La que pasó ha sido, sin lugar a dudas, una semanita complicada para Shia LaBeouf, y no justamente por el estrés de las fiestas venideras o los nervios propios del inminente estreno del film que coestelariza, Nimphomaniac, de Lars von Trier. Oh, no. Lo que ha crispado la templanza del joven actor de 27 años es haber sido pescado con las manos, los codos y antebrazos en la masa, convirtiéndose –de la noche a la mañana– en figurita vapuleada a lo largo y a lo ancho. Y por sobrados motivos, dicho sea de paso. La hecatombe comenzó el lunes pasado cuando HowardCantour.com, su cortometraje como realizador estrenado en Cannes 2012 y paseado por distintos festivales, fue subido a Vimeo. Y al circular, saltó una evidencia a la vista: la historia, que gira alrededor de la vida de un crítico de cine, era un plagio de una historieta. Tremendo plagio que, sin acreditar la adaptación, tomaba diálogos enteros del comic Justin M. Damiano, escrito en 2007 por Daniel Clowes, el autor de Ghost World, una de las figuras de la novela gráfica norteamericana.

Acto seguido, el reclamo: “Nunca he conocido o hablado con el señor LaBeouf. Ni siquiera he visto su trabajo. De allí que me haya shockeado ver cómo tomó mi guión y muchas imágenes de una historia personal que hice hace seis años, y cómo las hizo pasar como propias. Sinceramente no puedo imaginar en qué estaba pensando”, se indignó Clowes de cara a una situación que lo ha obligado a tomar cartas (legales) en el asunto. Shia, por su parte, optó por un ligero mea culpa vía Twitter, aclarando que se perdió “en el proceso creativo, olvidando seguir los pasos adecuados” y anotando que “inspirarse en la idea de alguien más y producir algo nuevo y diferente sí es un trabajo creativo”. ¿El remate final? “La cagué.” Al menos tiene a Optimus Prime de su lado, aunque –convengamos–: no hay Transformer que lo saque del paso. Quizás un abogado de otra galaxia...