”Cuando empecé a escuchar punk rock tenía 14 años, andaba en patineta y esas dos cosas eran lo mismo”, cuenta Gonzalo “el Pájaro”, guitarrista de Amoeba, banda de skate-rock que nació hace tres años en busca de un sonido conocido para ellos; el de los grupos que escuchaban, como los Ramones o Dag Nasty. Pero no sólo buscaban sonar como ellos sino como los vinilos de aquella época. Por eso su debut discográfico fue con un disco de pasta de 12 pulgadas que mandaron a fabricar en Brasil. De un lado estaba Amoeba y del otro, 7MAGZ, una banda amiga de Zárate, pero que hacía un tiempo vivía en el país de Lula. El arte fue creación pura y exclusivamente de Amoeba, ya que se tomaban muy en serio eso del “hazlo tú mismo” y también lo de trabajar en equipo. Lord Téster (voz) es pintor —también dibujante y diseñador—, y junto con Federico “Minucha” (guitarra), que también es diseñador, se ocupan del arte del sello de Nekro. Marcelito “la Momia” (bajo) es ingeniero de sonido al igual que “el Pájaro”, y Gugu Sancricca (batería) es fotógrafo. Entonces cada nuevo emprendimiento confluye en un arte globalizado de cinco personas que se sirven de su propia conexión.

Como Tumba tu tumba, el primer CD con canciones nuevas e íntegramente grabado y producido por la banda, desde la tapa hasta las mezclas. De esta conexión implícita en la que todos participan se trata Amoeba. Y no es difícil imaginar su mundo si alguien entra al departamento de Congreso en el que co-habitan cantante y guitarrista. Las paredes están llenas de stencils y láminas de bandas, fotos y pintadas varias. Allí se mezclan las cajas llenas de vinilos y los compactos desparramados por el suelo. “Estamos muy acostumbrados a escuchar vinilos, los compactos ni los cuidamos”, comentan a dúo.

“Hazlo tú mismo era un fanzine do it yourself hard core”, cuenta Téster. “Eramos cuatro personas que hacíamos fanzines cada uno por su lado hasta que nos pusimos de acuerdo en HTM.” Y de alguna manera esa publicación los unió para lo que luego sería el sello Sniffín Records Industries, que este año cumplirá diez de apoyar a bandas que pertenecen a la escena rockera y son amigos, como Hablan por la Espalda, Eterna Inocencia o Comme. “Hace diez años había mucho carteo, Internet no estaba y de repente era escribirse todo el tiempo y teníamos contactos desde Japón hasta Nueva Zelanda, cualquier lado de Europa o América, entonces intercambiábamos material y discos con gente de otros países. De Francia mandaban 20 discos y nosotros enviábamos 20 de acá”, cuenta el Pájaro a modo de resumen de lo que llegó a ser su sello. “Y que aunque esté medio muerto, todavía va queriendo”, finaliza Téster.

A pesar de que Amoeba es punk y que en vivo no tocan más de 20 minutos (debido a la duración de sus canciones podridas) el disco fue producido siempre en la línea do it yourself, pero buscando el resultado óptimo. “La base del disco lo grabamos en el estudio grande donde trabajamos nosotros, como se hacía antiguamente en cinta abierta —relata el Pájaro—, grabamos catorce canciones en un día, queríamos respetar cómo suenan las bandas de esa época que escuchábamos y si estamos queriendo hacer determinado tipo de música de repente no podemos grabarlo con una tecnología de 2005.”