Jue 18.09.2008
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EL FEMINISMO DE YELLE CRUZO UNA BARRERA

Like a virgin

La bautizaron “reina del tectronic”, como si su estilo fuera algo nuevo, aunque ella misma dice que hace electropop: “Canto para mi generación y quiero ser libre de poder cantar sobre lesbianismo o consoladores si tengo ganas”, dice la francesa.

› Por Roque Casciero

Como los Arctic Monkeys y Lily Allen, la francesa Julie Budet le debe su primer impacto público a Internet: cierto día puso en su MySpace un demo llamado Short Dick Cuizi, en el que se desquitaba contra el machismo del rapero galo Cuiziner. “Quiero verte en una película porno, ocupándote con tu pija con forma de papa o de papa frita, para que tu cuerpo no tenga secretos para mí”, soltaba, deslenguada, en la canción que luego rebautizó Je veux te voir. La comunidad virtual reaccionó y en poco tiempo Yelle tenía más de 100 mil visitas en su página.

Las multinacionales se pelearon por ella hasta que sacó su primer álbum, Pop-up (que tiene edición argentina), y luego se hizo conocida en toda Europa, Estados Unidos y Japón. La bautizaron “reina del tectronic”, como si su estilo fuera algo nuevo, aunque ella misma dice que hace electropop: pone su voz sobre las bases tecno bastante ascéticas que genera GrandMarnier. Y ahora es el turno de la Argentina, porque Yelle hará bailar a todos en la fiesta Compass (en Niceto) del 26 de este mes. “Estamos sorprendidos y felices con todo lo que nos pasó y nos sigue pasando gracias al disco”, le dice al NO por teléfono. “Como canto en francés, al principio pensamos que íbamos a quedar confinados a Francia. Pero fue al revés: como las radios acá están muy segmentadas y nosotros no somos puramente electro, ni puramente pop, entonces teníamos más ofertas para tocar en Estados Unidos o Suecia que en nuestro país. Pero no está mal: es más importante ser una chica francesa en el mundo que una chica francesa en Francia”, se ríe.

–Si pensabas que el lenguaje podía ser una barrera, ¿por qué no intentaste cantar en inglés?

–El tema es que necesito cantar en francés para poder expresar bien mis sentimientos y jugar con el lenguaje. Después de que tomamos esa decisión, pensamos que podía ser un problema, pero no nos importó porque era lo que queríamos hacer. Y si salíamos de Francia, que fue lo que pasó, sería como un bonus.

–¿No pensaste en hacer versiones en inglés para el próximo disco, por ejemplo?

–Por el momento no está en los planes, pero nos interesa hacer cosas diferentes, así que, ¿por qué no hacer un cover en inglés o usar ese idioma para escribir una canción? Pero también podría ser en español o alemán, sería divertido. Lo que no haríamos sería todo un disco en inglés, nos resulta importante mantener el francés como lengua principal. No tiene que ver con el nacionalismo, simplemente es el modo más fácil de trabajar y soy bastante vaga, me resulta más fácil.

–Con artistas como Justice, Ed Banger y vos, ¿hay una nueva generación french touch?

–Quizá sea así, porque hoy es más fácil compartir la música por todo el mundo gracias a Internet, entonces para una banda francesa se hace más simple cruzar la frontera. Justice, por ejemplo, tiene ciertas letras en inglés que los ayudaron a salir del material francófono. Todos nosotros somos como los hijos de la generación de Daft Punk, que fueron una referencia y una inspiración para todos.

–Debe haber sido interesante para los franceses ver cómo se convirtieron en lo que son.

–Totalmente. Además, ellos marcaron algo importante, porque su imagen es tan fuerte como su música, y ahora todas las bandas francesas también se ocupan del modo en que se presentan. Justice es conocido por su cruz, a nosotros se nos conoce porque usamos mucho color en los videoclips. Obviamente, la música es lo más importante, pero no hay que descuidar la imagen porque ayuda mucho para poder cruzar las fronteras.

–Entre tus influencias mencionás a artistas tan diferentes como Chromeo y Rage Against The Machine. ¿Cómo concilia todo eso?

–Mi padre es músico y desde que era muy chica estuve expuesta a una gran variedad de música: pop, rap, clásica. En 2000 conocí a GrandMarnier, mi productor, y con él descubrí a RATM, Chromeo, cosas así. Me gusta tener influencias diferentes, es importante no quedarse en una pequeña área de la música, así puedo enloquecer con una canción hardcore y entristecerme con una canción al piano. Me gusta que la música me transmita sentimientos diversos.

–Te llaman “la reina del tectronic”. ¿Lo sos?

–Todo eso es bastante extraño, porque muy al principio tratamos de hacer un videoclip independiente y decidimos incluir a unos bailarines de tectronic porque me gusta, es un baile muy poderoso y con valores muy copados. Eso se hizo muy famoso en Francia y gracias a ese video me convertí en algo así como la “reina del tectronic”, como dijiste, pero en realidad no hago “música tectronic”. Tectronic es el nombre de un baile, no un estilo musical. Por supuesto que me gusta ese baile, está bueno que ahora se conozca en varios países, lo loco es que nos asocien tanto con eso por el video. Fue sólo un videíto para divertirnos (se ríe).

–Pero hay quienes lo toman como un género.

–En realidad, los bailarines de tectronic prefieren la música tecno, mientras que nosotros hacemos pop. Sin embargo, a veces vemos bailarines de tectronic en el público, que esperan A cause des garcons, que se convirtió en la canción tectronic más famosa, de algún modo extraño. De todas formas, no me molesta, porque me encanta el tectronic.

–En tus canciones hablás de fantasías lésbicas (Les femmes), de consoladores (Mon mellieur ami), del tamaño de tus tetas (85A)... ¿Cuán autobiográficas son?

–Para mí fue importante hablar de mi propia vida, de mis experiencias y mis sueños. Y uso malas palabras porque canto del mismo modo que hablo. En Francia no te pasan por las radios grandes si en una canción decís la palabra “sexo”. Pero me gusta hablar sobre mis tetitas o sobre una historia lésbica: es la vida real de una chica de 25 años en 2008. Muchas chicas quieren ser libres en ese sentido. Y no es que me proponga como su mentora ni nada de eso, pero canto para mi generación y quiero ser libre de poder cantar sobre lesbianismo o consoladores si tengo ganas.

–¿Hay una nueva generación de cantantes que tienen eso en común? Porque Lily Allen habla de cosas parecidas.

–Sí, seguro. Las mujeres quieren ser más libres para hablar de lo que quieren. A las chicas se les complica para cantar sobre sexo porque de inmediato piensan que son putas, aunque es más fácil ahora que cuando empezó a hacerlo Madonna con Like a Virgin. Ella no podía decir las palabras directas, tenía que hacer comparaciones y cosas así para hablar de lo que quería.

–Con esta nueva generación de artistas, algunos conceptos del feminismo quedan como pasados de moda, ¿no te parece?

–Claro. En Francia tenemos un movimiento feminista desde hace muchos años y las mujeres que forman parte de él son radicalizadas, extremistas. Para mí, hoy se puede ser feminista sin estar pegada a los conceptos de la generación de mi madre. Es necesario que las mujeres hablemos más libremente sobre sexo y estemos más implicadas en la información que les transmitimos a las generaciones siguientes. Como hoy las mujeres ya tenemos más derechos que hace veinte años, podemos luchar sin necesidad de ser extremistas.

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