Jueves, 9 de octubre de 2014 | Hoy
APUNTES SOBRE TMDG 2014
El fin de semana pasado hubo otra edición de la mayor feria de diseño gráfico del mundo. Martha Cooper y Bob Gill agitaron desde los estrados, hubo recitales y casetes, porro y palosanto, mucho flúo y turquesa, maravillas editoriales, tatuajes, graffiti y seis mil personas flashadas.
Por Santiago Rial Ungaro
1. Un gatito blanco, de ojos verdes amarillentos y mirada atenta. Esa es la imagen que Pablo Pacheco & Seba Acampante (dúo fundador a cargo de la coordinación general de TMDG) eligieron como símbolo para seguir invocando la “buena suerte”. Suerte que, más allá del frío y las olas y el viento y el sucundún de La Perla del Atlántico sigue bendiciendo a esta feria en su decimocuarta edición. Con Army of Dub haciendo nuevamente de anfitriones sonoros, el TMDG 14 se las ingenia para ofrecer un espacio poco convencional y funcional, en el que las conferencias y las fiestas siguen siendo el atractivo principal, este año con la fotógrafa Martha Cooper, Bob Gill, William Gutiérrez Peñaloza y Lawrence Zeegeen como invitados especiales y con shows en vivo de Nairobi, Sobrenadar, Nunca fui a un parque de diversiones, DJs, VJs y...
2. Saludablemente alejado de cualquier feria al estilo Arte BA, TMDG es un cóctel tan estimulante como excesivo, un espacio donde el aroma de un superpancho se mezcla con el purificador olor del palosanto que quema una simpática chica en un rincón, mientras tira el I Ching gratis. Un espacio donde conviven propuestas como la Pandilla Guaraní (un grupo de amigos paraguayos abocados al sutil arte de las fiestas) con stands más convencionales como el de Plenty (animaciones de Palermo para el mundo), el de los libros de La Paragráfica o el del taller Nirat Print, una de las tantas empresas jóvenes que fueron creciendo en base a conjugar calidad y accesibilidad. Sólo en TMDG parecen poder convivir inventos indescriptibles como el Armonógrafo (una hipnótica creación del padre de Acampante) con una improbable conferencia sobre “El arte de los barriletes” (no confundir con el arte de barriletear, ideal para practicar en TMDG) a cargo de Alejandro Araujo, que dio una clase de “barriletes tuneados” y data sobre un arte de 3000 años de antigüedad.
3. El sábado, por ejemplo, diseñadores y estudiantes, cool hunters, artistas, periodistas y curiosos podían encontrarse con la paradoja de salir a fumarse uno para volver y encontrarse con el mal humor del octagenario Bob Gill, figura histórica del diseño gráfico (que en los ‘60 formó parte junto a Colin Forbes y Alan Fletcher de los estudios Pentagram). “Seguro que vienen de fumarse un porro: si fueran mis hijos los mataría”, sermoneaba quizá con algo de razón este genial y gruñón ilustrador y diseñador inglés, autor de Olvide todas las reglas que le han enseñado sobre el diseño gráfico. Incluso las de este libro. Más de uno, demasiado fumado, se olvidó de todo lo que dijo en su conferencia.
4. Efectivamente, todo lo contrario se puede decir de la visita de Martha Cooper, antropóloga y fotógrafa preferida de los primeros artistas del grafiti en los ‘70 y ‘80. En su fantástica conferencia ilustrada no sólo contó sus experiencias documentando los tiernos inicios de una expresión que luego se expandió globalmente, sino que también se las ingenió para reivindicar a artistas locales como Jazz, Nerf, Eber y dar un pantallazo de las nuevas tendencias y exponentes del arte callejero y el grafiti alrededor del mundo. La mirada de Cooper estuvo en sintonía con cierto espíritu autogestivo e independiente que se conecta tanto con el punk como con la electrónica y las fiestas artesanales, así como con cierta impronta skater que caracteriza a la ciudad. “Nunca me canso de ver todas las diferentes maneras en que se pueden dibujar las letras”, dijo Martha, quien, muy merecidamente, ya tiene su propio color para tagear: el Martha Marine.
5. “Virgen sin cargo”, reza uno de los miles de cartelitos de la feria, que llama inmediatamente la atención porque a su lado se ve a joven de 21 años que, aguja en mano, está dele que dele tatuar: DJ Campéon, colega y trimarchista muestra en su brazo recién tatuado un boxeador con la leyenda “Será Campéon”. El caso de Le Putit Gallerie es sintomático del efecto que genera una feria craneada y diseñada desde Mar del Plata (“la” ciudad turística por excelencia, con todo lo que eso implica en cuanto a ciclotimia cultural). El TMDG es un evento cada vez más marplatense y galerías como ésta, inaugurada hace apenas seis meses, y dirigida por Nahuel Agüero (escultor de 26 años) y Pedro Argel es un buen ejemplo. “Yo vengo del Barrio Libertad, que queda en la periferia marplatense, camino a las sierras, una zona que no está ni en los mapas. Empecé a tatuar a los pibes de mi barrio porque como allá siempre fui el dibujante, me pedían que les tatuara el toro de Alvarado (NdR: equipo de fútbol marplatense archirrival de Aldosivi).” Pedro, que también fue DT de un equipo juvenil, cuenta que tatúa gratis a El Virgen (suerte de santo pagano creado por su amigo Juan José Souto) porque es devoto de él. El eclecticismo de los artistas de la galería (junto a Mundo Dios una de las más interesantes de la escena local), con las esculturas de Melisa Casella y Agüero y los grabados de Mariana Pellejero y Argel, sumado a un piano no tan desafinado traído por el “Loco” Surferi hizo de su stand uno de los sitios más magnéticos del anillo del Polideportivo.
6. “Cuando llegás, al principio parece una hipponeada, porque los chicos te dejan hacer todo lo que quieras; después te das cuenta de que hay una estructura”, comenta Javier de Burkina, ejemplo de la dinámica del evento: hace seis años vino a visitar la feria y ésta ya es la segunda vez que arma su stand para dar a conocer el taller de serigrafía que tiene en Gerli y vender sus remeras y sus objetos de diseño.
7. En contrapunto con estas experiencias, la presencia en un stand de un docente como Hugo Santarsiero (docente de la USal siempre al tanto de qué es lo que sucede en el mundo y también acá, a pocas cuadras, en el vertiginoso mundo de las impresiones) mostró el lado serio de TMDG: “Acá hay de todo, por ahí anda dando vuelas Rocambole. Voy a dar un workshop sobre diseño de packaging con producción multisistemas, porque me gustaría que los diseñadores sepan cuáles son las tecnologías de avanzada disponibles hoy en día. Es importante que puedan cruzar el abismo que hay entre el diseño y la producción: hay muchas tecnologías disponibles para hacer rápido cosas baratas y accesibles”.
8. Claro que, como bien dijo durante su conferencia Marcelo Gabriele citando a Alejandro Ros, “la computadora no diseña”. El error positivo de experimentar y explorar por el placer de hacerlo, más allá de los resultados económicos o incluso estéticos, termina teniendo una dimensión política según Barbarita Visconti, del colectivo platense de serigrafistas Tormenta: “Creo que la idea de poder hacer lo que querés y que además te pueda ir bien es algo político. Nosotros en La Plata tenemos este proyecto que por ahora funciona bien puertas adentro y la verdad es que el TMDG es el contexto ideal. Aún sin ser diseñadores acá siempre vendemos todo. Cuando estudiás arte se separa mucho el trabajo del arte, y yo quiero poder trabajar para vivir de esto. Y si encima eso incluye viajar y conocer gente, muchísimo mejor”.
9. El TMDG 14 dejó claro que la feria no sólo no quiere olvidarse de lo artesanal, sino que lo considera un punto fundamental: cientos de CDR caseros de artistas ignotos, posters, remeras, postales, cerámicas, gorritos de lana con formas extrañas y casetes, incluso uno compilado por TMDG. Y ahí empiezan las paradojas de esta feria: ¿alguien conoce a alguien que tenga una casetera que funcione?
10. Por ahí anda Ivy de Nairobi, agradeciéndole a la lluvia haber podido tocar adentro con la pantalla de fondo y la acústica a favor de su sonido espacial y bailable, y dando otra mirada al uso del casete como fetiche. “Ahora nos toca editar casete, pero ya nos pasó con los vinilos, que nos decían que nadie los iba a escuchar y al final vendimos todos. Quizá sea que no necesitamos tanta gente. Ahora en diciembre vamos a hacer el Dub Fest 4: la idea es lanzar diez casetes en simultáneo por el sello Crang. Tenemos un disco inédito nuestro con remixes, otro de DJ Nelson, otro de Humanidub. Creo que desde el sello vamos a seguir reviviendo prácticas antiguas. Es la primera vez que venimos a tocar, pero están Cucho y Luisao, y a ellos los conocemos desde antes de 2005, antes de armar Nairobi. Hace años que están haciendo fiestas y promocionando el estilo.”
11. Tendencias (vos fijate): presente en peinados, pinturas, gorritos, calzas, cuadernos, lapiceras y hasta anteojos, el turquesa es el color del TMDG 14. Y, a no dudarlo, el color de la temporada primavera-verano.
12. De estilo calidoscópico y caótico como toda feria, el Triángulo de las Bermudas que generan el Polideportivo Islas Malvinas, el Museo Mar (Museo de Arte Moderno marplatense) y la disco Sobremonte resulta ideal para perderse y encontrarse, aprender y también, por qué no, olvidarse de los contenidos. O de la edad. O de que juegan River y Boca. TMDG atrae a gente de todas las provincias, de países como Brasil, Uruguay, Colombia, Paraguay, Perú y Chile. Carolina Flores apenas tiene 19 años y en efecto parece una niña; y junto con su amiga Javiera, una diseñadora de indumentaria admiradora de Issey Miyaki, vinieron desde Valparaíso a conocer el TMDG y aseguran que el año que viene piensan volver. “Por la Universidad nos propusieron hacer un tour. A mí me interesa el diseño industrial, pero también el gráfico. ¿Qué me gustó? ¡Todo!.”
13. Con cierto ánimo supersticioso (de vuelta al gatito blanco) los coordinadores del TMDG decidieron saltearse en la cuenta el número 13. O quizá solo sea que esta edición valió doble. Es que cuando uno inventa un juego, también puede elegir sus propias reglas.
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