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“Los que siguen su música saben que cambia todo el tiempo. Este es Bob siendo Bob”, cuenta John Elderfield, ex jefe de curadores del Museo de Arte Moderno de Nueva York y amigo de un Dylan eterno que vuelve a su faceta visual con la aguda Arte Revisionista: Treinta obras de Bob Dylan, una muestra en la que se zambulle en la parodia, revisando tapas de revistas (TV Guide, Bondage, Playboy, Architectural Digest, entre otras) con un estilo muy personal. “Mel Gibson insiste que la versión 3D de la película Los Diez Mandamientos estará lista para el Sundance”, reza uno de los ácidos titulares de tapa que, desde la semana pasada y hasta el 12 de enero, exhibe la galería Gogosian, en Nueva York.

Aunque poco conocido, el costado pictórico del músico ya le ha valido polémica y acusaciones varias. Su última exposición de pinturas, la Asia Series, de septiembre de 2011, por ejemplo, fue acusada de plagio al reproducir famosas fotografías de autores como Henri-Cartier Bresson o Léon Bussy sin acreditar la fuente de las imágenes. Afortunadamente, su nuevo trabajo –apunta The Guardian– es mucho menos ambiguo.

Aunque parecen verdaderas tapas de revista, las piezas de collage y fotografía tienen su giro: títulos y fechas tocadas, celebridades inventadas, situaciones irónicas por el cambio de contexto, entre otras cuestiones, arman un mapa de situación donde no es extraño encontrar a una mujer ligera de ropas en la portada de Architectural Digest.

“Bob Dylan insiste con que su trabajo visual no tiene nada que ver con su música, pero metodológicamente es muy similar a la composición de canciones. Hay una estética de collage en sus temas”, afirmó Elderfield, quien ayudó al músico a armar un material donde, según sus propias palabras, “se usa y revisa explícitamente material de origen”. Ya lo dijo Dylan más de una vez: “El futuro está en el pasado”. Y nada más pasado que las revistas de ayer.