Jueves, 18 de octubre de 2007 | Hoy
LA CREMA DEL DISEÑO GRAFICO MUNDIAL EN EL TRIMARCHIDG
Encuentro masivo de imágenes e ideas. Setenta y dos horas de workshops y conferencias entre píxeles, planchas y colores. Una masa deforme de diseñadores pensantes se reúne en Mar del Plata, para el encuentro más grande del mundo. Además de referentes nacionales como Christian Montenegro, Laura Varsky o Ricardo Palmieri, se presentan figuras internacionales como los suizos Büro Destruct, No-Domain y los Friends With You, quienes conciben su colectivo con un solo objetivo: ¡convertirse en tus amigos!
Por Federico Lisica
“D.I.Y. o H.T.M.” Para Sebastián Valdivia y Pablo González, tanto el Diseño Gráfico como su creación, el TrimarchiDG (TMDG), encuentro que ha pasado de la proyección a la acción, nace del mismo concepto: “Do it your self” o “Hazlo tú mismo”. Y que lo simplifiquen en siglas y lo traduzcan a su idioma no es casualidad, es una de las premisas de la disciplina que eligieron adaptar a las convenciones de otro tiempo y espacio.
“Inocentemente no veíamos las barreras que marcan a cada escuela, queríamos abarcar todo lo que creíamos interesante. Se acercaron diseñadores industriales, arquitectos, ilustradores, publicistas, músicos, artistas plásticos, fotógrafos, todos reunidos en TMDG. Percibimos que el común denominador era el ojo global. Entender que lo que ronda al proceso creativo puede ayudar al que desea hacer cosas, sea un logotipo, una casa, o un plato de comidas elaborado”, cuenta Sebastián, quien considera que junto a su compañero son “dos marplatenses limados y ya, y así esperamos seguir... siendo”. Eso que hacen es el evento sindicado por publicaciones de prestigio como Shift de Japón, Creative Review de Inglaterra, IdN (china), Die Gestalten Verlag (alemana, claro), como uno de los más urgentes del campo; y el más voluminoso en cuanto a cantidad de público.
Encuentro masivo y efusivo de imágenes e ideas, 72 horas de workshops y conferencias entre píxeles, planchas y colores en los que gente afín al diseño comparte experiencias y –¿por qué no?– se divierte un rato.
Esta es su sexta edición y, a pesar de su magnitud, sus organizadores aseguran que cada vez más logran encontrar su esencia. “Ni bien se fue entendiendo nuestro espíritu coloquial, la falta de protocolos y que somos diseñadores armando un evento para diseñadores, no organizadores de eventos, ni productores compulsivos, pudimos realzar más ser nosotros. Amamos eso. La primera vez usamos traje con zapatillas, teníamos 20 años y para ganar credibilidad social el traje era la herramienta. Juntamos 400 personas. La segunda vez, sólo el saco. La tercera, en el estadio, no había que caretearla más, nosotros no éramos el traje. Así que salimos desnudos... no, tampoco eso, pero nos vestimos como queríamos, cada vez nos desinhibimos más, y somos más Pablo, más Seba... Obviamente tomamos la rienda en muchos aspectos de la organización, sin perder lo informal del evento, vamos aprendiendo cosas de producción, cronograma, orden y tratamos de hacerles honor a los adjetivos que nos otorga la prensa y el inconsciente colectivo”, asegura.
Y más allá de congregar a cinco mil diseñadores frente a un mismo conferencista, hoy lo numérico no les sorprende tanto. “Cuando IdN nos preguntó si tomábamos conciencia de la magnitud, ahí caímos que lo que hacíamos trascendía límites. Tras la presión, después pensamos: ¿si llegamos hasta acá con la inocencia de ser nosotros mismos?, ¿por qué forzar que un personaje se adapte al ‘evento de diseño más grande del mundo’”, aclara.
No está mal definir al TMDG como un work in progress en sí mismo, de hecho sus autores están produciendo una línea de ropa, precisamente confeccionada en papel, y los estampados son bocetos a lápiz. La repercusión masificó sus tareas. Abrieron un espacio TMDG en Mar del Plata y en Buenos Aires con “fiestas, libros, sillones cómodos, ropa de amigos y música amena”. Planean lo mismo para Chile y Dinamarca. Giran por universidades de toda América y Europa para contar su proyecto. Realizan el Pre TMDG (“acciones itinerantes con nuestro espíritu condensado todo en un solo día”) en Capital, con la intención de copar Latinoamérica. Y están por lanzar “Ojo de Aguila, la bomba mística del año, un evento secreto, pronto en los ojos de algunos agraciados”.
Claro que la plana mayor se congrega en octubre, cuando los conferencistas internacionales y locales aportan su experiencia al servicio de otros. “Tratamos de convocar a seres humanos por sobre todo, a personas que tengan ganas de compartir. Que su actitud hacia la vida se vea reflejada en sus trabajos. Este año TMDG tiene un peso humano gigante, y eso sería el común denominador.”
Además de referentes nacionales en distintos campos de la materia como Christian Montenegro en ilustración, Laura Varsky –reconocida internacionalmente por su trabajo en booklets, packaging y cubiertas musicales– o Ricardo Palmieri –consultor en estrategia creativa para marketing directo e interactivo–, se presentan figuras internacionales, con nombres y carpetas pop & look, como los suizos Büro Destruct –estudio especialista en creación de tipografías–; No-Domain, unos catalanes que trabajan con gráficas en tiempo real y se encargan de los visuales del festival Sónar España; y los Friends With You, norteamericanos capos en Pictoplasma Berlin, uno de los estudios más importantes a nivel mundial, y quienes declaran que concibieron su colectivo con un solo objetivo: ¡convertirse en tus amigos! Para ello crean instalaciones en espacios públicos, performances y proyectos de animación. En sus palabras: “Nos enteramos del TMDG por la gente de Doma. Y nos pareció genial venir a la Argentina. Nos gusta mezclar entretenimiento con lo musical y lo histórico de forma que todavía haya espacio para la magia. Tenemos en claro que diseñar es esencial para los artistas en la actualidad; expresar sus ideas de una forma visual y simple”.
“Creo que se va en busca de propuestas más allá de lo institucional. Y a la cabeza hay dos personas muy jóvenes, la mayoría de los conferencistas no tienen muchos años más que los que asisten (o al menos así parece), hablan con el mismo discurso oral y visual, lo que genera identidad y complicidad. Además, la oferta de propuestas es amplia en formatos y eso muestra también lo que excede al ambiente del diseño en la vida real. Hoy las oportunidades son muchas y uno puede trabajar en tantos lados. El diseño se mezcla con otras disciplinas, sale a la calle, podés tener una notebook y trabajar por el mundo, hacer visuales, estampar remeras, ser parte de una agencia, estar dentro de una empresa... ufff, muchas variantes. El TMDG es sólo una muestra de esto”, analiza Guillermina Ygelman, gestora de Atypica, una “revista diseñada” de Rosario, que lanzó un libro compilatorio de lo producido en los primeros cinco años de TMDG.
Esa multiplicidad de formas comulga un intercambio cultural más allá de lo estrictamente visual: “Para mí, lo singular son los matices que puede cobrar el diseño gráfico cuando cae en manos de gente con miras más allá de ganar dinero. En 2005, un chico mostró su web pensada para un barrio muy carenciado, con una especie de foro para la gente de la zona donde podían hacer denuncias y organizarse. Otro, el de una chica feminista, también latinoamericana, que hacía ilustraciones de mujeres sado y dominadoras en forma de protesta”, rememora Constanza Tassara, una diseñadora local visitante del evento.
“Hacemos el evento al que nos gustaría ir. Tratamos a la gente como nos gustaría que nos traten, todo es bastante caprichoso, incoherente, arriesgado, visto como productores de eventos. Y parece que hay mucha gente que va tras lo mismo. Creo que hay una necesidad general, no sólo en el diseño, de buscar referentes, héroes, amigos, novias, diversión, aprendizaje. Y TMDG propone tres días ilógicos, en una ciudad linda, que una vez al año merece una visita... Hacerlo en Mar del Plata tiene su magia, obviamente, nacimos acá, y la queremos mucho”, explica Valdivia.
El marco, con mareas humanas recorriendo las instalaciones de un polideportivo, pantallas lanzando imágenes desde varios ángulos, maratón de actividades, visitantes explicitando que el vestir es una cuestión de elecciones, conferencistas firmando autógrafos y el arrojo efusivo en los encuentros, determinan que el TMDG contenga un costado musical, festivalero, cuasi rockero. “Eso es muy cierto –apunta Valdivia–. Los conferencistas del exterior flashean con la recepción que hay acá. La gente se transforma, muta, y apasiona. Eso en muchos círculos de opinión puso en tela de juicio el nivel de cátedra de TMDG, y ése fue el ‘riesgo’ por llamarlo de alguna manera. Pero quien vive el evento sabe que la selección de los conferencistas y el nivel académico son muy cuidados, así que encima de aprender, lo disfrutás. No hay mucho ‘riesgo’ en fomentar esto, quizás orgullo.”
“Trabajé en festivales de esta magnitud, pero haciendo performances; es la primera vez que se combina la onda de megafestival con conferencia de diseño. Todo se ve bastante grande y estoy emocionado... después de tantos festivales europeos, participar en un evento latinoamericano y poder hablar en mi idioma”, se entusiasma Tohito, quien vendrá a representar al grupo No-Domain.
Lo musical, por otra parte, se ve estimulado por sus propios organizadores. Gonzales tiene su carrera como VJ (Pacheco), y Valdivia un proyecto audiovisual (Acampante), destacando además que no concibe divisiones entre ambos terrenos. Por lo que Buenas Noches Trimarchi, las fiestas del evento, son el momento de mayor adrenalina. “Lo que se experimenta depende mucho de lo que hayas ingerido –ironiza–. En BNT mostramos géneros no muy explorados, y hay muchísima explotación visual, proyectos y videojockeys son los protagonistas. Es muy común que se experimenten cataratas y miopía.”
El TMDG se convirtió en mascarón de proa del diseño gráfico entendido como barco de apuestas personales, una disciplina de la que surgen debates, tal como aparecen en foros de Internet, sobre la uniformidad de estéticas con “muñecos vectorizados” y la “egolatría de las casas de diseño o diseñadores poniendo su estampa por sobre el objeto”. Laura Varsky, diseñadora reconocida internacionalmente por su trabajo en booklets, packaging y cubiertas musicales, opina: “A ver, siempre hubo tendencias. ¿Es esto malo? Creo que no, es parte del devenir del campo. Uno aprende mirando y emulando lo que otros han hecho. Pero cuando hablamos de lo profesional me resultan más atractivo los trabajos que hablan de la imagen e identidad del objeto diseñado por sobre la de quién lo diseñó”.
Desde Atypica aportan más datos: “La propuesta es mucho más amplia que la de mostrar diseñadores jóvenes o ilustradores de ‘muñecos’. Ha participado gente como Ronald y Lorenzo Shakespear o Stefan Sagmeister. Pero nadie critica que haya mil diseñadores que usan sólo la misma tipografía y el mismo concepto para todas las piezas que realizan, sea un institucional para una empresa o un afiche de una banda de rock. Hay estéticas que se ponen de moda y gente que es auténtica o que se suma por el momento, como todo. Con respecto a los diseñadores poniendo su firma por sobre el objeto... en el trabajo de cualquier diseñador con más de 20 años de profesión también le vas a encontrar un hilo conductor, inevitablemente. Que no va de estética de vectores. Seguramente va a ser prolijo y minimalista. De eso se tratan también los cambios generacionales, ¿no? Limpiaron y limpiaron para que llegue el mensaje. ¡Y ahora vienen estos niños que enchastran todo! No es tan así, pero suena divertido”.
Conscientes de la discusión, desde TMDG explican: “Queríamos ampliar nuestra formación, necesitábamos aprender de referentes externos. Cuando empezamos no existía el ‘boom’, lo que nos deja felices, porque una vez que las marcas y las productoras dejen de explotarlo y hayan saturado al ‘mercado’ con propuestas ‘cool’ para diseñadores ‘contemporáneos’, TMDG va a seguir tan real como en sus inicios, con sus amigos, y gente que no se dejó engañar. Somos diseñadores, y no podemos escapar a lo que decidimos, a lo que amamos, y dejar de lado lo que empezamos. Orson Welles dijo una vez: “La moda es algo tan desagradable que hay que cambiarlo cada seis meses”.
El ‘01 es una fecha gris en la historia reciente, aunque también fue el comienzo de una etapa colorida y funcional, con el street art en las urbes del país, la aparición de grupos, seudónimos, círculos, galerías y proyectos (Atypica se considera hija de esa época, el mismo TMDG) que siguen dando forma a esta expansión. En palabras de Laura Varsky: “Hoy en día, hay un boom del ‘diseñador’. Esto no significa que sea un boom del ‘diseño’ necesariamente. De hecho creo que el mercado todavía no está lo suficientemente maduro. Londres es una ciudad en la que constantemente ves el diseño, tal vez no explotando como en Berlín y Barcelona de un modo más under, pero sí como industria. En la Argentina hay una explosión de éste como pieza comodín en procesos creativos. Ilustrador, animador, editor, y galerista. Entraron en contacto de manera abrupta con las tendencias de afuera (Berlín y Barcelona, Barcelín podríamos llamar a esa unión). En fin, el diseñador es visto como generador de proyectos y ya no sólo un ‘servicio técnico a terceros’. Este protagonismo seguramente les resulta atractivo a quienes ingresan a las facultades, aunque no significa que sepan de qué se trata hasta que lo viven en la formación y práctica”.
Christian Montenegro atiende a la cuestión de lo formativo: “Hoy hay una especie de jam de ilustración muy fuerte y estimulante; yo, en cambio, no puedo hacer un cuaderno de bocetos. Tengo que pensarlo en pos de algo, y percibo que a veces te dicen ‘si no lo entiendo, no lo hago’, y en momentos tenés que hacer cosas que nunca hiciste. A ver, uno no es un genio que puede presentar cualquier cosa. Hasta que eso se publica y llega con determinada calidad profesional, hay todo un proceso, el trabajo tiene que macerarse”.
2002: A dos pordioseros veinteañeros les presta atención un prócer de la tipografía, Rubén Fontana, y dándoles un herramienta inspiradora = credibilidad. Nace TMDG.
2003: Salto a un gran teatro para más del triple de asistentes que la edición anterior. Se alquilan maniquíes para llenar el lugar, dos meses antes se agotan las entradas, quedan 200 personas afuera. Se dejan los maniquíes de lado.
2004: El evento comienza a realizarse en un estadio. Universidades de todo el mundo invitan a “los Trimarchi” a contar cómo habían desarrollado dos jóvenes Walker Texas Ranger el encuentro de diseño con mayor convocatoria en América latina.
2005: Stefan Sagmeister (diseñador de Rolling Stones, Lou Reed, Talking Heads, Aerosmith, entre otros) da una conferencia que cambia el rumbo de cuatro mil asistentes.
2006: Se reúne la historia del diseño gráfico en un fin de semana, de la mano de Ronald Shakespear, con la visita del mítico estudio inglés Pentagram y el que revolucionó el diseño en los años ‘50 en los Estados Unidos: Push Pin Graphics.
2007: Vení y enterate.
Un dato: los TMDG tenían contacto con las paulistas Cansei de Ser Sexy, banda referida en el globo como puntal de lo expresivo musical y visual que brota de América latina. “Hablamos de hacer alguna movida gráfica justo antes de la explosión”, confiesa entre risas Valdivia. “Hoy el diseño sudamericano despierta ‘curiosidad’ en otras partes del mundo. Lo que más les llama la atención, al menos del argentino, es su gran capacidad generadora y las mixturas de estilos que tiene un país que, justamente, es una mezcla de raíces e influencias”, aporta Laura Varsky.
Según Christian Montenegro, no puede olvidarse el componente tecnológico: “La periferia accede a información del centro, y hay retroalimentación –apunta quien editó un libro en Alemania gracias a las nuevas disponibilidades digitales–. Aunque una vez me preguntaron sobre mi sentimiento latinoamericano sobre el diseño. ¿Y qué se responde a eso?”.
Según Tohito, de No-Domain, la particularidad del diseño latino se ve en la realidad mixta que se vive a diario. “Tiene mucha fuerza, aunque es verdad que queda mucho por hacer y decir en el tema. La Bauhaus o la escuela rusa rompió con las tradiciones por necesidad; nosotros porque nacimos con eso.”
“Frescura, sintetizadores, samples, comida rápida, no dormir café, cultura desechable, más e más”, explicita Tohito. Los Friend With You no se quedan atrás: “Religión, naturaleza, gente, suerte, magia y amistad”. Si la multiplicidad de influencias marca el presente, Laura Varsky por su parte suma una novedad al diseño gráfico actual, una suerte de vuelta a lo manual como herramienta luego del furor de las posibilidades que ofrecen las computadoras. Y si bien parecen haber desaparecido las fronteras claras entre movimientos, donde todo tiene que ver con todo, siempre hay referentes. “Los Burö Destruct eran un nombre obligado, su portfolio de tipografías sirvió para trabajar a lo pavote. Pictoplasma también; ¿viste esas figuras, personitas, que se ven como estampas? Bueno, la impusieron desde este espacio. Y también habría que mencionar a Die Gestalten Verlag, otro modelo de trabajo, en el que las editoriales de diseñadores se transforman en proveedores de tendencias. Eso está empezando ahora en la Argentina.”
* El TrimarchiDG se desarrollará los días 19, 20 y 21 de octubre en el Estadio Polideportivo de Mar del Plata. Más info en www.trimarchidg.net
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