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Y sí, finalmente, y luego de 11 años de espera, llegó Chances el tan aclamado disco de estudio de los IKV. Ya lo habían anunciado con “el funk está de vuelta, motherfuckers”, pero todavía faltaba el disco, que reapareció con esos toques de hip-hop, rock, funk, pop y esas letras ácidas que siempre caracterizaron al grupo.

En alianza con Rafa Arcaute, el dúo logró un disco energético, fresco y con algunas reminiscencias a sus —grandes— producciones anteriores. Ula Ula, el primer tema, y corte difusión elegido, se despacha con esos arreglos de caños (realizados por el colaborador de Prince, Michael B. Nelson), un estribillo ganchero, pero deja lugar a todo un disco por descubrir. Punto aparte, mención y aplauso para la obra de arte que resultó de Aguila Amarilla, dedicado a la memoria del papá de Dante, Luis Alberto Spinetta.

“Saber que la votación fue de colegas y pares del terreno del sonido, y ser reconocido por eso, te pone muy orgulloso. Este disco lo hicimos con mucho amor y dedicación. Tengo sólo palabras de agradecimiento”, soltó un Dante Spinetta emocionado.

¿Cómo fue el hecho de volver a grabar juntos después de tanto tiempo y con tantas experiencias diversas en el medio?

Emmanuel: Para mí era un desafío artístico muy grande volver a fusionarme con Dante. En mi interior sabía que la cosa iba a terminar siendo jugosa. Era cuestión de volver a entrar en confianza y en contacto con esas cosas que tenemos en común, con ese estilo que en definitiva es Illya Kuryaki. Creo todo eso lo pudimos volver a recrear con una visión diferente. Al principio arrancamos, y en nuestro imaginario estaba la cosa de que íbamos a volver e iba a ser una canción de Emmanuel Horvilleur con Dante rapeando, y sin embargo cada uno pudo profundizar en cantar mucho en el disco, y volvimos a potenciar un costado que estaba un poco dormido. Nosotros, más allá de lo que podamos ser como músicos, cuando hacemos algo vamos a tratar de exprimir las cosas al máximo. No nos conformamos con poco, en ese sentido buscamos un poco la perfección, nuestra idea de la perfección. Muchas veces han salido canciones en momentos donde nos relajamos, como Helicóptero, donde Dante puso un beat y yo agarré el bajo y salió ésa, que es una de las canciones más Kuryaki.

Dante: Tuvimos la visión cuando empezábamos la banda de que lo que hacíamos tenía que ser así, de una manera real, con un disco conceptual. Queríamos hacer un disco del nivel de los que habíamos hecho antes como Kuryaki y lo laburamos un año, con parates y todas las cosas emocionales que tuvieron que ver con lo de mi viejo. Pero usamos esa sensación de dolor para convertirlo en algo positivo, no bajar los brazos y darle para adelante. La temática del disco gira en torno de ese renacer. Trabajamos con mucha dedicación, amor y energía.

¿Cómo surgió la idea de homenajear a tu papá (Luis Alberto Spinetta)? Se nota que es un tema sentido, pero tiene un power tremendo...

Dante: Tenía la necesidad, como hijo, de hablar de él. Fue un tema muy difícil de escribir, muy doloroso. Me sentí acompañado por Emmanuel, Rafa (Arcaute, productor del disco) y mis amigos. Fue loco porque justo cuando volví con la banda pasó lo de mi viejo, y no me encontré solo para enfrentarlo artísticamente. De alguna manera siento que mi viejo se convirtió en un águila y salió volando. Se convirtió en la canción de amor, que es él. Está bueno tratar de entender la muerte como un cambio, hacia otro plano. La canción tiene esa sensación de avanzar y que está volando para siempre con sus melodías. Fue un tema muy emotivo de hacer porque grabamos en el estudio de Cerati, y usamos sus guitarras y las de mi papá también. Además el baterista del tema es Sergio Verdinelli, que tocó con mi viejo y fue el técnico de toda la vida de mi papá. Y es un tema con mucho amor. Cuando la tocamos en vivo es un homenaje a él, es su tributo, con el amor que se merece.

Emmanuel: Es un tema con mucha fuerza. Personalmente es una canción que la podría haber hecho Dante sólo en homenaje a su padre, y sin embargo él sentía que yo podía estar en ese tema. En algún punto soy un acompañante de ese sentimiento. Está buenísimo haber participado de esa canción, creo que es una de las mejores canciones del disco. Además tiene música que hace referencia a la música que le gustaba a Spinetta, o a diferentes etapas de su música, sumado al rap que es nuestro.

¿Sienten que sus respectivas carreras solistas tuvieron injerencia en lo que terminó siendo Chances?

Dante: Creo que todo lo que aprendimos como solistas está, porque uno avanza y sigue evolucionando con el paso del tiempo y con la música que hace. Creo que hicimos buenos discos solistas, y ahora era el momento de volver y la idea no es cortarla. También es esa sensación de libertad que tenemos, que está buenísima. Ahora no tenemos límites, y eso nos permite tener ideas y compartirlas con la gente. Nunca hubo problemas personales, y así como en un momento fue un desafío volvernos solistas, ahora el desafío vuelve a ser la banda.

Emmanuel: Illya Kuryaki vuelve porque tanto Dante como Emmanuel nunca dejaron de hacer música, e hicimos discos que también se ven reflejados en lo que es la banda ahora. No desestimamos nada de lo que hicimos, pero la fusión de nosotros dos más Rafa en la producción, que también es muy destacable lo que hizo con nosotros ayudándonos a volver a fusionarnos, incluye todo este tipo de vivencias. Chances es el resultado de los 15 años de Kuryaki, y también de los 10 años de cada uno como solista.

¿Consideran que la vuelta de IKV removió un poco la fibra funk, e hizo efervecer la escena actual?

Dante: Estamos revolviendo el guiso (risas). Hay mucha gente que se copa con esta música.

Emmanuel: El funk, como todos los estilos, puede tener ese costado importado, pero nosotros le damos nuestro toque argento. Me encanta el funk, creo que para bailar es la música que más me gusta. Rítmicamente está buenísimo, y nosotros no somos una banda purista de nada, nos divierte todo y nos gusta eso. Para mí tiene que ser así, y está bueno que haya vuelto un poco el funk.