No es novedad que la música —en sus variopintos géneros— apuntala el bienestar general, amén de alivianar stress, modular estados anímicos, aumentar la inmunidad, mejorar las conexiones neurales... Así y todo, siempre es grato corroborarlo; en especial, cuando quienes dan la nota son los propios artistas. No ha sido, sin embargo, este ánimo antropológico o de comprobación científica lo que ha motivado uno de los más recientes trabajos del fotógrafo inglés Tom Oldham. Oh no, apenas el all access, seis años de perseverancia y una intención lúdica: mostrar a famosillos músicos y bandas minutos antes y minutos minutos después de haber dado un show. En On:Off, colección de imágenes devenida libro de edición limitada, los resultados hablan por sí mismos: ya sea Suede, Lykke Li, Arctic Monkeys, Prodigy, Ed Sheeran, M.I.A., Primal Scream, Beth Ditto, Janelle Monae, Beady Eyes o Grimes (siguen las firmas), todos sonríen despachurradamente después de sus shows, en pleno subidón de adrenalina. “De la fría reserva al alivio y la jarana máximos”, resume Tom, y sí que tiene razón: ni siquiera Lana Del Rey logra mantener el rictus inexpresivo. Por supuesto, hubo condiciones, como “prohibido volver a maquillarse” o “nada de secarse la transpiración antes del segundo gatilleo”. Al respecto, comenta: “Algunos no llegaron al corte final; estaban tan cohibidos por su sudor que le quitaron a la toma cualquier forma de honestidad”. Al menos, casi 40 artistas sí pudieron mostrarse sinceramente, permitiendo armar colección, tomos y causa. Porque buena parte de lo recaudado gracias a los retratos será donado a la ONG War Child, dedicada a la asistencia de niños en zonas de guerra. ¿Se le puede pedir más? Bueno, quizás esa bendita toalla...