EL ENCANTO DE ATRáS HAY TRUENOS
Prolijo y potente es el nuevo trabajo del actual cuarteto, que prefiere el calor de la amistad a los vientos huracanados de la perfección musical.
› Por Santiago Rial Ungaro
Una tarde calurosa del verano 2004, Diego, que por entonces estudiaba sonido en Buenos Aires, fue a visitar a unos músicos amigos en Neuquén: “Me acuerdo de que estaban en un cuartito que se caía a pedazos Roberto (guitarrista de Atrás Hay Truenos) y Héctor (baterista y DG), tocando con un amplificadorcito y una batería armada al lado de la cama. Yo no podía creer cómo sonaba. Me acuerdo que les dije: ‘¡Tienen que salir a tocar ya! No hay nadie en la escena neuquina haciendo esto. En cuanto hagan una fecha no van a poder parar’”. Dicho y hecho: ya hace diez años que Atrás Hay Truenos está tocando por todas partes, ya con el aporte de Diego en el bajo, cantando (y aún arengando, claro) como parte de la banda, que ahora se completa con Ignacio en guitarra. De tanto tocar con su último disco, Encanto, como ariete, a los Truenos se les van abriendo cada vez más puertas: se viene un fechón en la Noche Circular y el jueves pasado dieron un inolvidable recital como teloneros de unos taciturnos Yo la Tengo que, sin sus equipos e instrumentos (detenidos en la aduana), ofrecieron uno de los shows más suaves que se les hayan escuchado en los últimos tiempos.
Nacho: Hay cosas que quizá sorprenden pero que son consecuencia natural de venir tocando hace tantos años. Tocamos en cualquier lado y en todo tipo de circunstancias: sin sonido, sin gente, pero tocando siempre, como sea. Cuando veníamos de Neuquén no sabíamos adónde íbamos a ir a tocar ni dónde íbamos a parar. Pero fue dando sus frutos naturalmente: de a poco fuimos haciendo amigos y conociendo gente copada.
Roberto: La verdad, los que realmente nos dieron una mano y con los que tenemos cierto romance son los chicos de El mató a un policía motorizado. Desde que hicimos nuestra primera fecha en La Plata, en 2006, tenemos muy buena onda con ellos y la gente de Laptra. Creo que ellos tienen cierto romanticismo de por qué hacen las cosas y cómo las hacen, de dónde vienen.
Más allá de algunos cambios (entre ellos el ingreso decisivo de Diego, antes miembro de Hacia Dos Veranos), el “encanto” de la banda neuquina se basa en la química que tiene este grupo de amigos conscientes de qué es lo que más les gusta: tocar, tocar y tocar. Pero también ir a ver bandas. “El otro día fui a ver a Jesus & Mary Chain y se equivocaron a full desde el segundo tema. Paraban los temas y se reían... ¡hasta pifiaron en el último tema! Pero lo increíble es que estuvo buenísimo: es como que para ellos el error es estructural”, dice Diego. Roberto asiente: “Quizá nos sentimos identificados por el hecho de haber forjado nuestra música así, con errores, porque nuestros primeros discos los grabamos todos juntos tocando en vivo en una sala de ensayo, pero aunque estemos grabando el disco nuevo en ION o hayamos llamado a Marcelo Belén como drum doctor para el último disco, siento que nunca rozamos la perfección. Pero bueno: una cosa es armar la lista de los 23 de la Selección y otra una banda con tus amigos”.
La sensación que deja escuchar Encanto, un trabajo prolijo y potente, es otra: “Quiero cantar aunque no tengo la palabr a/ la encontraré aunque tenga que robarla”, cantan en un disco en el que la principal novedad son las canciones. De letras breves, con la insoportable impermanencia del ser como hilo conductor, las palabras de estas obras parecen haber sido robadas al salvaje viento neuquino. “El viento, el calor y el clima seco de Neuquén te van limando de a poco. Cada vez que vuelvo allá me parece más heavy”, reconoce Diego.
* Sábado 14 en la Noche Circular, Viejo Correo, Díaz Vélez 4820. Desde las 21 con Mi Amigo Invencible, Tobogán Andaluz, Sue Mon Mont y Los Espíritus.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux