NUEVO DISCO DE ASIAN DUB FOUNDATION
Raggamuffin de combate
Una de las bandas más excitantes de la escena británica acaba de editar un nuevo disco, con Ed O’Brien y Sinead O’Connor como invitados y nuevas canciones que acentúan su militancia social. En tiempos de guerra, ellos dicen lo suyo sobre una coctelera de ritmos y culturas.
Por Roque Casciero
Los Asian Dub Foundation son de esos peleadores callejeros a los que resulta casi imposible doblegar. Desde su formación como banda, este colectivo de ingleses descendientes de asiáticos ha levantado la voz a través de su música. Canciones-bomba que combinan dub jamaiquino, jungle, folklore indio, el rap y el rock, que sirven para expresar sus puntos de vista acerca de situaciones políticas y sociales. La nueva molotov de los ADF –que no tendrá edición argentina, confirmado– se llama Enemy of the enemy y contiene todos los ingredientes explosivos que son ya una marca registrada. Sin embargo, gracias a su inventiva, la banda está lejos de repetirse y demuestra otra vez que tiene algo para decir.
La canción que le da título al álbum habla sobre las dudosas relaciones que establecen los poderosos: “El enemigo del enemigo es un amigo (hasta que vuelve a ser un enemigo)”. Si pensás en Estados Unidos y Saddam Hussein, estás en lo cierto. “¿Por qué Donald Rumsfeld (secretario de Defensa de Estados Unidos) fue a Irak en 1983 y le dio a Hussein armas químicas y de destrucción masiva, y veinte años más tarde, quieren bombardearlo? Mejor dicho, quieren bombardear a la gente de Irak”, se queja el DJ Pandit G, quien el año pasado rechazó una condecoración del gobierno de Tony Blair. “Eso fue pura boludez. Miembro del Imperio Británico: yo no soy eso”, respondió tajante.
Dos invitados realzan el nuevo disco. Ed O’Brien, guitarrista de Radiohead, aporta su sonido en varias canciones, y Sinead O’Connor brilla en “1000 mirrors”, dedicada a Zoora Shah, una mujer musulmana residente en Inglaterra y sentenciada a cadena perpetua por matar a su marido, tras sufrir años de abuso. Los Asian Dub Foundation apoyan la campaña por su liberación, tanto como lo hicieron por Satpal Raam, un paquistaní que mató a un hombre blanco en defensa propia y que salió de la cárcel a mediados del año pasado. “Fortress Europe”, el tema que abre Enemy..., trata sobre la persecución a los inmigrantes que buscan en Europa la tierra prometida, especialmente a las comunidades de Medio Oriente. “Están construyendo una histeria como medio para que la gente empiece a manifestarse a favor de la guerra”, explica el bajista Dr Das. “Se están plantando las semillas en las mentes de las personas para que crean que Islam equivale a fundamentalismo. Eso es como decir que todos los cristianos tienen algo que ver con el extremismo cristiano. Nosotros no apoyamos el fundamentalismo de ninguna doctrina.”
La actividad política de ADF trajo consigo el prejuicio “más quilomberos que músicos”. Ellos ya están cansados de este retrato que consideran, cuanto menos, distorsionado: “Los medios tienden a reducir todo a categorías conocidas”, afirma Chandrasonic, el guitarrista cuyo sonido único y original sólo puede ser comparado con el que, al otro lado del océano, patentó Tom Morello. “A menudo la izquierda en el rocanrol es vista en términos simbólicos, como el Che Guevara o James Dean. Nosotros somos lo opuesto. Siempre hemos trabajado a largo plazo, y hemos sido muy pragmáticos y prácticos.” Además de la campaña por la liberación de Satpal Raam, el grupo lleva adelante la Asian Dub Foundation Education, una agrupación que les enseña a chicos pobres a usar la tecnología en la música. Esa labor ya rindió sus frutos. El rapero Master D, “descubierto” a los 15 años en el centro cultural de la fundación, se convirtió en el cantante de la banda y como tal grabó los tres primeros discos. A fines de 2000 abandonó su puesto para dedicarse al activismo político, y enseguida surgieron sus reemplazantes del mismo semillero: los MCs Aktarvata y Spex, que formaban parte de Invasian, mencionados en su momento al No por Andrew Innes (guitarrista de Primal Scream) como “el futuro del rock inglés”.
Ciertamente, The Enemy... refleja esos cambios y también los dos viajes que los marcaron a fuego como músicos activistas. En abril de 2001 el grupo con sus nuevos integrantes viajó a Brasil como parte de un proyecto de intercambio cultural auspiciado por el British Council. Tocaron con bandas como Naçao Zumbi y Afroreggae, y organizaron clínicas sobretecnología musical en las favelas de Río de Janeiro y San Pablo. Aquella estancia les sirvió, además, para escribir la canción “19 rebellions”, que habla sobre la masacre de presos durante un masivo motín en 1992. Otro de sus destinos fue Cuba, en marzo del año pasado: para su sorpresa, 5000 personas abarrotaron el club Salón de Rosada para verlos tocar junto a los locales Sintesis y Consejo Anónimo. “Lo que más nos sorprendió fue el modo en que adoptan diferentes aspectos del hip hop y usan lo que pueden, aunque sólo sean samples sacados de un cassette”, recordó Pandit G. “Actuar ahí fue alucinante, porque la gente nunca había escuchado algo como lo que hacemos nosotros ¡Hasta nos preguntaron cómo había que hacer para bailar nuestra música!”