Dicen que todo y todos tienen su precio, y a juzgar por las circunstancias, la afirmación pareciera tener su dosis de verdad. Si no, difícil comprender a la casa de subastas británica Hansons, que pondrá a la venta el... trasero de la famosa estatua de Saddam Hussein, derribada el 9 de abril de 2003 por las tropas norteamericanas en su toma de Bagdad.

Nigel Ely, dueño del glúteo, tiene 52 años y es un ex soldado de las British Special Forces; cuando fue la ocupación, trabajaba como periodista para una cadena de televisión en la capital de Irak. “Cuando llegué a la plaza Firdos, la estatua ya había sido abatida y un cordón de tanques de EE.UU. resguardaba el lugar. Pero yo quería un pedazo; cuando se lo mencioné a los marines y les aclaré que era un viejo soldado, me dijeron: ‘Ningún problema, amigo. Sírvete a gusto’”, contó el hombre a la BBC.

La vuelta a casa no fue sencilla; trasladar el singular trozo metálico a Inglaterra tuvo sus complicaciones. “Tuve que comprar una valija enorme en el mercado local y me cobraron unos 500 dólares de sobrepeso en la aduana”, explicó Ely sobre el viaje con el fragmento de 60 centímetros cuadrados. Considerando que podría ganar 10.000 en el remate, el próximo 27 de octubre, las matemáticas están de su lado...

Así y todo, el británico asegura que el dinero no abultará su cuenta bancaria: destinará los fondos a fundaciones que den tratamiento médico gratuito a ex combatientes estadounidenses y británicos heridos en Irak.