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“¡Papá, quiero ir a la pileta!” Floxon, cantante y guitarrista de Las Uvas Estroboscópicas, intenta explicar cómo produjo su disco debut epónimo (próximo a salir por Géiser), pero Sarah, su hija de apenas dos años, decidió que es hora de meterse en la pelopincho. Entre niños, flores y perros, la sombra de un álamo de un amplio jardín de Burzaco reúne a los integrantes de Las Uvas. Con un formato clásico de rock, ver a Las Uvas en vivo es uno de los planes más efervescentes de este verano por las buenas canciones de Floxon, por sus personalidades y su química musical.

“Somos un grupo sano, rebelde y familiar”, dicen y reivindican los ‘60 más bien psicodélicos, aunque su sonido tiene muchas otras referencias, cuenta Floxon mientras de fondo suena Jimmy Cliff. “Estamos más cerca de Teenage Fanclub que de Oasis. Lo nuestro es la canción de redención, como los Flying Burrito Brothers. Una onda country, pero medio The Cure. Creo que a la gente le ofrecemos una buena vibración.”

Su debut probablemente estará en la calle para febrero, para mostrar otra faceta de esta banda estroboscópica. “Lo grabamos con Leo Ramella (Emisor) durante un par de años. Cuando empezamos, no teníamos la formación completa. Hablábamos de rock, pero teníamos otro tratamiento: sampleábamos a los Stones, Los Beatles o música paraguaya.” Sobre la esencia folklórica del disco, Floxon cuenta que usaron bombos legüeros: “No queríamos grabar con clic y no teníamos baterista. Y tampoco queríamos usar Pro Tools”.

Casi se podría decir que todos sus temas son hits potenciales: Nací para vos, No me niegues (incluido en uno de los compilados de Géiser), No disco (“No tengo miedo a entrar en la disco, pero no voy a entrar”), Babilonia.com o Asunción (Floxon vivió parte de su infancia allí) podrían ser la banda de sonido 2015 para muchos amantes del rock psicodélico. Lo mismo Dice Pascal, especie de bolero con reminiscencias de The Byrds que mezcla los diagramas del matemático Blaise Pascal con alguna situación más personal. “Las letras no son tan importantes: para mí sólo son un vehículo para que la música fluya. Cuando arrancamos con Las Uvas no había ningún otro propósito que pasarla bien. Suena inocente, pero es la verdad: nos juntábamos a tocar y a tomar birra sin pensar en grabar o tocar.”

¡Guau, guau! Los perros ladran y anuncian la llegada de otro integrante de Las Uvas, que llega junto a otro amigo de la banda: Juan Rivas, ex baterista de Maleza y también en Simions. “Juan nos trajo un toque muy especial: nos trajo a Grateful Dead y el toque reggae, que es una música contestataria.” A ellos se le suma la guitarra de Gerardo Cardone, ex jugador de Vélez, que actualmente toca en el Walter Lema Dúo y también folklore en el Dúo Soplete.

“El rock tiene espíritu rebelde, que es una palabra que rescato de una charla que tuvimos con Moris. Escucho a grupos de rock de ahora y veo que todos quieren sonar ATP, que no está mal, pero lo nuestro es otra cosa. Cuando tocamos se genera un remolino. Travesti (NdR: su anterior banda) era más cerebral, ahora hay una energía que tiende a ir al caos y hay más improvisación. No nos da miedo: hay grupos alucinantes que tienen unas canciones alucinantes y en vivo suenan para el ojete, como Creedence o Television Personalities.”