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Jueves, 17 de marzo de 2016

EL DVD DE CUATRO PESOS DE PROPINA

“NO VAMOS ATRÁS DE LOS CÁNONES”

Combinado rioplatense de asiento mestizo, la banda igual deja lugar a la introspección y el autoconocimiento.

 Por Sergio Sánchez

“Porque tiene mucho cielo y mucho mar, me gusta este lugar. ¡Qué no! ¿Cómo que no? Míralo, míralo”, canta convencido Diego Rossberg, cantante y letrista argentino de la banda uruguaya Cuatro Pesos de Propina. La canción no salió de su pluma, pero es un himno de Gustavo “El Príncipe” Pena que la banda suele interpretar en vivo, aunque la dejó fuera de su flamante CD-DVD en vivo. El verso pinta de manera dulce el lado B del país que el músico nacido en Vicente López eligió para vivir hace 16 años. “Me quedé por la música, por las relacionas, por muchas razones. Tengo a mi madre y mi hermano allá. Y cada vez que puedo, me arrimo”, cuenta Rossberg por teléfono, a punto de ensayar para la presentación en Groove de Muerto pero vivo, un material que resume los 15 años del grupo y repasa canciones propias de sus tres discos. “En vivo pasan muchas cosas, se arma un intercambio interesante con la gente, una energía especial”, dice el cantante, algo que se comprueba cuando las imágenes del DVD avanzan.

En los conciertos de Cuatro Pesos de Propina, formados bajo el embrujo del mar de Valizas, se genera un clima de fiesta y a la vez hay lugar para el silencio, la intimidad y la reflexión. Y eso se debe al combo explosivo que genera el encuentro de la parte musical –desde ska-punk y reggae a balada– con las letras luminosas y de autoconocimiento de Rossberg. “Si bien soy el compositor principal y la producción musical está a cargo del guitarrista Gastón Puentes, somos un grupo muy diverso y logramos un tinte grupal. Cada uno suma sus influencias, que van de Mano Negra y el mestizaje a la música uruguaya bien popular, con pilares como Jaime Roos, Fernando Cabrera o El Príncipe. Entonces la mixtura no nos encasilla ni en el rock ni en el ska ni en el reggae, sino que tratamos de ajustarnos a lo que la canción pide.”

Mi revolución pidió ser un valsecito. ¿Lo que escribís en canciones como ésa tiene un componente autobiográfico fuerte o buscás algo más universal?

Es por épocas. El disco Juan (2010) tira más data de la realización del ser, la luz, la evolución. Y Mi revolución está en Surcando (2013) y obviamente es autobiográfico, habla de un proceso personal. Pero creo que toca una fibra muy vigente: buscar la sanación, entender que el cambio es interno para luego generar algo externo, perdonar y perdonarse para poder transformarse y evolucionar. Tiene mucha resonancia en la gente porque consciente e inconscientemente muchos están en ese proceso de sanación.

En el DVD también se ve a los músicos hablar sobre las ventajas de la autogestión, el placer de la música y la hermandad de la banda que completan Rodrigo Calzada, Gastón Pepe, Miguel Leal, Rodrigo Baleato, Joaquín Baranzano y Andrés Bolognini. “En Uruguay no es tan difícil ser autogestivo porque es todo más chico. Decidir todo entre todos tiene su parte buena y también te requiere una energía. No vamos atrás de los cánones de la industria”, cierra Rossberg, el uruguayoargentino.

* Sábado 19/3 en Groove, Santa Fe 4389. A las 19.

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