Lo que comenzó siendo una tendencia de jóvenes hipsters y de vagabundos, hoy arrasa en el mundo entre hombres de cuarenta para arriba. La barba pareciera haber llegado para quedarse y así lo demuestran figurones del showbiz como Ben Affleck, George Clooney, Sam Mendes, Joaquin Phoenix, deseosos de pasearse en alfombras rojas luciendo su abundante vello facial. Para colmo de bienes, a la moda se ha sumado la ciencia, que acaba de decretar que ingresar al equipo barbudo no sólo ayuda a estar in: también tiene sus ventajas en materia de salud. Lampiños, ¡preocupaos!: cantidad de beneficios les han sido negados.

Porque acorde con un reciente estudio de la Universidad de Southern Queensland, en Australia, publicado por la revista Radiation Protection Dosimetry, las barbas bloquean entre un 90 y 95 por ciento de los rayos ultravioletas, retrasando el proceso de envejecimiento y reduciendo el riesgo de cáncer. Para llegar a tales conclusiones, los investigadores utilizaron técnicas de dosimetría que midieron la radiación que sufrían varios maniquíes expuestos al sol. Unos llevaban barbita corta; otros, larga; y un tercer grupo afeitado, ni un pelo.

Otro hallazgo es la cualidad positiva de la barba contra el asma. Al parecer, el polen y el polvo se atascan en el vello y eso ayuda a reducir los síntomas. “Los bigotes que alcanzan el área nasal pueden detener las alergias que ascienden desde la nariz y llegan a los pulmones”, aporta Carol Walker, experta en medicina dueña del Birmingham Trichology Centre.

¿Otra ventaja según la Universidad de Southern Queensland? Que tanto pelo retiene humedad y protege contra el viento, manteniendo joven y fresco el rostro del caballero, a diferencia de los amantes de afeitarse, víctimas de pelos encarnados e infecciones que conducen al acné. Pero, ojo, a no descuidarse: las barbas descuidadas también pueden propagar bacterias. Y complicar la ingesta de ciertas comidas, eso también hay que decirlo.