En Bratislava, los eslovacos están haciendo historia. Después de levantar un nuevo puente para peatones y ciclistas en las cercanías de la capital, debaten qué nombre darle y las opiniones están divididas. Las opciones son tres: María Teresa (por la emperatriz austrohúngara), Devinska (por un pueblo aledaño) o... Chuck Norris (por Chuck Norris). La más votada, como era de prever, es la última y todo indicaría que Walker Texas Ranger pronto tendrá su marca en el país europeo.

Es que la elección para bautizar la pasadera —que se alza por sobre el río Morava— queda en manos de la gente. Con comicios, vía encuesta online, hasta abril. Luego, en asamblea general, el gobernador Pavol Freso anunciará quién recibió más apoyo y procederá a oficiar el nombramiento. “Así como hemos construido el puente a la vista de todos, veremos que su nombre también sea aceptado por el público”, anunció el entusiasta político.

Hasta fines de febrero, los números acompañaban al actor karateca, con el 74 por ciento del total de los votos. Pero, ¿por qué Chuck Norris? Pues, porque —sin saberlo— el lobo solitario ha iniciado una extendida costumbre en Eslovaquia: cada vez que alguien hace un chiste malo sobre la fuerza e invencibilidad de los machos, sale su nombre. ¿Será que pronto habrá una peatonal Jean-Claude Van Damme?