Antes de ser conocido simplemente por su nombre de pila, Will Smith fue El Príncipe del Rap o The Fresh Prince of Bel Air, título original de la serie que cimentó su fama, que duró seis temporadas, totalizando 148 episodios. Venerada por ciertos sites dedicados a celebrar la década del 90 e incluso por los One Direction, que abren sus recitales con su música presentación, la comedia de NBC sobre el chico pobre y sus tíos ricos acaba de cumplir 25 años (el primer capítulo salió al aire el 10 de septiembre de 1990), y el aniversario -como era de esperarse- tocó el nervio nostálgico de ciertos aficionados que pusieron su talento a disposición del “feliz cumpleaños”. Sin más, no conforme con las cientos y cientos de notas sobre “Cómo lucen sus protagonistas ahora”, “¿Se viene el spin-off con Will Smith a bordo?” o “Las 25 enseñanzas de vida que dejó el programa”, un ilustrador y diseñador gráfico norteamericano decidió homenajear al show televisivo de manera especial, volviéndose sensación viral en el intento.

Leland K. Foster –tal es el nombre del artista con residencia en Brooklyn– tuvo una idea sencilla pero segura al momento de convocar la atención global: la de darles un cambio de imagen “a lo millennial” a los personajes del principado. O sea, imaginar cómo lucirían si el argumento acaeciese hoy, en 2015. “El Príncipe del Rap era tan elegante y tan de su tiempo que el reto fue volver a la familia Banks actual y reconocible, preservando la energía de estas seis personalidades tan diferentes”, explica Foster sobre su “actualización” de Will (Will Smith), Carlton Banks (Alfonso Ribeiro), Philip Banks (James Avery), Hilary Banks (Karyn Parsons), Ashley Banks (Tatyana M. Ali), y Geoffrey Butler (Joseph Marcell). Todos aggiornados a fuerza de relojes Apple, anteojos Google, iPhones, Kindle, pilcha Kenzo y conjuntitos Moschino; en resumen, la alta tecnología y alta moda (hipster) que no llegaron a conocer. Bien por ellos.