Difícil no caer rendido a los encantos de Birkin. Reúne todas las condiciones para convertirse en un destino imprescindible: el ambiente, que privilegia la sencillez, los materiales nobles y los colores claros; el buen servicio y, más que nada, el café de la casa. Un blend elaborado a partir de granos provenientes de dos zonas de Colombia, que se debe definir como adictivo. ¿Cuántas tazas de café recomiendan los médicos por día? Esta es una pregunta que vale hacerse al traspasar las puertas de este nuevo reino del café porteño, bautizado en honor a la modelo inglesa Jane Birkin, aquella que cantó y gimió junto a Serge Gainsbourg en el himno al amor “Je t’aime, moi non plus”.

La manufactura de cada café está a cargo de la barista medellinense Natalia Montoya: el cappuccino ($ 24) se sirve en tazas belgas y con la leche vaporizada de tal manera que parece más crema que leche; lo mismo el latte ($ 26), decorado con distintas expresiones de latte art (un corazón, una mariposa). “Estudié, viajé y probé muchas variantes antes de llegar al blend que hoy nos identifica, 60 por ciento Yumai estrella dorada y 40 por ciento Guanes genuino”, explica Lucila Zeballos, fundadora de Birkin. A $ 70 pesos el cuarto kilo, el café también se puede comprar en bolsa para llevar.

Con un público heterogéneo, los momentos fuertes de Birkin son al mediodía –menú ejecutivo a $ 80– y a la tarde, cuando viene bien un shock de cafeína para tirar hasta la noche. Hay budines, scons, tortas del día, distintos panes (uno de los proveedores es L’épi) y tés de Luxemburgo. Entre los sándwiches, brilla el de langostinos, palta, limón, mayo de lima y jengibre, tomates, cilantro y maní ($ 78). Rodrigo Siero, actual chef de Aldo’s, ayudó a confeccionar la carta que se destaca por su originalidad y equilibrio. Sábados y domingos sale brunch por $ 130 y, como nota de color, tienen también una excelente oferta de vinos, algo no común en lugares de este estilo. Todo el conjunto constituye a Birkin como una de las aperturas más bienvenidas de los últimos meses.