Las letras de Intoxicados son una sorpresa: a Pity no le interesa ser un poeta, pero aún así resulta un cronista urbano de primer nivel. “Las letras tienen una vueltita más. De acá, al que más le entiendo es a Calamaro. Después, mucho no los entiendo a los demás grupos. Le entiendo a Los Gardelitos, a Resistencia Suburbana, a la Missisippi. En los grupos más masivos, las letras dejan un poco que desear. Jagger no te habla de que está por la calle fumándose un faso sino de que está en una limusina yendo a una fiesta elegante. Igual yo traduje las canciones de los Stones, pero no me identifico con las letras de Jagger, tal vez me identifico con las de Cypress Hill. Pero acá te das cuenta de cuando quieren hablar de la calle y no saben, o cuando se quieren hacer los cool y son re-cabezas. Te das cuenta, salta la ficha al toque cuando alguien habla de algo que no sabe.”
Ahora bien, la última: ¿qué lee Pity? “No leo nada. Los diarios y los noticieros sí, me re-caben. Leí el clásico de Castaneda, Las enseñanzas de Don Juan; y me pareció medio pelotudo. Lo que sí leí y me atrapó fue un libro de Roberto Arlt que se llama Aguafuertes Porteñas, que me gustó porque son cosas chiquitas, fragmentos. También está buena esa revistita chiquita que se llama Selecciones (el famoso Reader Digest), que tiene una parte en el medio con frases célebres, que con dos palabras te tiran cosas muy buenas. Pero no sé, no leo nada. Hace poco quise leer la Biblia y me re-aburrió. Después me dijeron que se lee abriendo al azar, en cualquier página... ¡Ah! El último libro que leí es Cannabis para la salud.” ¡Salud!