Con pitos y flautas, el pobre Zackary Dexter Pace ha ingresado al imaginario salón de la fama de los ladrones más tontos de Estados Unidos. Con 24 años, está acusado de robar el restaurante Jack’s, en Pinson, Alabama. Restaurante donde trabaja. Y adonde entró –para el atraco– sólo unos minutos después de haber terminado su turno laboral, usando la misma ropa que llevó durante la jornada, disfrazado sólo con una máscara negra que dejaba ver sus ojos e intentando –en vano– simular su verdadera voz. Cargaba un arma.

“Los empleados lo reconocieron de inmediato. De hecho, al comienzo le dijeron que dejara de hacer bromas, hasta que entendieron que sí estaban siendo víctimas de un robo”, explicó Randy Christian, sheriff del condado de Jefferson, al Huffington Post. Para colmo de males, Pace fue un pasito más lejos: después del episodio –acaecido un viernes–, volvió al lugar del crimen el lunes siguiente, listo para retomar sus labores cotidianas. Lamentablemente, en Jack’s había un policía que entrevistaba al personal sobre el hecho delictivo y que apuntó su dedo a Zackary. Inmediatamente fue apresado y ahora está acusado de robo en primer grado.

Según Christian, éste podría ser el peor desfalco en la historia del condado de Jefferson. ¿Con quién pelea por el primer puesto? En palabras del oficial: “Un tipo sospechoso entró a un negocio para hacer un robo rápido; como había un cliente, esperó a que se fuera y mató tiempo llenando una solicitud de trabajo. Cuando quedó a solas con el empleado, sacó su pistola, tomó dinero y se marchó. Cuando nuestro detective llegó al lugar, se encontró con que el ladrón había llenado el papel con su verdadero número de seguridad social”.