KATE NASH, ¡DESPEDIDA!
Luego de que su sello le rescindiera el contrato, la colorada aprendió bajo y batería y grabó Girl Talk, en el que endurece su lucha desarmada.
› Por Santiago Rial Ungaro
Nunca subestimes a una chica. Mucho menos si es pelirroja. Aunque esté teñida de rubia. Aunque sea bonita. Y esté en la MTV. Aunque sea famosa. Y joven. Aunque sea... ¿una chica? Con sus rabiosas y melódicas canciones y su combativa actitud feminista, Kate Nash, de visita para tocar en el país por tercera vez, se las ingenió para nunca ser ni una lolita ingenua y saltimbanqui, ni una bomba sexual descerebrada. Con 25 años, esta muchacha nacida en Londres, de madre irlandesa enfermera y padre inglés dedicado a las computadoras, ya ha recorrido un largo camino.
Nash se empezó a hacer conocida antes de firmar contrato, cuando subió sus primeras canciones de adolescencia a la web y Lily Allen la arengó virtualmente eligiéndola como mejor amiga en su MySpace. A los 20 supo vender un millón de discos con Made of Bricks, su primer álbum. Pero su reacción a tanta presión y adulación no se hizo esperar; para la edición de My Best Friend is you (2008) decidió darle a su música una vuelta de tuerca más rockera, con la siempre exquisita compañía de Bernard Butler, el elegante guitar hero de Suede.
Ahora, la ex niña mimada de la industria perdió el contrato con Universal, ya sea por las ventas, porque decidió usar su fama para crear un club de rock dedicado a brindar educación musical al piberío de bajos recursos o porque se animó a lanzar hacia el éter de las descargas gratuitas la emblemática Understimate the Girl y Free my Pussy, compuesto en homenaje al colectivo feminista ruso Pussy Riot. Por eso, su último disco, Girl Talk, salió de manera independiente: “Cuanto más fans conozco, cuanto más hablo con ellas, más me doy cuenta de cuán subestimadas están en general las chicas y las mujeres. Creo que es muy importante que alguien les brinde una chance y les dé ánimo. Y creo que mi trabajo en la escuela realmente puede hacer una diferencia positiva para muchas de ellas”, le dice al NO.
Nash se toma con humor la pérdida de su contrato: “¡Sí, me echaron el año pasado! No sé qué pasó, nadie me dio una explicación. Pero está bien, yo veo mi carrera como un viaje. No sé qué puede pasar en los próximos diez años, salvo que voy a seguir cambiando”. Quizá sea esa certeza de que los tiempos están en constante movimiento la que hizo que se pusiera más sutilmente “punky” y se animara aprender a tocar bajo y batería (con el piano ya la tenía clara). Claro que lo suyo siempre sería un pop punk: “En los últimos años volví a escuchar grupos de punk de chicas, sean Bikini Kill o The Shirelles. Me gusta la ética punk, pero también me gusta la moda punk. Y también me gustan las melodías y armonías de pop; creo que puedo fusionar las dos cosas en mi música. Me gusta la idea de ir en contra de la corriente sin que te importe lo que la gente piense de vos”.
Al igual que su madre, esta talentosa piba parece querer convertirse en enfermera simbólica de millones de chicas que quieren divertirse, pero también que se las respete: “¡Mi mamá es superbrava! Definitivamente ella es una luchadora. Siendo enfermera le tocó atravesar muchas cosas locas en su vida y sé que eso me ha formado. Y la verdad es que ahora que estoy de gira la extraño realmente. Ella es muy cuidadora e inteligente. ¡Y no se come ninguna! Y es muy habladora, como yo”. De tal palo, tal astilla.
* Kate Nash tocará el sábado 4 en el Beldent Random Music Fest (Laprida 300, Vicente López). Desde las 18 con IKV, Sky Blu (LMFAO) y Miranda! Y el lunes 6 en Niceto Club (Niceto Vega 5510). A las 21.
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