”La princesa que me anhela/ vive en Florencio Varela./ Quien la apresó no es dragón/ sino un concejal ladrón”, dice el pegadizo himno Lord Inario, que narra cómo un noble caballero rescata a su prometida de un monoblock de una comarca lejana. Ella, la princesa, no es hija de un rey sino de un acaudalado puntero justicialista. Y la canción es el emblema de la nueva gran cosa del heavy argentino: el gnometal.

A no confundir con el nü-metal. El gnometal recupera la imaginería heavy de duendes y enanitos, pero ya no los retrata en las aldeas boscosas de la Europa medieval sino que los reubica en el Gran Buenos Aires actual. “Muchas bandas heavy se inspiran en la fauna, el urbanismo y los actores sociales del Medioevo; como los dragones, los castillos y los duendes -explica Adriana Bariladri, virtuosa guitarrista de Hechiceras de Turdera-; pero la escena gnometal sueña hadas revoloteando por Benavídez, gnomos recolectando hongos debajo de la autopista, o elfos lanzando flechas al Ferrocarril Roca.”

Tanto Lord Inario como Espadas y corceles para todos –hitazo testimonial sobre la inseguridad del conurbano– pertenecen a Sacro Burzaco, la banda fundamental del movimiento. Sus canciones ya pueden escucharse como cortinas en el magazine de Canal 13 Barba canDady (en el que Dady Brieva enseña a los adolescentes a afeitarse) y en el unitario de América Oro en polvo (en el que Fabián Gianola relata cuánto dinero ganó promocionando jabón para el lavarropas).

* Cualquier similitud con la realidad, es porque la realidad da para cualquier cosa.