“Todo camino aconseja una ascensión. El dinamismo positivo de la verticalidad es tan claro que podemos enunciar este aforismo: el que no asciende, cae”, escribió el filósofo, poeta y físico francés Gastón Bachelard, y su reflexión sintetiza la evolución que muestra Sambara en su segundo disco. “Hay que encontrar el sonido que a uno lo hace sentir cómodo”, comenta Federico Schujman luego de probar conversar de móvil a móvil, de fijo a fijo, y, al fin, sí, de móvil a fijo. El cantante es un obsesivo del audio y eso está presente en la excelente producción de Mariano López para Siempre hubo riesgo en el cielo, levitante y cancionero segundo álbum del grupo. “Hoy decir que algo suena bien es casi redundante, lo más difícil es encontrar identidad: buscamos que el disco tuviera rango dinámico, que no estuviera todo comprimido”, marca. Frutos de la composición colectiva, los matices y arreglos de la banda confirman la madurez del septeto, luego de un primer disco producido por Javier Malosetti (Asomándose, 2013) más volcado hacia el jazz y lo progresivo.

Al igual que Serú Giran, esta banda que completan Julián Malosetti (hijo de Javier), Marcos Inchausti, Andrés Elijovich, Gabriel Kerman y Ariel Schujman también nació en Brasil y encontró su nombre jugando con las palabras: “No somos una banda en la que el cantante sea el protagonista. Y aunque capaz que eso nos cierre las puertas, no nos gusta la música obvia: elegimos el camino más largo porque sin riesgo el arte está frito”.

Mientras viaja por el país, Sambara apuesta a hacer otro larga duración: “La idea es que el disco se sostenga como unidad. Y no vemos como algo romántico lo de ‘defender’ el disco tocando, si no que nos interesa que el disco se escuche. El que solo escuche el corte Lennon Pie no nos va a cazar la onda ni en pedo; creo que lo mismo pasa, salvando las distancias, con Pez: para conocerlos tenés que ir a verlos en vivo”. Justamente Sambara y Pez (y Melero, Bléfari, Octafonic, Morbo y Mambo y más) abrirán el mes de festejos de la Ciudad Cultural Konex por sus 10 años (más actividades en ciudadculturalkonex.org).

Mientras siguen investigando cuál es el significado de su nombre, estos militantes de la época dorada de los sintes y bandas como Spinetta Jade, Crucis y La máquina de hacer pájaros se tocan todo, pero con el foco en las canciones: “Somos responsables y laboriosos: ensayamos cuatro días por semana y tocamos todos los fines de semana, pero el germen de nuestro trabajo son canciones que te puedo tocar con una criolla. No me siento para nada cómodo con que digan que somos virtuosos, porque no me considero así: me gusta ir a ver a Catupecu Machu y meterme al pogo”.

* Sábado 8/10 en El Festival, C.C. Konex, Sarmiento 3131. Desde las 19.