músicos todos, el tour y el disco van a ser reales. Pero no buscamos simplemente un cantante: buscamos un músico, alguien que nos pueda dar algo extra, alguien que sepa escribir música”. Entonces otro pregunta cómo es posible que tres músicos que conocen tantos otros músicos no hayan sido capaces (o audaces) para buscar su propio cantante: “Se hizo un scouting por todo el planeta, se visitaron 30 ciudades alrededor del mundo para buscar un cantante de nuestra banda y con plata que no era nuestra. Si vez el programa de Sebastian Bach (se refiere al programa del que participa el ex Skid Row y actualmente integrante del resurgido Guns N’ Roses, que se emitirá MTV), sabés que no va a funcionar, porque es una verdadera pantomima, pero esto es real”, dice Newsted.
–Si el show no existiera, ¿quién sería el frontman?
–Buscamos una personalidad nueva.
–¿Y si no está aquí?
–Sí está aquí –dicen los tres al unísono.
Lee: –Los elegidos son realmente buenos (pasa un avión, todo el tiempo pasan vehículos volando por Los Angeles. ¿Será Jack Bauer?); es sólo otra experiencia. Ustedes eligen quien se queda, nosotros vamos a elegir finalmente al cantante. Son todos talentosos, para ellos es sólo una experiencia más.
En fin. Sí, en los ‘80, Mötley Crüe era frívolo y lo que ahora se llama decididamente “sexista”, hacía y mostraba lo que pretendía ser; Metallica encarnaba el rol de los heavies “del palo”; mientras que los Guns eran los chicos malos que jamás entenderían el rock como un mensaje social (la antítesis sería U2) sino que eran, justamente, los chicos verdaderamente desconsiderados sobre el escenario: lo suyo era la explotación de los genotipos del macho rockero. A la distancia, aquello fue una verdadera rebelión conservadora plagada de intolerancia, y sin preocupación alguna por lo que se llama las “minorías”. En la Argentina, sin embargo, se entendió de otro modo: el heavy de estos changos era la rebelión contra el orden, la limpieza y la blandeza del pop. Pero aquellas fronteras claras (a la inversa del muro que hoy divide a California de México) se fueron diluyendo con el paso de los públicos hacia la masividad hoy –según pretenden Supernova–, los públicos que alguna vez fueron “de” Guns N’ Roses, “de” Metallica y “de” Mötley Crüe ya podrán juntarse como sólo en algunas extrañas condiciones de excitación lo hacen el agua y el aceite.
Los productores –que conocen bien este país: en el 2001 estuvieron en Bariloche grabando el Eco Challenge, que conducía Julián Weich– dicen que Tommy, Jason y Gilby fueron a verlos después del éxito de la primera temporada que hizo INXS, para reemplazar al fallecido Michael Hutchence. Y aseguran que fue Tommy quien, leyendo el diccionario (ésa sí que es una imagen curiosa), descubriera el significado de Supernova: “Una constelación de estrellas”. Entre los invitados estarán Slash y Moby, y aunque tenga la estructura de un reality, lo plantean como un “detrás de escena”.
–¿Piensan que las grandes bandas de las cuales participaron podrían haber funcionado de la misma manera si hubiesen nacido en televisión?
Newsted: –Las reglas cambiaron, las oportunidades son distintas. Preguntale a Led Zeppelin si hubiera querido estar en MTV. Seguramente no hubiesen querido, pero ahora hay nuevas tecnologías. Estamos haciendo algo nuevo. No es una banda de heavy metal, pero vamos a usar la tecnología, traer un cantante y reescribir canciones, es un mundo totalmente distinto.
Gilby: –Cada uno suena de una manera distinta, pero todos sonamos de una forma bastante fuerte. Ahora la banda está junta, esto es rocanrol, estamos sacando nuestros Marshall, man, somos tan contemporáneos, tenemos nuevas influencias y nuevas ideas. Estamos dándole un espacio a la gente que no lo tiene.
Y Lee asegura: “Pero nuestra banda suena como absoluto y fucking rocanrol, es un sonido matador”.
Entre dieciséis postulantes de perfil netamente rockero (“esto no es American Idol”, repitieron los pretendientes, que son algunos australianos, norteamericanos, puertorriqueños, islandeses, entre otros países, como para que la contienda sea mundial) habrá un ganador que tendrá déjà recorrido el camino que tarda años: tocar, conocer un productor, salir de gira, grabar un disco multinacional y hacerse una estrella mundial. Pero Rockstars viene a desmitificar uno de los grandes equívocos de la historia de la música: que el rocanrol no acataba las reglas del mercado mundial -acaso las padecía–, que hacía su camino independiente, o que hacía lo posible para devorárselo. Así, de algún modo, ahora lo explicita más cuando se comprende la familiaridad con la que conviven en estos momentos la industria de la tele con tres personajes que formaron parte de lo más “jugado” del rock.
Es aquí, entonces, cuando Newsted le contesta a Dave Navarro (ver recuadro) sobre el proceso de creación, eje del debate. “En una banda, la creación no es privada, es pública. Llego con una canción, se la doy a Gilby, luego Tommy la escucha y hace arreglos y agrega algo que no tenía cuando llegó. Es un proceso colectivo, no es privado ni personal.”
–Tommy Lee, en una entrevista dijiste que las chicas calientes no cantan (“hot girls can’t sing”). ¿Seguís manteniendo esa idea?
Lee: –Estaba equivocado, las chicas que están aquí ahora cantan tremendamente bien.
Se sabe, la televisión de trasnoche siempre ofrece un espacio para la redención. Y Tommy Lee es el ejemplo nunca mejor consumado.
Dave Navarro es una especie de dandy: ahora se lo ve en las trasnoches del cable jugando al poker en mesas plagadas de famosos, pero no siempre fue así. Hubo una época en que fue miembro de Jane’s Addiction junto a Eric Avery, y luego se subió a la furia de Red Hot Chili Peppers. Ahora, mientras conversa con el NO, pide que no le saquen fotos porque su perfil puede salir mal. Lo primero que asegura Navarro es que jamás participaría de un programa así, donde en este caso será conductor junto a la exuberante Brooke Burke, quien apenas participa de la entrevista. “Es que tengo mi propia banda, Panic Channel, y estamos por salir de gira y grabar un nuevo álbum que saldrá en agosto. No me gustaría unirme a una banda en televisión. Mi proceso de creación es privado y así es como trabajo. Si ellos quieren hacerlo, que lo hagan.” Aunque Navarro no descarta tocar.
¿Qué viene a ser la música “pop” sino algo destinado a la masividad? Por definición, el concepto puede estar un tanto perimido y confundido, pero un programa de televisión que pretenda formar una banda de rock purito parecería destinada a ser popular. “El pop ya no significa más ser popular”, se defiende Navarro. Y retruca: “Pero esto no es American Idol” (la crítica se escucha durante la tarde, como si la separación del programa menos rockero de la televisión yanqui fuera un lastre del que hay que deshacerse antes de comenzar). “El pop se trata de cómo decir algo, mientras que el rock se trata de lo que dices realmente”, redice Navarro, quien todavía recuerda su show en River con los Peppers.
Navarro levanta las banderas del Panic Channel, que además de su banda es también una manera de enfrentarse a los medios, el showbizz, las publicidades y todo eso que hace “ruido” en esta sociedad. Curioso, ¿no?, que Navarro utilice sus pocos minutos frente a la prensa mundial coordinada por una superproducción hollywoodense para hablar de lo “sobresaturado” que están los medios. Eso sí, cuando una periodista brasileña le hace una pregunta demasiado larga, Navarro amenaza:
–¿Me vas a dejar contestar, o quieres que me vaya?
–No –dice la periodista.
–Ok, seguimos. Los tiempos están cambiando. Todos estamos hiperinfluenciados, estamos hiperinformados. Hay quinientos canales, y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para poner el rocanrol en la televisión nacional –responde Navarro.
Ahora se trata de una especie de “patriada”: ocupar el espacio mediático del pop para que los chicos escuchen rocanrol. Navarro cree que en este momento “estamos influenciados por las mentiras que provienen desde el gobierno, que hay que prestar atención al estado de los medios, a la cultura, las relaciones el hombre, el caos, el terror surgido después del 11 de septiembre. Metemos estos temas en la televisión”, cuenta.
–¿Qué se hace con el pánico?
–En Panic Channel usamos el pánico para encauzarlo a través de la música, para estar en paz.
Navarro no está contra la red y la cultura del “copy & paste” parece imparable, dice, y entiende que ése es el formato ideal para conocer sobre música. “Nosotros hacemos canciones y videos para la bajar de la web, pero están en I-tunes (un sitio pago). Vivimos en una época en que la gente se concentra más en la canción que en el disco. Pero nosotros abrazamos (usa la palabra embrace) la causa del downloading. Es la forma más grande de comunicación que existe, es sin dudas el futuro de todos nosotros. Es el mejor invento jamás hecho para la distribución de música, es algo que está abriendo la mente de la gente y ya no va a volver atrás.”Burke se ha quedado sentadita ahí, al lado de Navarro, y apenas puede, mete uno bocadito entre tantos periodistas de rock que han viajado a Los Angeles. Es evidente que, de todos los participantes, Burke es la que menos pertenece a eso que todavía se sigue llamando rocanrol. Entonces, sigue Navarro: “Es grandioso, porque Internet es verdaderamente underground. A través de los medios masivos no existe oportunidad de descubrir cosas nuevas. Ahora lo nuevo se descubre por Internet. Cuando yo era chico, era mucho más difícil conocer algo nuevo, y ahora por esta vía se están descubriendo cosas fabulosas”.
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