Tiene un comienzo sorprendente, cuando el tipo se despierta del coma y se topa con Picadilly Circus deshabitado y un mundo al borde del Apocalipsis. Hay un fragmento que te explica el porqué del desastre, cosa que no pasaba en la trilogía de Los muertos vivos, de (George) Romero, que es la referencia obligada. Nunca vi tan bien tratado el digital en el género. Creo que funcionó esta vuelta de Boyle a Inglaterra, filmando una película de presupuesto bajo –9 millones de dólares–, porque no le había ido del todo bien en Estados Unidos. Se sabe que salieron a filmar a la calle a primera hora de la mañana, y eso te la idea de que se puede hacer acá, que lo puede hacer un estudiante de cine. Y la última parte me hace acordar a El día de los muertos vivos, la tercera de la trilogía de Romero, en la base militar. No creo que Boyle sea un gran fan del género, pero sí es un gran cinéfilo. Siempre hay citas en sus películas, utiliza muy bien la iconografía de las imágenes. En ese sentido es tipo Arthur Penn, porque logra postales con la cámara. Exterminio es una película de terror más al estilo de los ‘70, como El exorcista, un tipo de terror que se había perdido con el terror-comedia, onda Scream. Es una película de horror, tiene aspectos de Lovecraft y cosas mucho más perversas que los zombies. Ahí ves claramente qué poco preparados que estamos para volver a ser precarios, qué tan alto podemos llegar a caer. Es una pequeña película con algunos muy buenos momentos, y puede ser modélica en tanto revisión del género de zombies. Gente corriendo gente, la síntesis misma del terror: ningún lugar es seguro, ahí afuera hay algo malo.

* Co-conductor de “Perros de la calle” (FM 95.1), realizador a punto de lanzar su ópera prima, “De noche van a tu cuarto”, a la que define como “una mezcla de ‘Esperando la carroza’ y ‘Los Gremlins’”.