El rock británico nunca estuvo tan cerca de la cumbia reggaetonizada del GBA como en estos días. Y como ocurre con tantos otros disparates hermosos, el fútbol tiene la culpa. En particular, el fútbol argentino: el millonario pase de Carlitos Tevez, que por 40 millones de dólares se fue del Manchester United para pasar a su club enemigo, el Manchester City, ha convulsionado, como es de esperar, a cualquier manchesteriano futbolero. Y el rock tiene un peso pesado en la hinchada del City: Noel Gallagher. El líder de Oasis opina permanentemente sobre la campaña de su equipo y alguna vez, cuando el club pasaba un mal momento, hasta insinuó que podría invertir algún dinero en el plantel, casi a la manera de Marcelo Tinelli en San Lorenzo. Eran otros tiempos: ahora el Manchester City es patrocinado por un magnate petrolero oriundo de los Emiratos Arabes, lo que posibilitó que el club contrate a varias estrellas. Como Tevez, sin ir más lejos.

El pez gordo del britpop festejó la llegada al club del millonario petrolero y hasta les tomó el pelo a los hinchas del clásico rival: “Cada vez que los hinchas del Manchester United carguen nafta, el Manchester City será más rico” (si fuera argentino, habría mandado a imprimir afiches con ese eslogan). Aunque Noel había propuesto que su equipo contratara al brasileño Nilmar, la llegada de Carlitos abre dos posibles hipótesis sobre una eventual conexión Oasis-Tévez.

Hipótesis 1: Pasan los años, también los players

La opción menos interesante sería que a Carlitos no le vaya bien en su nuevo club. El ex jugador de Boca, Corinthians y All Boys pasa sin pena ni gloria por el Manchester City, en breve cambia de camiseta, Noel Gallagher lo ningunea hasta en su blog y esta nota no será más que un palabrerío inconducente y olvidable.

Hipótesis 2: De Piolavago a “Smartlazy”

La posibilidad más tentadora. Tevez la rompe con la casaca celeste del City, y se vuelve amigote y compañero de juerga de los Gallagher. Oasis registra otro disco en vivo, Live at Fuerte Apache, y la otrora banda insignia del britpop funda un nuevo género: la britcumbia. Noel y Liam prueban las bondades del tetrabrick, se juntan a zapar con los Piolavago, la banda de los hermanos y amigos de Tevez, y graban una versión britcumbiera de Wonderwall, que alguien traduce como Paredón del carajo.