Barack Obama tuvo una semana difícil en las redes: no sólo la otrora estrellita Disney –ahora mediática tuitera con el tren descarrillado– Amanda Bynes declaró que el primer mandatario era “feo”; también las bromas online contra su comida preferida se multiplicaron a diestra y siniestra (de todos los platos, de todos los menúes, de todas las cocinas gourmet del mundo, él eligió el brócoli). Para colmo de males, los pasados días se lo pescó siguiendo vía Twitter a... una página porno. En honor a la verdad, él no lo regentea personalmente, pero su staff podría cuidar su imagen con un poquito más de cautela y reducir los más de 660.000 seguidores a los que les ha dado el visto bueno.

Con el colador filtrado, uno de ellos ha sido Wicked Pictures, firma porno que produce títulos como Bikini Outlaws y que se autodefine como “creadora de erótica de calidad para parejas”. ¿Algo para comentar, Michelle? Al menos, a Barack no se lo puede acusar de inconsistente, visto y considerando que el año pasado seguía páginas como @CelebritySideboob o @ILikeTitsDaily. “Hay algunas reglas obvias cuando estás a cargo del Twitter del presidente. No seguir cuentas porno es una de ellas”, escribió el periodista Glen Tickle para GeelOSystem, sitio que confirmó la noticia a través de DoesFollow.com, la web que permite ver quién es seguidor de quién en la red social.

Aunque el desliz ya trascendió, y algunos sitios conservadores se han hecho un festín con la noticia, para el jueves, Wicked Pictures ya no estaba entre los favoritos del presidente. Pobre, tendrá que recibir las novedades hots de la empresa de otra manera.