PRIMICIA: EL MATO A UN POLICIA MOTORIZADO MUESTRA DIA DE LOS MUERTOS
El nuevo kraut campestre, mezcla de Sonic Youth con 2 Minutos y las profecías mayas, propone un panorama sombrío desde la enunciación, pero un poco cínico desde la interpretación. El disco, que estará en las calles recién a mediados de septiembre, contiene siete canciones que plantean que el mundo tal como lo conocemos dejará de existir en 2012.
› Por Mariano Blejman
El estudio donde graba El Mató A Un Policía Motorizado parece la entrada a un bunker pre-apocalíptico, con paredes densas, sin señal de celular, con poca luz y casi ninguna decoración. Aquí se encerraron durante varios días los cuatro integrantes de la nave rock-punk platense para darle vida a su flamante EP cierre de la trilogía que había comenzado con Navidad de reserva, siguió con Un millón de euros y ahora perecerá con Día de los muertos. “El mundo se va a acabar en 2012”, dirá después Santiago Motorizado, muy seguro, aludiendo a la profecía maya más que a cualquier coyuntura electoral. Y El Mató A Un Policía Motorizado parece estar preparado para resistir los primeros embates del apocalipsis desde su comando central en La Plata. Pero ahora, en cambio, cuando el NO se hace presente en el estudio-casa-sala de ensayo del Shaman, el que realiza las preguntas es el Chango Spasiuk, que está haciéndoles un reportaje para el canal Encuentro. Así, los roles están un poco cambiados: la banda con nombre de noticia responde preguntas de otro músico que oficia de periodista (y parece estar muy emocionado por esto de “grupos que cantan en idioma castellano”), aunque de pronto saca el acordeón y se planta en un chamamé post-punk apocalíptico y el bajo y la voz de Santiago Motorizado, los guitarristas Pantrö Puto y Niño Elefante se suman al ritmo machacante de Doctora Muerte, el baterista, para cerrar esa entrevista, mientras este cronista apenas si oficia de intento de groupie desorientado, que no sabe cómo salir del lugar.
Día de los muertos –que estará en las calles recién a mediados de septiembre, pero algunos temas se podrán escuchar mañana viernes en Niceto– oculta siete canciones que plantean que el mundo tal como lo conocemos dejará de existir un año después que la Argentina cambie de presidente. Así nomás. En este caso, el nuevo kraut campestre, mezcla de Jesus & Mary Chain, Sonic Youth, Yo La Tengo y 2 Minutos, con profecías mayas y mucho de sonido La Plata, propone un panorama sombrío desde la enunciación, pero un poco cínico desde la interpretación. Después del primer disco homónimo grabado con su sello Laptra, que incluye himnos como Guitarra comunista o Sábado; el primer trabajo de la trilogía con temas como Navidad en los santos o Chica rutera y Amigo piedra en el segundo; la cuestión de los muertos vivos, la resurrección de los que han perecido pero vuelven todavía más violentos no son sólo una unión temática o estética sino también una convicción.
Los shows de El Mató A Un Policía Motorizado, exponente superlativo de lo que muchos empiezan a llamar el “indie cabeza”, son una mezcla de sonido americano, de guitarras espaciales, una estética más parecida al punk barrial y un momento de fiesta electrónica alla Kraftwerk. De allí que, cuando la entrevista se traslada a un bar cercano, el hecho de que la mesa quede dividida entre el equipo del “café con leche” frente a las “dos cervezas Quilmes común” parece desentonar –un poco– con toda esa estética rutera interestelar de Falcon recién encerado, con luces de colores y un chofer que escucha música sónica, saca los brazos por la ventanilla del ciberespacio, ventana que –desencajada de tanto traqueteo–- no termina de bajar. Cambio de tema: “Nos copamos con las profecías mayas, que hablan del fin del mundo y de un fin de la civilización como la conocemos; hay un cambio en la conciencia colectiva de la humanidad, y nos cabe esa cuestión espiritual”, cuenta Santiago Motorizado. “Es más una cuestión de transformación que de destrucción o muerte”, aporta Pantrö Puto, el guitarrista.
Si bien Navidad de reserva era “el nacimiento”, y Un millón de euros “la vida”, Día de los muertos cierra la trilogía de “la muerte” con una gran algarabía.
Santiago: –Está bueno cómo suena la frase. Es irónico: las letras hablan de los amigos, de las chicas...
“El nombre es materialista, pero las canciones son espirituales”, cree Niño Elefante. “En este último disco, el que estamos terminando, sabíamos que iba a ser el tema del fin del mundo, el sonido es más oscuro, más quilombero, más distorsionado. Los pianos le dan un clima más oscuro; a partir de eso, la voz sigue esa línea. No lo pienso mucho, la verdad”, reflexiona Santiago Motorizado.
El sonido del lenguaje en El Mató A Un Policía Motorizado es parte de la música que las guitarras noise le aportan al viaje interestelar. El nombre mismo de la banda, se sabe, salió de una película clase B que pasaban por The Film Zone y que ya nadie recuerda el nombre. Fue allí donde Pantrö Puto leyó esa frase en el subtitulado, porque el volumen de la música estaba muy alto. Y le gustó cómo sonaba. Hace poco, la realidad se les sumó a su historia: una noticia del diario El Liberal de Santiago del Estero tituló: “Mató a un policía motorizado y huyó”. Más tarde encontraron al prófugo.
Santiago Motorizado: –Me cabe Devendra Banhart, últimamente.
Santiago Motorizado: –Sólo cuando estamos mezclando.
Los integrantes de El Mató A Un Policía Motorizado entendieron que estaban llegando lejos, después de cargar nafta súper en la estación espacial Mir, ex propiedad soviética. “Nuestro nombre nos sonaba más a Robocop”, dice Santiago Motorizado, que entiende que sus frases asfixiantemente sincréticas están tomando vida propia. Hace poco viajaron a Villa María, donde conocieron a la banda de covers Fingiendo Ser Felices que se subió al escenario como Fingiendo Ser El Mató A Un Policía Motorizado, tocaron cuatro temas de los homenajeados y se bajaron para volver a subir con su set habitual. “Nos gusta la música rutera, nos cabe usar eso como base rítmica, el kraut rock campestre que Jesus & Mary Chain debe haber escuchado.” “Pero no queremos que se entienda mal”, opina Santiago Motorizado. “Hay una página de un loquito de ultraderecha que sube Página/12 y te muestra cómo está ‘deteriorada’ la juventud. Pero también bardeaba a Gori porque se pone botas y en uno de sus post había puesto a El Mató...” ¿El nombre se convierte en alguna clase de posición política? “No, para nada”, concuerdan.
Entonces suena la máquina de café, como si fuera parte de un acorde de Día de los muertos. En contraposición a la mayoría de las bandas que explotaron en los ‘90, que tenían un discurso político claramente contestatario, El Mató A Un Policía Motorizado va por otro camino.
Santiago Motorizado: –Las cuestiones políticas no son literales, por lo menos en las letras. Es más intelectual: es entender la vida desde otro punto de vista.
Niño Elefante: –En los ‘90 fue medio un oportunismo. Las bandas que hablaban de esa manera... mirá dónde están ahora: Bersuit Vergarabat, Attaque 77, ahora son mainstream, hacen River, llenan estadios. Fue más bien oportunista a la luz de lo que son ahora.
Santiago Motorizado: –A mí me gusta más, si van a tener un discurso político, que sea algo más poético. Los temas de Attaque son literales y hablan de la DGI; cada uno hace lo que se le canta el culo, pero yo no les creía.
Pantrö Puto: –Es la manera de ver el mundo, es una postura filosófica. Lo hacemos naturalmente.
Santiago Motorizado: –Nos cabe mucho lo del fin del mundo, porque creemos que va a pasar en 2012. En diciembre de 2012, exactamente. Yo quiero creer y tengo la esperanza de que pase. Y cuando pase eso, se va a ir todo a la mierda. Habla de la nueva espiritualidad, ¿de qué va a servir hablar sobre la DGI, el IVA, el riesgo país? Attaque compone con el diario en la mano...
Doctora Muerte: –Es que todavía no salió el nuevo disco...
–...
Los integrantes de El Mató A Un Policía Motorizado tienen una curiosa predilección por las películas de terror clase B, las épicas espaciales como Star Wars o Mad Max y las remakes de las mismas como El amanecer de los muertos, Exterminio, pero también la epopeya al estilo El Eternauta o la sorpresa apocalíptica de La guerra de los mundos o Del crepúsculo al amanecer, producida por Quentin Tarantino. “Nos gusta imaginar en la vida real un día de anarquía, nos cabe esa idea del fin del mundo”, dice Santiago Motorizado.
Pantrö Puto: –No sé, es terror. Tiene un guiño de clase B. Es una situación extrema en un contexto cotidiano.
Algo debe unirlos en el inconsciente: el hecho de que tres de los cuatro integrantes de El Mató A Un Policía Motorizado hayan sido usuarios de Ford Falcon en su infancia y el restante de un Ami 8. Esa concepción espacial de la ruta, el Falcon (más allá de la valoración simbólica que el auto tiene para la generación del ‘70, algo que pone inexplicablemente nervioso a Niño Elefante cuando este cronista se lo hace notar) es el lugar donde todo puede suceder. Para El Mató A Un Policía Motorizado, el auto vintage es la imagen de la travesía rutera propia de una infancia ochentosa. “Viajamos mucho en un Toyota Carina modelo ‘81”, cuenta Pantrö Puto.
Santiago Motorizado tiene en el inconsciente colectivo un pasado metálico, tapizados de cuero o cuerina, una sensación de viaje familiero, donde todo podía pasar. “Me acuerdo de viajar a Salta con mi familia, de ir durmiendo los dos hermanos en el asiento de atrás. La Plata en verano es la nada misma, viajar es algo obligatorio.”
La cosmogonía de El Mató A Un Policía Motorizado se sintetiza en una concatenación de esencias espaciales, acordes escuetos, sonidos distorsionados, espíritu machacante de quien se acerca a un destino definitivo. La melodía va subiendo durante la marcha, se apresta a una conclusión que será la solución final. Sin embargo, dentro de Día de los muertos también hay lugar para la fiesta. En el futuro, si el apocalipsis concede un jet lag, los de El Mató A Un Policía Motorizado intentarán una edición set box, con temas que quedaron afuera. “Somos fetichistas”, dice Santiago Motorizado.
La puesta en escena de la banda se asemeja bastante a la postura de la impostura. Es como si el público no necesitara que lo convencieran de nada. “Es raro tocar en vivo”, dice Santiago Motorizado. “Levantar el bajo es medio un chiste, es emular al rock clásico, al Guns’n’Roses, pero no es una boludez. El vivo es una puesta en escena, quieras o no.” Sin presupuesto para simular un diablo inflable, o para convertir a un viejo Falcon en una nave espacial que llega desde el aire, El Mató A Un Policía Motorizado apostó a la ausencia de truco. “En los primeros recitales era más tímido. Después se hizo clima festivo, y eso te contagia. Es algo que pasa solamente cuando tocás, y cada vez más últimamente”, cierra Santiago Motorizado.
Hace unas semanas, el NO reflejó la emergencia del “indie cabeza” como una mixtura de concepciones estéticas y expresiones de fervor popular y, lejos de ofenderse por la calificación, hubo algunos músicos enojados, pero justamente por no estar incluidos en la producción. “Es un público que está apareciendo. Creo que es algo más argentino: el fervor, bailar y hacer pogo. Lo empariento más con el punk que con el rock chabón. Esto es más tipo Flema, algo así”, reflexiona Santiago Motorizado.
Santiago Motorizado: –En La Plata hay una cultura fuerte en lo artístico. Está la banda y siempre hay alguien que hace las tapas, los afiches, los videos. Los Redondos tenían eso, esa música oscura con una búsqueda estética.
El crecimiento de la banda exponenciado por la plataforma virtual ha logrado que, por ejemplo, un grupo de brasileños cante y baile los temas de la banda, aunque nunca hayan editado un disco allí. “Era un clima festivo más allá de la cultura”, cuenta Santiago Motorizado. “Los temas son tipo himnos, la gente se emociona, se los apropian, los gritan, los cantan como si fuera suyos. El hecho de que las canciones vayan subiendo o bajando es como un tren o un viaje”, dice el batero Doctora Muerte. “Es como si fuera un festival de música electrónica”, sugiere Santiago Motorizado.
“Agarramos MySpace, el Fotolog y ahora Facebook, ‘lo nuevo’ desde el comienzo”, cree Santiago Motorizado. “Me acuerdo de cuando era chico y las bandas tenían que enviar el material por correo, los casetes, las estampillas. Y ahora todo es más cómodo. Podemos contactarnos con grupos de cualquier parte para difundir nuestra música, ahora nos conocen por Internet. Cuando fuimos a Brasil no habíamos mandado discos y cantaban los temas. Nos preguntaban qué quería decir ‘amigo piedra’.” Pero, más allá del soporte, El Mató A Un Policía Motorizado sigue fantaseando modelos de bandas a futuro y apuestan, sobre todo, a envejecer de manera elegante: “Como los Sonic Youth”, cierra Santiago Motorizado. Y apaga el motor.
* El Mató A Un Policía Motorizado toca el viernes 29 en Niceto, Niceto Vega 5510, junto a Los 107 Faunos. A las 21.
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