Poco antes de que los sudafricanos Die Antwoord se transformaran en la nueva respuesta de la música popular africana y de que el ritmo kuduro pasara a integrar la familia de la bass music, Xavier Thomas, en su Francia natal, ya les había dado una interpretación moderna a los ritmos de la cuna de la humanidad. No obstante, fue un viaje a Africa lo que determinó la dialéctica Hombre-Naturaleza presente en la obra del instrumentista, productor, remixador y dj bretón. “Cuando fui a Senegal de chico, con mis padres, quedé muy impresionado con las danzas, los tambores y los colores fuertes”, recuerda el creador del alter ego Débruit, vía mail, desde Londres, donde actualmente reside.

“Siempre me gustó la vivacidad de la polirritmia –argumenta–. Además, en Francia, durante mi infancia, la música de Africa occidental fue muy popular. Si bien esto me marcó para concebir mi proyecto sonoro, estoy bien con quien soy. No creo en esa idea de que los colores definen a la gente. Tengo curiosidad por la música africana, bien sea la tribal, la que oyen taxistas, la moderna o la antigua. Hay tanta variedad y material en ella que me interesó llevarla al terreno de la electrónica para jugar un poco.”

Su show en el Sónar de 2008, como parte de la Red Bull Music Academy, convirtió a Débruit en una de las revelaciones de esa edición del festival catalán, lo que le permitió proyectar mundialmente su afrobeat surrealista, esa combinación de ritmos del continente negro pasados por el tamiz de un electro hip hop ruidoso. “Me inspiro en los ritmos africanos para crear beats de hip hop y viceversa”, explica el artista que debutará este sábado en Buenos Aires. “Esa sensación de diversión y complejidad percusiva funciona de manera natural, es la energía que me lleva a seguir adelante.”

A pesar de que es considerado el mayor exponente de la actual avanzada gala de beatmakers, Xavier, quien puso a la venta el año pasado From the Horizon, el último disco de su laboratorio sonoro, toma distancia de las categorizaciones. “A veces exageran sobre mí y lo que hago, por eso prefiero tener la libertad de experimentar a tratar de encajar en una escena o de ser querido. Realmente, no me considero tanto un beatmaker, pues soy instrumentista, productor y artista. A diferencia de la generación anterior de hiphoperos franceses, la que caracteriza a la que represento es la forma en la que influyó la tecnología en las maneras de crear y promocionar la música.”

* Débruit tocará el sábado 6 en el Lado B de Niceto Club (Niceto Vega 5510). A las 23.30.