Una base aérea norteamericana, en Alemania, tiene una persona que cubre el rol de halconero. Ronald Leu se dedica a ello desde hace diez años: entrenó a Gina, un halcón de cinco años, para patrullar la base.

“Estos pájaros comen conejos, pero lo más importante es que también comen cuervos —explica Leu al sitio web Network World—. Es importante mantener los cielos despejados para que los aviones puedan volar sin problemas.”

Una vez que el halcón captura una presa, el halconero rápidamente lo va a buscar para impedirle que termine de comer; mientras siga hambriento, el halcón continuará cazando.

Algunos desastres aéreos, como el avión que cayó en el río Hudson de Nueva York, fueron causados por bandadas de pájaros. ¿Cuánto faltará para que los aeropuertos empiecen a adoptar sus propios halcones?