“La pornografía infantil es genial”, declaró Johan Schlüter, abogado, miembro de un grupo antipiratería de Dinamarca. “Es genial porque los políticos entienden la pornografía infantil. Si jugamos esa carta, podemos hacer que tomen acciones y que empiecen a bloquear sitios –y una vez hecho eso podemos hacer que bloqueen los sitios que comparten archivos.”

Christian Engström, miembro del Parlamento Europeo por el Partido Pirata de Suecia, cuenta recientemente en su blog (christianengstrom.wordpress.com) que este abogado maquiavélico habló así, en el año 2007, en un seminario en Estocolmo organizado por norteamericanos.

Tres años más tarde, la estrategia de Schlüter ha funcionado a las mil maravillas: The Pirate Bay, un sitio para compartir archivos, está bloqueado por todos los proveedores de Internet de Dinamarca. Peor aún: Cecilia Malström, la nueva comisionada de la Unión Europea que representa a Suecia, presentó en marzo pasado un proyecto para filtrar Internet en toda Europa. Sus fines son la excusa del abogado maléfico: luchar contra la pornografía infantil.

“Esto no hará nada para evitar el abuso infantil”, escribe Engström. “Todo lo que logrará esta ley, si se aprueba, es legitimar la censura de Internet en toda Europa, tal como el lobby de copyright quiere que suceda. Sería algo muy triste.”