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Meraviglia, una proveeduría orgánica y natural donde comprar, comer y aprender recetas
A la verdulería se puede ir en ojotas, short y musculosa o elegir el look con mayor atención. Meraviglia pertenece al ámbito de la segunda opción, porque ir a comprar a la proveeduría de alimentos orgánicos de la esquina de Gorriti y Carranza no es cualquier cosa. Además de ser una tienda de productos orgánicos también es un barcito de pocas mesas, barra y vereda.
Quienes quieran desintoxicarse un poco después del mes de las fiestas, la elaboración de comidas saludables y vegetarianas es el fuerte de este lugar. Padre e hijas se unieron para llevar adelante el Proyecto Meravilgia. Los tres tienen en común no sólo el apellido sino el hecho de que hace más de diez años son vegetarianos y creen fervientemente en comer alimentos en su estado puro.
Son pocos, en comparación con sus adeptos, los almacenes y supermercados que proveen alimentos orgánicos, que además se elaboran en cantidades limitadas y al ser productos frescos y de “estación” la disponibilidad depende de lo que da la naturaleza. Por eso, que un lugar no sólo los venda sino que los prepare ofrece un doble servicio: los productos y hasta permanentes ideas nuevas de cómo usarlos.
Los platos que se sirven en Meraviglia no podían estar en mejores manos: Juliana López May fue la chef elegida por los dueños. Para quienes aún no saben de ella, Juliana es “la” referente en cocina saludable y orgánica en Argentina. La carta varía entre completísimos desayunos y meriendas, y opciones simples y sabrosas para el mediodía (cambian diariamente y figuran en pizarra). También hay mezclas en jugos y licuados y la panadería y pastelería es propia. Los que viven o trabajan por la zona pueden aprovechar el menú especial de delivery, muy accesible para la hora del almuerzo.
Meraviglia queda en Gorriti 5796. Teléfono: 4775-7949. Abierto de lunes a viernes de 9 a 20.
Post Data: pastelería clásica como el viejo correo
Tres jóvenes socios (dos hermanas argentinas y un colombiano) recrearon una pastelería artesanal con un formato casi perdido: el correo postal. De ahí que haya cartas colgantes de auténticos puño y letra, decoración con estampillas, cuadros con antiguos sobres vía aérea, logo con borde tricolor de los mismos sobres y el mejor de todos los detalles: la cuenta llega en un mini buzón rojo.
Antes de abrir el local hubo un intenso trabajo de revisión histórica. Estudiaron la cronología del correo, su representación y la fusión de costumbres de distintas partes del mundo. Y ése es el concepto de Post Data: reunión en un café y la recuperación de la pastelería artesanal reemplazada por la producción en serie. El menú incluye elaboraciones de Marrakesh, café italiano, jugos con exóticas frutas traídas de Colombia (guanabana, lolo, mango), patisserie francesa, chocolate belga, cupcakes neoyorquinos y galletitas de la fortuna con mensajes de la suerte, típica tradición China.
Esta antigua galería de arte devenida en pastelería abrió hace poco más de un mes. Para quienes quieran almorzar también se sirven tartas, ensaladas y sandwichs. Y desarrollaron un packaging “formato correo” para los que gusten llevar petit gateux, macarrons o cualquiera otra delicia a casa.
Los que tengan vieja correspondencia y quieran darla en adopción o préstamo, Post Data la recibe con los brazos abiertos. Techos, paredes y cuadros le harán un lugar decorativo en su hogar donde lo esencial es el dulce mensaje, tal como su lema indica.
Post Data queda en Azcuénaga 1739 (frente a Facultad de Ingeniería). Abre de lunes a sábado de 9 a 20. Teléfono: 4803-0496.
Valparaíso: comida del Pacífico chileno
Palermo es una fuente inagotable de lugares gastronómicos. Abren lugares en cantidad y con variedad de conceptos. Y ahora aterrizó un nuevo restaurante que recrea la cocina auténtica de Chile, principalmente de Valparaíso, acercando la esencia del mar a la mesas porteñas.
Está inspirado en el espíritu poético de un pueblo descubierto por los conquistadores españoles, saqueado por piratas ingleses y elegido como hogar por colonos franceses y británicos.
De la mano de Claudia Muñoz Cid y Ricardo Ross Kerbernhard y con la reconocida cocinera Aydee Murillo, condecorada por el gobierno chileno por su labor en la Embajada durante 35 años, este nuevo reducto es una combinación de tradición inmigrante, recetas autóctonas y sabores del Pacífico. Por dentro, Valparaíso parece un barco; por fuera, no pasa inadvertido con su fachada salmón intenso. Una terraza con maderas y arboleda es ideal para este verano inestable de súper calor y noches templadas.
Perfumada de cerros y bahías, con los secretos de sus casas pintadas de rojo y amarillo y el natural mestizaje culinario entre indios y europeos, la cocina chilena tiene una noble representación auténtica en la Argentina. Los emblemáticos platos chilenos que no faltan en Valparaíso van desde caldillo de congrio o abadejo, pasando por chupe de mariscos, paila marina, pastel de choclos, salmón a la crema de puerros hasta llegar a clásicos como ceviche de corvina y ceviche mixto con salmón, acompañados pisco capel y artesanos del cochiguaz.
“Puerto loco, con cerros, desgreñada, con flecos de colores. Así como la mostró Neruda quisimos recrear nuestra propia Valparaíso en Buenos Aires: capaz de trastrocar los sentidos para siempre.” Así explican los dueños este nuevo emprendimiento que, ojalá dure, y mucho, porque gastronomía chilena no abunda en la ciudad.
bBlue, un deli natural dedicado al arándano
Dos socios que tienen un emprendimiento de envasado de blueberries en la región de los Esteros del Iberá (Corrientes) eligieron hace pocos meses trasladar parte de la producción de este fruto dulce y ácido a la porteñísima calle Armenia. Entonces surgió bBlue, el Deli & Natural Bar dedicado al arándano. (Para tomar nota: el arándano tiene infinitas cualidades: es antioxidante, fuente de vitaminas, rico en fibras y libre de grasas, sodio y colesterol, y tantos otros parabienes.)
La ubicación es privilegiada y su locación también: una casa palermitana de 1910 que fue reciclada manteniendo pisos originales de pinotea, su bovedilla de principios de siglo pasado y un patio tradicional que inunda al local de luz natural todo el día.
La selección de ingredientes gourmet y naturales logran combinaciones de sandwiches y ensaladas simples pero abundantes. El aderezo distintivo de la casa para acompañar cualquier comida es el Dressing bBlue, especialmente creado con arándanos, miel y semillas de mostaza. Además hay verduras y frutas de todos los colores y variedades (todo depende de la estación). Para rematar la dieta equilibrada, nada de gaseosas: jugos y licuados elaborados con sabores nuevos como Azúcar Mascavo, Lemon Grass, Spirulina, Maca y Wheatgrass. Imposible irse del lugar sin probarlos.
bBlue queda en Armenia 1692 (esq. El Salvador). Abre todos los días de 8.30 a 21. Teléfono. 48317024.
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