INEVITABLES
Una de las particularidades de la nueva obra de Joaquín Bonet, (joven dramaturgo argentino, reconocido por trabajos como Testigos y Buena Química) es que nace de la alianza con el productor Patricio Alvarez Casado, una figura que viene del ámbito del cine y de producir entre otras películas El último Elvis, La Calle de los Pianistas y Antes. La obra está actuada por un elenco de lujo, encabezado por Pablo Seijo y Lucrecia Oviedo. Todo sucede en un futuro remoto en el que un grupo de personas decide apartarse del mundo para crear una nueva forma de sociedad en el fondo del mar. Ayudados por los avances tecnológicos que se han alcanzado en ese momento, pueden imprimir una versión mejorada de sus cuerpos que soporte la presión del océano y, además, pueden vivir muchos años más. Los pioneros basan su nueva organización en un profundo entendimiento mutuo. Pero ¿Se puede empezar todo de nuevo?
Viernes a las 21, en El Galpón de Guevara, Guevara 326. Entrada: $200.
Si de reescrituras hablamos no hay “reescritor” mayor que Leónidas Lamborghini. Por eso resulta tan interesante esta versión teatral de su Odiseo Confinado, una nueva vida para el célebre poeta. Se trata de una adaptación del filósofo y crítico cultural Rubén H. Ríos. Un unipersonal protagonizado por Daniel Di Cocco quien es el artífice de este juego escénico, un palimpsesto en el que cada escena borra la anterior, los elementos que en una escena sirven para una determinada acción o toman cuerpo de personaje, en la siguiente son otra cosa, y su vez nuestro personaje adopta también otras personalidades, se desdobla en un verdadero “tour de force” actoral que termina en la calavera del mismísimo Hamlet. con puesta y dirección de Néstor Pérez Vidal.
Viernes a las 21 hs en La Ranchería Teatro, México 1152. Entradas: $120.
Con cuatro discos en nueve años de existencia, las Kumbia Queers a esta altura son un clasico del punk festivo, de la cumbia feminista y bardera. Si en sus primeros discos el grupo utilizó como carta de presentación la recreación de clásicos del rock adaptandolos a su estilo, para su último opus ya no lo necesitan. Canta y no llores disfruta de la producción de Ezequiel Araujo y Guillermo Berseñak, y todos los temas son propios, salvo los compuestos por los invitados de lujo, como Sara Hebe en “Plantala”, Boom Boom Kid en “Si pudiera” y Rosario Bléfari en la arrebatada “Se van borrando”, cumbia romantiquísima que se complementa a la perfección con el tema que le sigue en el disco, el guerrero “Contraindicaciones”: “Somos el concepto que quisieran ver muerto, no tengo razón ni consuelo, por eso no tengo miedo”. Grabado en Buenos Aires en la primera mitad del año pasado, después de estrenar el disco durante su acostumbrada gira europea, el grupo estará presentándolo por acá el sábado 16 de abril en Niceto.
Exiliado desde hace años en Los Angeles, Marcelo Berestovoy es un virtuoso guitarrista argentino que vivió en primera fila el rock nacional de los 80, y saca punta a la nostalgia con este particular homenaje, cuyo título celebra con un guiño cómplice tanto el irreprochable repertorio seleccionado como el formato elegido para homenajearlo. Respetando casi religiosamente los arreglos originales, Berestovoy presenta con un formalismo impecable, deliciosamente arreglados para dos guitarras, temas como “Quedándote o yéndote”, “Cinema verité” o “Desconfío”. “¿Todavía escuchás esto?”, cuenta Berestovoy que le dijo Luis Alberto Spinetta cuando subió a su auto y empezó a sonar Artaud. Este álbum –que se consigue a través de El Club del Disco– funciona como entrañable respuesta.
En apenas poco más de un mes se cumplirán cincuenta años del lanzamiento de Pet Sounds, el álbum de los Beach Boys que suele rankear bien arriba en cuanta lista de los mejores discos de la historia se publique por aquí y por allá. Casualmente, acaba de editarse en dvd Amor y piedad (Love & Mercy), suerte de biopic sobre Brian Wilson, uno de los tres hermanos fundadores de la banda y su principal cantante, compositor, productor y arreglista. Dirigida por Bill Pohlad y con Paul Dano y John Cusack interpretando, respectivamente, al Wilson de los años 60 y al de los 80, el film se concentra en dos períodos: aquel que registra la preparación y grabación del famoso disco –al tiempo que el protagonista comienza a mostrar los primeros signos de su posteriormente diagnosticado trastorno esquizoafectivo- y el triunfal regreso a los escenarios y salas de grabaciones dos décadas más tarde. La película se ve con placer y abre el apetito sonoro: imposible no salir corriendo a escuchar por enésima vez los eternos sonidos de las mascotas.
La plataforma Cinemargentino -dedicada, como su nombre lo indica, al cine producido por estas pampas- acaba de subir a su servidor el primer largometraje del documentalista, docente y polemista Nicolás Prividera. M, estrenada hace casi diez años en el festival de Mar del Plata, es un viaje zigzagueante hacia el pasado y el presente de una familia: la madre de Prividera desapareció poco tiempo después del golpe del 76 y el realizador intenta aquí reconstruir dos historias, la de su propia madre y la suya propia, a partir de un ambicioso film que es, en partes iguales, profundamente político y personal. Como el resto de los títulos de Cinemargentino, puede verse de manera completamente gratuita.
Como todos los años durante estos días pre Bafici, el Cinemark de Palermo –con el auspicio del Institut français y otras instituciones galas– hará las veces de huésped, en calidad de prestreno, de algunos de los films franceses que serán lanzados comercialmente de aquí a diciembre. Como cabeza de lanza, Les Avant-Premières 2016 –que irá del 7 al 13 de abril– ofrecerá el último largometraje del legendario Philippe Garrel, A la sombra de las mujeres, nuevamente en un blanco y negro anchísimo y con su hijo Louis como narrador, y Dheepan, de Jacques Audiard (el director de Un profeta), drama sobre el urgente tema de la inmigración. Además de un documental sobre Christian Dior y el nuevo film de Julie Delpy, Lolo, el hijo de mi novia –entre otra quincena de títulos–, se exhibirá, con un intervalo, esa obra maestra del recientemente desaparecido Raúl Ruiz, Misterios de Lisboa, 266 minutos de puro placer melodramático, una novela decimonónica en formato audiovisual.
Programación completa en cine-frances.com
¿Puede un joven autista cursar una carrera universitaria? A juzgar por Fausto también, documental que puede verse exclusivamente desde el jueves pasado en el cine Gaumont, la respuesta es un rotundo sí. El realizador Juan Manuel Repetto acompaña a su protagonista, y también a familiares, amigos y compañeros, en un recorrido que desacraliza y desprejuicia: la de Fausto Celave es una de esas historias de vida que “inspiran”, pero la película no retrata las dificultades y logros de esa historia como una carrera de obstáculos con final feliz (¿qué haría Hollywood con algo semejante?), prefiriendo en cambio un tono respetuoso de la diferencia y alejado de cualquier clase de sensacionalismos. El estreno, no casualmente, coincide con el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo (2 de abril).
La última década de la Guerra Fría a través de la mirada una pareja de espías camuflados en los Estados Unidos de la era Reagan. Ese es un poco el tema central (o la excusa) de una serie que ya va por su cuarta temporada y que, a pesar de no gozar de la masividad de otras sagas televisivas, cuenta con un saludable grupo de seguidores empedernidos. The Americans no le hace asco a la violencia y el sexo y esta temporada, cuyo primer capítulo la señal Fox acaba de poner al aire hace apenas una semana, promete más de un revés y varias sorpresas para los soviéticos Elizabeth y Philip, en particular ahora que su hija adolescente Paige conoce la verdadera identidad de sus padres. Los fans de la serie han comenzado a especular en las redes: ¿pegará la serie un salto temporal importante? ¿Concluirá la temporada a fines de los años 80, coincidiendo con la caída del Muro de Berlín? Faltan algunos meses para descubrirlo.
La televisión francesa, ya desde mediados de los años 50, la tiene muy clara a la hora de producir documentales sobre cineastas y películas con una mirada profunda pero fresca. La señal Film & Arts viene emitiendo regularmente la serie Il était une fois bajo el título Un film y su tiempo, pequeños documentales de menos de una hora centrados en grandes clásicos (aunque algunos no tanto) del cine de todos los tiempos. Para este mes de abril, por caso, se anuncian un capítulo dedicado a esa oda al cine llamada El desprecio (donde Jean-Luc Godard adaptó nada menos que a Alberto Moravia) y otro a La dolce vita, película-bisagra en la carrera de Fellini que, más allá de las imágenes de la Ekberg en la Fontana di Trevi, marca la entrada del realizador a la modernidad cinematográfica.
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