¿Cómo encarar al amor? Pues, al parecer, de frente. O con las mejillas, acorde a la fórmula de una joven rusa que, para demostrarle su afecto al novio, dejó que éste le tatuara su nombre en el rostro el mismo día en que se conocieron en persona. Lo que se dice un verdadero flechazo, con grandes inyecciones de tinta.

Acorde al tabloide británico The Sun, Lesya Toumaniantz dejó que su pretendiente, Rouslan Toumaniantz, le tatuara “Ruslan” en ambos mofletes usando grandes letras góticas. “Es un símbolo de nuestra eterna devoción. Me gustaría que él marcara cada centímetro de mi cuerpo”, ofreció la enamorada sobre el artista rumano.

Según la crónica, la dupla se había topado en una sala de chat y salido virtualmente un tiempo, antes de presentarse físicamente e ir a los tintazos; ahora están comprometidos y la muchacha ya ha cambiado su apellido por el de su prometido en Facebook. Muestra de pasión 2.0, le dicen.

No es la primera vez que Rouslan es noticia en la web por sus excentricidades en el arte del tattoo. En 2009, sin ir más lejos, ganó (in)fama tras ser acusado de dibujar 56 estrellas indelebles en la cara de Kimberley Vlaminck, de 18 años. Afortunadamente, tiempo después, la joven admitió que la decisión había sido suya y estaba bien despierta a la hora del diseño. ¿Por qué mintió? Miedo a papá Vlaminck y su pésima reacción al ver una eterna constelación sobre su hija.