VALE DECIR
El chileno Marco Evaristti es uno de esos artistas que no sólo están convencidos de que deben poner el cuerpo en su arte, sino que además se toman la consigna un tanto literalmente. Hace poco presentó su última obra y agració con ella, por así decirlo, a un grupo selecto de amigos, a quienes sentó a la mesa y sirvió unas albóndigas cocidas en —y ésta, ninguna otra, es la obra en cuestión— grasa de su propio cuerpo, extraída mediante una liposucción. Las albóndigas ocupaban el centro de un plato de agnolotti. “Damas y caballeros, bon apetit y que Dios los bendiga”, les dijo Evaristti, con un vaso en la mano, a los comensales que se sentaron una noche, hace poco, en la Galería Animal de Santiago de Chile. “La cuestión de si comer o no comer carne humana es más importante que el resultado”, dijo, a modo de explicación de su obra. “Uno no es un caníbal si come arte.” Algunas de las 48 albóndigas cocidas en su grasa han sido enlatadas y vendidas por unos 4 mil dólares (las diez unidades), es decir, bastante más que una bandeja de carne picada especial o incluso que un kilo de lomo. Pero a eso se dedica Evaristti, un veterano del arte-provocación que en otra ocasión invitó a su público a matar pececitos presionando el botón de una licuadora.
La libertad está un poquito sobrevalorada, o eso es al menos lo que parece pensar Danny Robert Villegas, un ex presidiario que se dio cuenta de que le gustaba tanto la cárcel que decidió ganarse una temporadita más adentro. Según la policía, la cosa fue así: el lunes pasado, Villegas ingresó a las oficinas de una entidad crediticia del Centro Espacial Kennedy, le dijo a un cajero que estaba ahí para robarles y acto seguido agregó: “Bien podría ir llamando a la policía”. El teniente Ron Wright cuenta que luego Villegas tomó asiento en el lobby del banco como un cliente más y esperó la llegada de los uniformados. “Aparentemente ya había robado un banco en Fresno, California, 10 años atrás, y le dieron 70 meses en una cárcel federal en Phoenix, donde también parece que la pasó bien.” Durante los cinco años inmediatamente posteriores a su liberación, Villegas trabajó arreglando techos, pero se cansó de su trabajo y entonces planeó el asalto que lo devolviera a la vida que más disfrutaba.
Una serie de documentos secretos indicarían que Gran Bretaña y Francia consideraron formar una unión entre ambas naciones en los años ‘50. La propuesta vino del primer ministro francés Guy Mollet, quien se la formuló a su colega Anthony Eden, en 1956. Cuando la invitación fue rechazada, empezó el regateo (si Francia podía sumarse al Commonwealth, por ejemplo). Los documentos que prueban esta extraña anécdota histórica se conservan en los Archivos Nacionales Británicos, y prácticamente nadie les ha prestado atención desde que fueron publicados un par de décadas atrás. En ellos se puede leer: “En su reciente visita a Londres, el primer ministro francés Monsieur Mollet consideró junto al primer ministro la posibilidad de una unión entre el Reino Unido y Francia”. Mollet era un anglófilo que admiraba a Gran Bretaña tanto por la ayuda que le había prestado a Francia en ambas guerras mundiales como por su estado de bienestar social. Aunque también buscaba el apoyo inglés contra Nasser, el presidente de Egipto, que había nacionalizado el Canal de Suez y financiaba a los separatistas de la Argelia francesa. Eden rechazó la propuesta pero se mostró entusiasta ante la posibilidad de que Francia se uniera al Commonwealth, al punto que le dijo a su secretario de gabinete, Sir Norman Brook, que “Monsieur Mollet no cree que deba haber alguna dificultad en que Francia acepte el liderazgo de Su Majestad”. Henri Soutou, profesor de historia contemporánea en la Sorbona, no sale de su asombro. “Todavía estoy temblando. La idea de sumarnos al Commonwealth no hubiera funcionado. Si esto hubiera sido sugerido más recientemente, Mollet podría haber ido a juicio.”
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux