El amor, al evocar el objeto de deseo, puede manifestarse de distintas formas. “Mi época de mayor sensibilidad fue con el skate”, apunta Facundo Soto, líder de Guasones y uno de los skaters de la primera hora en la movida platense. “En La Plata había un solo skatepark: Alambrada. Iban pibes desde Mar del Plata, de todos lados. Era terrible. Nos flasheaba ver cómo venían skaters más grandes. Aprendimos mucho de ellos. Llegamos a alcanzar un nivel bastante bueno. Cerró con nosotros andando”, recuerda con cierta nostalgia. Así, por alguna razón, el skateboarding empezó a desaparecer de su vida. “Desde 1991 al 2009 no me subí a una tabla. Empecé a salir de noche, tocar. Igualmente, veía el skate y me quedaba tarado. Mi vida se fue por otro lado pero siempre tuve la cabeza ahí”, cuenta Soto desde Brandsen, donde vive. Pero como todo primer amor, siempre se vuelve: “Volví porque una vuelta Guillermo Avegliano, un amigo que maneja la movida, me metió una tabla en el baúl. Lo acompañé al Eh? Park y es como volver a andar en bici: no te olvidás más”.

Aquella experiencia, por caso, lo reubicó en un lugar de confort: “Hace unos años me hice una rampa en casa”. Se la construyó Pato Barreto, el dueño del Eh? Park, de Bernal, uno de los skateparks más importantes del país. Soto se la juega: “Ahora estoy con la música, pero si hay algo que me hace feliz es el skate”. Su banda, Guasones, sacó Locales calientes en junio y aún sigue presentándolo. “Ahora tengo que tocar el 5 y el 6 de septiembre en el Teatro Vorterix. El 5 toco, duermo en un hotel de Capital y al otro día me voy a ver a Tony Hawk.” A la sazón, Tony es para Facundo “el más grande de todos los tiempos, un héroe”. Y se engolosina: “Al skate no lo puedo comparar con nada. Los fines de semana abandono a mi familia y me voy a andar”.

Entretanto, también, aprovecha los tiempos muertos de las giras para salir a las pistas: “Me llevo la tabla y, en vez de estar al pedo, pateo por ahí”. El dato: Facundo Soto, cantante y autor del hit Down, llegó a ser skater profesional. “De pendejo, ganamos campeonatos amateurs con los chicos del skatepark. Y ahora, volviendo, lo disfruto por todo el tiempo que perdí”. Acaba de estrenar videoclip, Pobre tipo, que corresponde a su último trabajo, y cree fervientemente en el poder chamánico del deporte. “Compartir, pasar tardes con amigos frente a un cordón, superarse. Además, saca a gente de la droga y de la calle”, comenta cosiendo la teoría que representa al skate como un espacio de expresión, camaradería y, fundamentalmente, como un lugar para crecer.

Y también se suma al debate por los skateparks públicos: “Vengo de una época donde no había nada. Creo que las construcciones públicas son muy importantes. Estoy a favor de que se pirateen mis discos, ¡mirá si no voy a estar a favor de que haya rampas para todos!”. Facundo es papá de dos hijos con los que comparte su propio néctar pasional: como en un legado arquetípico, no les queda otra que salir a andar. Y, evocando el objeto de deseo de su padre, tampoco les queda otra que enamorarse de las patinetas.

* Guasones: sábado 6 en Teatro Vorterix, Lacroze y Alvarez Thomas. A las 21.