“Miren, la señora se tiene que bancar esto”, parece lamentarse Richar Asspero debajo de su habitual pasamontañas trenzado, mientras posa para la foto en la puerta de un bar de Palermo. “Yo iba al colegio acá a la vuelta”, informa escoltado por la tropa de once personas que completan la hermandad, fauna y flora de Villa La Verga, localidad fantástica de la que dicen provenir. Alrededor hay personajes pintorescos de sexo desconocido como El Rubio Salvaje, el bajista 3,14 Jota o el guitarrista Rockardo Asspero –también conocido como Julián Barret de Tarja Turunen o Lörihen–, su compañía para la plática con el NO.

Asspera irrumpió formalmente en el heavy argentino hace una década, con la edición de Bizarra actitud de seguir con vida, el primer fruto de estudio tras años de acunar canciones. “Si bien el metal se vincula con la protesta y nosotros tenemos esa rebeldía, hay pocas bandas de rock con humor; las que lo tenían eligieron caerles bien a las minitas para coger y llegar a medios masivos”, dispara el cantante.

Con tracks como Me cago, Gorda puerca y hasta un cover de Viejas Locas (Me gustas mucho), aquel disco plantó la bandera que todavía el grupo defiende: un sonido sólido de heavy aggiornado post-revolución groove, y desparpajo escatológico. “No queremos ir por el camino de la Real Academia, queremos ir por el del pueblo, donde nos criamos”, destaca el cantante. “Aquel disco era controversial. Hoy son muchos menos los que están en contra nuestra porque muchos más captaron el mensaje. Sigue habiendo gente a la que no le gustamos y está bárbaro, si le gustáramos a todo el mundo habría algo raro, estaríamos llenando un estadio en La Plata”, se suma Rockardo entre risas.

Diez años después, Asspera acopia cuatro DVD –uno en plan testimonial, otro en formato película, todos con material en vivo– y ningún disco en directo, racha que se cortará este fin de semana cuando graben sus dos conciertos “a la carta”, para los que prometen nuevos skecthes y puesta en escena, invitados sorpresa y mucho ensayo.

Con Cada vez más pelotudos como último LP, el más reciente lanzamiento del cuarteto fue Sin depender de nadie, un DVD que intercala la historia de un personaje con canciones en vivo en forma de relato fílmico. “Necesitábamos plasmar un show de Asspera sumado a la realidad de una persona común con todos sus mambos, porque creemos que para cada ocasión hay un tema de Asspera. Sin depender de nadie expone la temática de ser solo, porque somos independientes, un camino muy espinado que venimos transitando hace muchos años. Es espinoso o espinado, no sé”, duda Richar. Pero el guitarrista lo sigue: “Es jodido el camino, pero logramos ser una gran familia con casi todas las cuestiones cubiertas. A fin de mes duele muchísimo pero menos plata tenemos de todo: un tipo que hace las películas, una mina genial que hace la prensa, buenos músicos, actores, no necesitamos de nadie. Nos han golpeado la puerta compañías discográficas a ofrecernos cosas y nuestra respuesta siempre fue: ‘Dejá, somos solos’”.

* Viernes 2/9 y sábado 3/9 en El Teatro Flores, Rivadavia 7806. A las 19.