La obsesión por gritar “esto es lo que viene”, “yo lo vi primero” y “les dije, manga de giles”, no es sólo patrimonio del periodismo de rock; también los propios músicos se desesperan por anticipar los vaivenes del futuro. O al menos algunos músicos, como es el caso de los Poptradamus, un veterano quinteto de hard rock formoseño en cuyas canciones abundan los pronósticos de todo tipo: sin ir más lejos, su último disco, Ya van a ver, anuncia qué país limítrofe invadirá militarmente a la Argentina el año que viene, a qué hora exacta será el fin del mundo, cuántas veces Charly García repetirá pionono en la próxima cena navideña y qué sello editará el disco Error de tipeo, grabado en dueto por Juanse y el colombiano Juanes.

Pero en el negocio de las predicciones mandan los resultados y, en tal sentido, los Poptradamus se reconocen como bilardistas: “El mundo de los adivinos es duro, si no acertás un pronóstico, te rajan a la mierda y se van con el primer maya que aparezca”, explica el cantante Joselo Horangel. Por eso, el principal capital de la banda es la notable precisión de los vaticinios que fueron haciendo a lo largo de sus 25 años de carrera en el siempre fértil circuito under de la llanura chaqueña. En 1985, quince meses antes que el Mundial México ‘86, su canción Acordate lo que te digo anticipaba la gloria maradoniana: “Diego les ensartará el puño, / fist fucking campeón del mundo / y esquivará seis ingleses / que igual, bien se lo merecen”.

La lista de profecías de Poptradamus que se cumplieron nomás impacta, como se puede leer en su Facebook: hay catástrofes naturales (el tsunami Indonesia ‘04, el granizo Buenos Aires ‘06), hechos del espectáculo (la separación de Intoxicados, la aparición del fantasma de Michael Jackson), y hasta cuestiones políticas, como que un Premio Nobel de la Paz como Barack Obama enviaría tropas a ocupar países ubicados a 11 mil kilómetros del suyo, como Afganistán.

Pero, por desgracia, no hay forma de saber si esos pronósticos fueron hechos a tiempo, ya que la banda rara vez trascendió a la escena de Formosa, lo que privó a la prensa nacional de enterarse de esas predicciones antes de que ocurrieran los hechos. ¿Rock profético o mero cazabobos para engañar al primer periodista imbécil que aparezca de algún suplemento joven?

* Cualquier parecido con la realidad será sólo una de las tantas casualidades que anidan en este agitado rinconcito del acervo universal denominado cultura rock.