“Esta muestra de arte es mejor que la metanfetamina azul”, avisa –entre guiños– el Huffington Post a la hora de informar sobre la exhibición que estrenó el mes pasado en la galería 1988, de Los Angeles, California. Bajo el nombre The Breaking Bad Art Project, la serie está íntegramente dedicada al show de culto que, en su quinta temporada, sigue contando las peripecias de Walter White (personificado por el actor Bryan Cranston), el profesor de química diagnosticado con cáncer terminal que, para dejarle un buen pasar a su familia, usa su sapiencia y cocina, sí, metanfetamina.

Inspirados en la particular estética de Breaking Bad –que algunos fanáticos ya posicionan por delante de tiras como The Wire o Los Soprano–, varios artistas dieron su versión de personajes y situaciones, con técnicas y formatos varios, y piezas que oscilan entre los 35 y 800 dólares. A tan buen puerto llegó el resultado que las mismas figuras del show sacaron las chequeras y se llevaron obra; Cranston, Bob Odenkirk (Saul Goodman), Betsy Brandt (Marie Schrader) y RJ Mitte (Walter Jr.), entre ellos.

Así lo afirmó Jensen Karp, cofundador de la galería, que también reconoció que, por lo menos, 15 fans acamparon la noche previa a la inauguración para ser los primeros en ingresar y disfrutar la puesta en escena. Porque, además de los singulares cuadros, el espacio fue decorado como un laboratorio narco, con barriles de productos químicos y hasta una réplica de la cafetería de Gale. Una monada digna de ser consumida.