Para pulir las palabras.

Es la acumulación de los restos de las canciones melódicas que escuchamos por la radio todos los días.

Porque cerá, cerá.

Será para no escuchar el odio que el oído produce cera.

Porque no le aplican retenciones. Porque la cera se exporta fácil, y porque no produce plusvalía.

Porque es el único órgano que hace un aporte a la cultura. ¿Nunca escuchaste hablar de los “Museos de Cera”?

Para que las palabras necias resbalen.

Para encerarte mejor.

Fácil: para evitar la bancarrota de Johnson & Johnson

Por lo de endulzame los oídos.

Para no escuchar a las sirenas.

Lo mismo digo... ¿por qué cerá?

Porque si produjeran mocos, estaríamos oyendo con la nariz.

La cera la producen las abejas. Por eso

No es la cera en el oído lo que no me deja escuchar,

es el odio.

Para proteger mi trompa.

Porque hay que escuchar cada cosa, que está

Cera mayor, cera pendeja; querés saberlo, subí a la oreja...

Mi psicoanalista dice que es el filtro del inconsciente.

Pero también me cobra febrero, sin sesiones. No sé...

Si Dios existe y creó al hombre y de una de sus costillas creó a la esposa, el Todopoderoso que todo lo prevé,

también lo dotó con cera para no tener que escucharla.

Aunque no le ocurre a todos, también existe gente sincera.

Para que nos resbalen los discursos de los que se la pasan sacándose pelusas del ombligo.

Para la semana que viene: ¿Por qué dos huevos fritos son “a caballo”?